Flor Vásquez
Por ley, en los primeros meses del próximo año, el Hospital Regional Rancagua y el Hospital de San Fernando deberán adoptar el modelo de autogestión, al igual que otros centros asistenciales públicos del país. El tema provoca rechazo en los gremios de la salud y, de hecho, en Rancagua los dirigentes y un grupo de funcionarios del Hospital Regional han realizado manifestaciones en contra, argumentando que la autogestión significa privatizar los establecimientos públicos.
El director del Servicio de Salud O’Higgins, Marcelo Yévenes, piensa que este rechazo se debe a desconocimiento de lo que implica la autogestión. En ese sentido llama a la tranquilidad del personal de salud, asegurando que el modelo de autogestión de ninguna manera significa privatización.
Además, en entrevista con El Rancagüino, Yévenes se refiere al proceso de licitación para la construcción del nuevo Hospital Regional y también al concurso para designar al nuevo director de ese centro asistencial. Asimismo, destacó las inversiones que se están realizando en infraestructura, entre las cuales destacan la construcción del nuevo hospital de Santa Cruz, la ampliación del servicio de urgencia del Hospital de Pichilemu, la remodelación y ampliación del hospital de Litueche, la construcción de un centro de salud familiar en Santa Cruz (obra que ya está terminada), la ampliación del policlínico de especialidades del hospital de San Fernando, varios otros proyectos y, por supuesto, el próximo inicio de la construcción del nuevo Hospital Regional.
NUEVO HOSPITAL REGIONAL
El doctor Yévenes informó que el proyecto de construcción del nuevo Hospital Regional se encuentra en la fase de pre adjudicación, “es decir, estamos en la etapa final del proceso licitatorio que terminó con la presentación de las ofertas de cuatro consorcios de empresas que están en competencia. En este momento un equipo técnico de la dirección de Servicio está revisando los antecedentes”.
“Estamos tratando de cumplir los plazos. Hay dos trámites por hacer: el envío de antecedentes para la toma de razón de la adjudicación por parte de la Contraloría, lo que demora entre 10 a 15 días, pero no sabemos si puede haber alguna observación. Luego viene la generación del contrato por la empresa adjudicada y ese contrato también tiene que ir a toma de razón por parte de la Contraloría, de tal manera que si los plazos ideales se produjeran, a fines de noviembre o en diciembre estaríamos en condiciones de iniciar las obras”.
– ¿Qué pasa con ese decreto que falta y que en su momento causó preocupación por un eventual atraso en el inicio de las obras?
– Lo que pasa es que para cualquier obra de gran envergadura como ésta se requiere la generación de lo que se denomina decreto de asignación presupuestaria, que es sancionada por parte del Ministerio de Hacienda, que en el fondo dice si están los recursos para determinada obra pública. Y con ese decreto Contraloría, habiéndose cumplido todo lo establecido en las bases de licitación, normalmente toma razón. Una vez que exista la propuesta de adjudicación, esos antecedentes se envían desde el Ministerio de Salud hacia el Ministerio de Hacienda y ahí solicitamos los recursos ya en forma específica.
– ¿A cuánto alcanza la inversión en el nuevo hospital?– La inversión en total, entre equipamiento y obra física, la estimamos en aproximadamente 150 millones de dólares (unos cien mil millones de pesos). En este momento estamos en fase de adjudicación y la adjudicación es por la obra física, por un monto aproximado de 70 mil millones de pesos. Esta es una inversión que se va a realizar en tres años; para el próximo año hemos estimado una inversión de 18 mil millones de pesos.
– Respecto del Hospital Regional, han surgido algunas quejas porque al Servicio de Cirugía se le habría “quitado” un pabellón para destinarlo a Cirugía Infantil, ¿qué puede decir sobre eso? – El manejo de los horarios de pabellón y de la estructura de la tabla quirúrgica le corresponde al Hospital Regional y su equipo directivo tiene que definir cómo y cuándo establece las prioridades. A la Dirección de Salud le corresponde revisar su cartera de servicios y los compromisos de gestión, que esencialmente tienen como prioridad prestaciones que van asociadas a las garantías por un lado, aquellas que son de urgencia y también las prestaciones valoradas, y por supuesto las prestaciones que también son importantes, pese a que no están valoradas. Respecto a esto último, me refiero que son prestaciones para las cuales no hay un valor fijo preestablecido convenido con Fonasa (para el pago de esa prestación). Dentro de las actividades que realiza cirugía hay una mezcla de estas prestaciones. Las no valoradas se tienen que hacer igual, porque son necesarias para la recuperación de la salud de las personas. El cómo distribuye los horarios de pabellones un hospital va a depender de la priorización que haga cada establecimiento para poder dar cumplimiento a todos estos ámbitos que he señalado en cuanto a prestaciones quirúrgicas.
