Flor Vasquez
El Hospital Regional de Rancagua cuenta con una Unidad de Neurocirugía de primer nivel. En poco más de una década, el equipo de neurocirujanos que lidera Franco Ravera Zunino ha logrado un desarrollo de esta especialidad en la región que es similar al de los mejores centros del país. Prueba de ello es que tiempo atrás el jefe de dicha unidad, Franco Ravera, fue invitado a un congreso a Japón para presentar el desarrollo del proyecto de neurocirugía en el principal hospital público de la región de O’Higgins.
Además, recientemente Ravera fue invitado a exponer en el Congreso Mundial de Neurocirugía, que se realizó en Boston, un trabajo sobre la experiencia en el Hospital Regional en cirugía discal lumbar.
“Este desarrollo ha sido posible gracias al trabajo en equipo de los neurocirujanos, personal paramédico, personal de pabellón, servicios anexos y al apoyo de las autoridades regionales y ministeriales”, explicó el médico neurocirujano.
700 CIRUGIAS AL AÑO
El doctor Ravera señaló que actualmente la Unidad de Neurocirugía del Hospital Regional realiza 700 cirugías al año. “Estamos resolviendo toda la patología neuroquirúrgica de la región y apoyamos también a la Séptima Región”, afirmó.
Precisó que anualmente se opera a unos 50 pacientes afectados por aneurismas cerebrales y a unas 40 a 50 personas que presentan tumores cerebrales. Además, aproximadamente se somete a cirugía a 100 pacientes que tienen patología degenerativa de columna; se realiza unas 50 cirugías de fijación de columna (en mayor porcentaje debido a lesiones traumáticas) y se opera anualmente a unas 130 personas afectadas por problemas a los nervios periféricos de las extremidades.
“Asimismo, al año operamos a aproximadamente 150 pacientes de urgencia, por traumatismo de cráneo, hemorragia intracerebral, hidrocefalia aguda. La tasa de mortalidad depende de la patología; de cirugía de hernia de columna tenemos una mortalidad cero, al igual que de cirugía de los nervios periféricos”.
Agregó que “sí hay una mortalidad importante en los pacientes con traumatismo de cráneo, también en los casos de rotura de aneurismas. Son patologías extremadamente graves; de hecho, de los pacientes con rotura de aneurisma, el 50 por ciento se muere en la casa. De la cantidad que llega al hospital, un tercio de ellos fallece, un tercio queda con secuelas y un tercio logra recuperarse bien”.
“Esos son casos de rotura de aneurisma –agregó-. Por otro lado están los aneurismas cerebrales no rotos, en que lo ideal es tratarlos antes que se rompan. El problema es que resulta muy difícil detectarlos, habitualmente los aneurismas no se ven en el scanner y rara vez se observan con un examen de resonancia. Entonces, hay que realizar un procedimiento especial que se llama angiografía o angioTC”.
-¿En qué casos se realiza ese examen?– Cuando hay sospechas fundadas. Por ejemplo, un paciente con una cefalea de inicio brusco. Los aneurismas son frecuentes; se estima que un uno por ciento de la población tiene aneurisma. Lo que sucede es que habitualmente el aneurisma no se rompe. El aneurisma es un adelgazamiento de una capa de la arteria, por la presión arterial se empieza a dilatar, se adelgazan las paredes de la arteria y existe el riesgo de que se pueda romper, lo que produce sangramiento a nivel cerebral. Para tratar el aneurisma se recurre a una cirugía o procedimiento endovascular.
– ¿Son frecuentes los tumores cerebrales?
– Atendemos unos 50 casos al año.
– ¿El mayor porcentaje es benigno?– Las metástasis cerebrales son frecuentes y se ven en pacientes con cáncer generalizado. Del resto de los tumores, aproximadamente la mitad son benignos.
– ¿El paciente operado de un tumor cerebral benigno queda sin secuelas?– Depende de dónde esté localizado el tumor; el paciente puede quedar con secuelas, dependiendo del tipo de tumor, de su localización y de las condiciones generales del paciente.
CIRUGIA DE HERNIA LUMBAR–
¿Cómo se gestó su participación en el congreso mundial de neurocirugía que se realizó en Boston? – La invitación surgió a través de la Sociedad de Neurocirugía. Acá en el Hospital Regional hemos tenido un desarrollo en cirugía de columna que ha sido bastante reconocido a nivel nacional; por eso nos pidieron que presentáramos nuestra experiencia de cirugía de hernia discal lumbar en Boston.
– ¿Qué es la hernia discal lumbar?–
Los discos intervertebrales son estructuras cartilaginosas que están entre una vértebra y otra, y hacen las veces de un amortiguador. Son una articulación entre una vértebra y otra. Factores como la edad, el hábito de fumar, el sobrepeso, la obesidad, la genética (personas que tienen colágeno más débil) y el haber cargado peso hacen que este disco intervertebral se vaya gastando con el tiempo. Cuando el disco se gasta se empiezan a generar fisuras dentro del disco, y a través de estas fisuras puede salir un trozo de disco hacia fuera. A esto último se le denomina hernia y cuando ésta aprieta alguna estructura nerviosa, la persona va a sentir dolor y puede requerir algún tratamiento quirúrgico. A dicha dolencia se le llama lumbociática.
La cirugía consiste en abrir el músculo, llegar al canal raquídeo y extraer la hernia. También hay que sacar los trozos sueltos que están dentro del disco.
– ¿Es una cirugía compleja?–
Es una cirugía delicada. Actualmente usamos técnicas microquirúrgicas, es una cirugía poco invasiva, pero igual es delicada y tiene riesgos; el neurocirujano trabaja al lado de estructuras nerviosas y debe tener mucho cuidado de no lesionarlas, ya que el paciente puede perder la función de la que está encargada esa estructura.
Tenemosaproximadamente 650 pacientes operados de cirugía de hernia lumbar. Lo que mostramos en el congreso fueron los resultados de la cirugía a dos años plazo, es decir, cómo estaban nuestros pacientes después de dos años. Se realizó un seguimiento de ellos.
– ¿Cómo estaban?–
Vimos que el 90 por ciento de nuestros pacientes estaba bien, realizando sus actividades habituales: un porcentaje de ellos, aproximadamente el 50 por ciento, estaba sin ninguna molestia, la otra mitad estaba con molestias mínimas y hacía su vida normal. Observamos que un 10 por ciento de los pacientes tenía un mal resultado quirúrgico, puesto que estaban con dolor persistente. En esos casos había que volver a operar y en ocasiones hacer otros procedimientos adicionales para poder quitarles el dolor, pero a varios de ellos no se les pasaba nunca.
– ¿Cuál es la conclusión de ese estudio de resultados a dos años de la cirugía?–
Esos resultados son similares a los de los mejores centros que se dedican a cirugía espinal. Aquí en esta unidad de Neurocirugía realizamos este tipo de cirugía desde el año 1997. En el estudio vimos también que aproximadamente a un 5 por ciento de los pacientes que se operan les vuelve a salir la hernia en el mismo sitio. Lo otro interesante que pudimos concluir con este estudio es que los pacientes que son sometidos a una segunda cirugía de hernia, tienen más posibilidades de tener un mal resultado que el que se opera por primera vez.
– ¿Qué se hace en esos casos?–
Un paciente que sigue con dolor después de la segunda cirugía de hernia va a requerir otros procedimientos para tratar de aliviar el dolor, por ejemplo ponerle tornillos, fijarle la columna.