Por: Felipe Alvear Silva
Fotos: Marco Lara
Pasada las 12 horas de ayer sábado, personal de la Tenencia de Diego Portales concurrió hasta la entrada norte de la comuna de Rancagua, alertados por un accidente que había ocurrido a las afueras del corral municipal en la Ruta 5. Al llegar hasta el lugar, presenciaron el hecho y, al igual que todos los que llegaron al sitio del suceso, no podían creer lo que había pasado.
Ricardo Ibáñez Letelier, de 79 años, manejaba su Subaru por la Ruta 5 en dirección a San Francisco de Mostazal, cuando un automóvil se le atravesó de improvisto obligándolo a hacer una repentina maniobra para esquivarlo. Producto del brusco giro, perdió el control del vehículo estrellándose contra la barrera de contención, lo que lo lanzó hacia la pista contraria y posteriormente a la zanja del lado poniente. A pesar de haberse arrastrado por varios metros sobre la carretera y caer volcado sobre un surco de más de un metro de profundidad, el conductor del automóvil quedó sólo con un pequeño rasguño en su nariz, seguramente gracias al air bag que atenuó el golpe.
Al lugar del espectacular accidente llegó su esposa María del Carmen Lira, quien se mostró feliz por la afortunada escapada que tuvo su marido. “Gracias a Dios y a la Virgen que no le pasó nada”, señalaba la mujer. En tanto don Ricardo, reconocido ingeniero agrónomo e hijo del ex Presidente de la República Carlos Ibáñez del Campo, señaló estar feliz y agregó que “jamás solté la dirección del auto”.
El hijo del fundador de Carabineros de Chile
Ricardo Ibáñez Letelier no es un ciudadano cualquiera. El afortunado conductor es uno de los seis hijos que tuvo el ex Presidente de la República Carlos Ibáñez del Campo, oficial del Ejército de Chile que fundó tras la fusión de las policías fiscal y comunal, a Carabineros de Chile el 27 de abril de 1927.
Recordemos que Carlos Ibáñez del Campo llegó a la presidencia de Chile durante el año 1927, tras la renuncia del entonces mandatario Emiliano Figueroa Larraín. Durante este mandato no sólo se fundó la institución policial, también se creó la Contraloría General de la República. Debido a la fuerte crisis económica del año 1929 y sumado a la fuerte oposición que lo acusaba de ser sostener una “férrea dictadura”, renunció al cargo durante el año 1931.
Tras permanecer unos años en el exilio, Ibáñez del Campo regresó y postuló varias veces a la presidencia, consiguiendo tener un nuevo período el año 1952, bajo el slogan de “la escoba” –que hacía referencia a barrer con la corrupción-, elecciones donde por primera vez participaron las mujeres del país. Durante su segundo mandato se creó el Banco del Estado, la Iansa, y derogó la Ley de Defensa Permanente de la Democracia “ley maldita” –que prohibía el ejercicio del Partido Comunista-, a pesar de haberla aplicado durante su gobierno.