– ¿No existe el riesgo que un hospital priorice las atenciones Auge porque tiene el pago asegurado?– Hemos tratado de establecer un adecuado equilibrio entre todos los requerimientos que tiene la población. Tal como lo hemos planteado siempre, debemos tratar de equilibrar permanentemente los requerimientos que tiene nuestra población con la capacidad de oferta que tenemos. Dentro de eso, siempre tenemos que priorizar algunos temas que son más críticos, por ejemplo todo lo que es la atención de urgencia, que no puede esperar; como también todas aquellas prestaciones que tienen plazos perentorios que cumplir, tanto desde el punto de vista clínico como de las garantías establecidas en la ley. Ahora, evidentemente lo que hacemos es buscar siempre la forma de salida para todas las prestaciones que requiere nuestra población. Lo bueno es que las enfermedades cuya atención está garantizada (en el AUGE) ocupan una gran parte de la carga de patologías de la población. Queda un porcentaje que es necesario cubrir de todas maneras, aunque no esté garantizado. Se va solucionando vía lista de espera cuando no tiene plazo perentorio y no hay peligro vital.
– ¿El Hospital Regional está comprando muchos servicios al sistema privado? – Hemos hecho una labor de optimización de nuestros recursos internos y cuando es necesario ocupamos los convenios marco que tiene Fonasa.
– ¿A qué porcentaje alcanzan esas compras?– Del presupuesto total, no alcanza a superar el 5 por ciento. El año pasado el hospital tuvo envíos al extrasistema por un total de aproximadamente 900 millones de pesos. Eso va asociado muy fuerte a la cama crítica. Hay pacientes que cuando se han tenido que enviar al extrasistema han implicado un costo al servicio de casi 140 millones de pesos. A veces muy pocos pacientes con patología compleja implican un costo alto para el servicio. A nivel de la red pública hemos estado haciendo la optimización del uso de las camas, para evitar las salidas al extrasistema.
– ¿Y para el caso de las intervenciones quirúrgicas?– En el ámbito quirúrgico hemos establecido algunas licitaciones. Lo que se ha hecho es tratar de cumplir a tiempo con las garantías, especialmente las que tienen plazo perentorio. Pero, primero hemos tratado de optimizar, disponer de más horas de pabellón y disponer de los especialistas para responder con recursos propios. La brecha que nos queda, que espero sea cada día menor, la compramos al extrasistema a través de convenios marco o licitación directa como Servicio de Salud.
DEUDA HOSPITALARIA– ¿En qué etapa va el concurso para designar al nuevo director del Hospital Regional? – Ya recibí los antecedentes y ya comuniqué al Servicio Civil mi posición. Espero en los próximos días dar a conocer la decisión.
– ¿La Alta Dirección le entrega una terna y usted debe decidir?– La ley indica que puede establecer una terna o una quina y ahí se puede seleccionar.
– ¿Cuándo se va a saber?– Probablemente lo vamos a hacer público apenas (la decisión) esté refrendada por el Servicio Civil.
– ¿Cómo está la deuda del Servicio de Salud y del Hospital Regional?– El tema delendeudamiento lo calificaría como una situación habitual dentro de todas las empresas. Esta es una empresa pública. Habitualmente hay endeudamiento porque los establecimientos de salud generan más actividad que las transferencias (pago por esas atenciones). Ese endeudamiento no alcanza a superar el uno por ciento del presupuesto global, lo que es bastante más bajo que lo que tienen las empresas privadas.
– ¿A cuánto alcanza la deuda del Servicio?– En el caso del Servicio, aproximadamente a 2 mil millones de pesos; y en el Hospital Regional a unos mil 600 millones de pesos. No obstante, tenemos una ventaja; lo que se denomina reliquidación por las actividades generadas el año anterior, no se nos ha hecho esa transferencia. Hicimos nuestro trabajo y nos falta que nos devuelvan plata. Eso habla bien del nivel de actividades de nuestro servicio.
– ¿Es una deuda manejable?– Sí. El Servicio de Salud tiene un presupuesto de casi 90 mil millones de pesos, de tal manera que es una deuda razonable. Creo que éste es uno de los Servicios de Salud del país que tiene una condición de manejo presupuestario razonable. Tenemos una brecha positiva porque no se nos ha reliquidado, casi mil 700 millones de pesos. Si a nosotros se nos hubiese transferido todo lo que hemos hecho, documentado y certificado por el Fonasa, estaríamos en una situación de equilibro presupuestario absoluto, lo cual a mi me llena de satisfacción.
