Fernando Ávila Figueroa
Texto y fotos
Degustar un pernil con un vaso de pipeño, acompañado de buena música popular, es parte de la cultura “guachaca”, que la Agrupación de Jefas de Hogar “Nueva Esperanza”, se ha propuesto rescatar a través de la “Fiesta Guachaca”, que tímidamente iniciaron el año 2004, y que hoy ya está consolidada en Rengo. Este año se realizará la quinta versión de esta iniciativa, en conjunto con el municipio local.
La cita es para el 12 de octubre, en la Plaza de Armas de Rengo, oportunidad donde, además de concursos, gastronomía “guachaca” y presentaciones artísticas, se elegirá a la “Reina Guachaca”.
“CULTURA GUACHACA”La “Cultura Guachaca” partió el año 1998, cuando los “guachacas” emergieron del anonimato, exclamando: ¡La Piojera no se toca!
El progreso capitalino amenazaba con demoler la cantina ubicada en pleno Barrio Mapocho para construir un centro comercial, pero ellos la declararon “Monumento a los Sentimientos de la Nación”. Así la salvaron, pero también la hicieron famosa. Y aunque prometieron defenderla del “cuiquerio”, la globalización les devolvió la mano y éste, al igual que otros íconos de la antigua bohemia local, fue incluido en el circuito de carretes juveniles. Ello dio origen a una moda que nadie dice seguir, pero que se ha incrementado y ha modificado la masa de cultores y parroquianos y ha hecho que en los diferentes rincones del país este movimiento siga acaparando adeptos.
Su líder el músico Dioscoro Rojas, quien logró posicionar el movimiento en los medios de comunicación, eligiendo cada año a reinas y reyes feos del movimiento a personajes faranduleros, ha hecho que los “guachacas” sean conocidos a lo largo y ancho del país, así como realizando cumbres y fondas “guachacas”, donde los terremotos, el pernil y el pipeño son los alimentos que no pueden faltar.