Los problemas cardíacos son comunes en perros de razas pequeñas, especialmente los poodle, maltés y pekinés. Lo más común es la insuficiencia mitrálica, que es como una especie de artrosis que ocurre en la válvula mitral del corazón.
Según especialistas, esta válvula se degenera y la sangre se devuelve produciendo un edema pulmonar que les dificulta respirar. Por lo general, los perros que padecen este mal llegan a la consulta porque sus amos encuentran que se cansan mucho o porque están tosiendo de una manera extraña.
La enfermedad hace que el corazón de los canes aumente de tamaño. Uno de sus principales síntomas es una tos con arcada, muy parecida a vomitar, que puede presentarse con flema. Si tiene esos síntomas, hay que llevarlo a un centro veterinario para que se le realice un control cardiológico. Es recomendable hacerle un examen de este tipo a partir de los 7 u 8 años, aunque no tenga síntomas.
En cuanto al tratamiento, cuanto antes, mejor, porque los fármacos retrasan la enfermedad, pero no la mejoran.
Otra alternativa es la cirugía, que aumenta la sobrevida si se realiza a tiempo: Esta operación disminuye el flujo de sangre que se devuelve.
En cuanto a las causas del mal, existen varias teorías, aunque la experta aclara que la más aceptada es la que lo atribuye a causas genéticas, por lo que se debería a una falla del colágeno que está en las válvulas.
Para aliviar de alguna manera los síntomas, los veterinarios recomiendan evitar alimentos con mucha sal o sodio y tener cuidado con el ejercicio, aunque los perros saben hasta dónde llegar, por lo que no hay que forzarlos.