LA TEMIDA AUTOGESTION
– ¿En qué va el tema de la autogestión de los hospitales públicos?– Hay una serie de variables con las que se evalúa a los hospitales para el tema de la autogestión. Tenemos una evaluación preliminar que se hizo recientemente, según la cual el hospital (Regional) queda en una mejor posición que el año anterior; ha ido mejorando sus evaluaciones en los distintos criterios que tiene la autoridad para evaluar con normas similares para todos los establecimientos de salud del país.
– ¿Qué se evalúa?– Temas como la gestión en desarrollo de los recursos humanos, la organización interna de los hospitales, si cuenta o no con planificación estratégica, si hay una buena gestión con la red asistencial. Se evalúan también las notas de desempeño, si tiene consejos asesores, en particular el consejo consultivo del hospital, Además se evalúan los sistemas de información, si dan una cuenta publica de los resultados y si tiene sistema de auditoría interna. Junto con ello, se evalúa la gestión financiera.
– ¿Por qué hay rechazo de los dirigentes del gremio de la salud a la autogestión?– Supongo que es más bien por desinformación, lo que no debiera ser para dirigentes gremiales que deben estar al tanto de la legislación. Como Servicio de Salud tenemos la función de bajar la información hacia nuestros dirigentes gremiales, pero pienso que cada dirigente debe informarse de las modificaciones legales que se producen al interior del sistema de salud.
– ¿Podría explicar algunos aspectos de la autogestión?– Se establece entre otros aspectos la división de funciones al interior del Ministerio de Salud y además establece el rol de los hospitales autogestionados y el rol de los establecimientos de mediana y baja complejidad.
– ¿El próximo año por ley el Hospital Regional debe ser autogestionado?– Por ley debieron hacer entrado el año 2009 hospitales calificados como de alta complejidad, dentro de los cuales estaba Rancagua y San Fernando, en el modelo de autogestión hospitalaria. Hubo una modificación legal y se dispuso que en los primeros meses del próximo año pasen a ser autogestionados.
– Pero, ¿por qué el rechazo?– Creo que es por desconocimiento. Por ello, quiero descartar lo que no es: el modelo de autogestión no es privatización, tampoco es autonomía. Tal como establece la ley son autogestionados en red, es decir siguen siendo hospitales del Servicio de Salud, que van a contar con mayores atribuciones, que hoy día las tiene el director del Servicio de Salud.
– ¿Qué tipo de atribuciones?– En términos contractuales, de manejo de recursos humanos, de generación de convenios. En ese sentido, tiene mayor autonomía el director del hospital autogestionado y hay más capacidad de resolución. En definitiva es para mejorar el quehacer del establecimiento; es una herramienta de gestión.
– ¿Cómo le ha ido a los hospitales que ya han adoptado el modelo de autogestión en Chile?– Los que han sido exitosos tienen algunos elementos en común, como el afiatamiento de los equipos de trabajo y asociado a ello la estabilidad en los equipos directivos. Lo segundo es que tienen una clara definición de su cartera de servicios, por ejemplo, les ha ido bien a hospitales más pequeños que tienen una cartera de servicios muy definida, como el Instituto de Neurocirugía, el Hospital del Tórax y el Instituto Nacional del Cáncer. Otro aspecto es que tengan una buena coordinación con la red asistencial. Y reitero, lo que hace la autogestión es fortalecer el sistema público de salud, porque le entrega más herramientas para trabajar mejor, pero de ninguna manera significa disminución del desarrollo de los establecimientos. Al contrario, en Rancagua vamos a tener un hospital nuevo en términos de infraestructura, que va a contar con mayor dotación de personal. Todos los años hemos aumentado. En el 2006 teníamos 3 mil 203 cargos, entre a contrata y titulares; el año 2009 tenemos 3 mil 568 cargos, y considerando los funcionarios a honorarios llegamos a 4 mil 236 cargos.
– ¿Qué va a pasar con los profesionales que se han ganado un concurso para ocupar la jefatura de un servicio clínico?– El que se gana un cargo de concurso se mantiene, salvo que no esté cumpliendo bien son su tarea
– Los funcionarios están preocupados por su estabilidad laboral, ¿qué les puede señalar al respecto?– De ninguna manera se afecta la estabilidad laboral, creo que todo lo contrario, se va a potenciar la labor de los establecimientos públicos. Hoy estamos atendiendo a cerca del 77 por ciento de la población regional. En ese sentido creo que los trabajadores deben estar tranquilos. Estamos haciendo un esfuerzo de capacitación para mejorar sus competencias; eso sí tenemos exigencias que van desde el director de Servicio a todos los funcionarios, en cuanto a cumplimiento de metas de gestión, que van asociadas a bonificaciones, de tal manera que nos conviene a todos cumplir las metas. El personal debe tener el máximo de tranquilidad, éste es un proceso de mejora de gestión, pero de ninguna manera afecta la estabilidad laboral.