Por: Julio César Moreira
Fotos: Nico Carrasco
Entumidos, con las narices enrojecidas, y la absoluta convicción de que la rodilla izquierda debe levantarse más que la derecha, desfilaron cientos de niños y niñas de la enseñanza prebásica pertenecientes a establecimientos públicos de Rancagua.
De esta forma partió ayer la “Semana de la Educación Parvularia”, organizada por la División de Educación de la Corporación Municipal. En la ceremonia, realizada en la Plaza de los Héroes, participaron 22 colegios. La presidió el alcalde, Eduardo Soto Romero.
La directora de la División de Educación, Jacqueline Ramos, destacó los últimos descubrimientos de la neurociencia. Estos, dijo, permiten afirmar que los niños en edad preescolar poseen una especial disposición para aprender a leer. Con la finalidad de aprovechar de mejor forma estas potencialidades, apuntó, se requiere innovar en los planes curriculares.
Concluida su intervención, la Banda Instrumental del Liceo Óscar Castro tomó colocación frente a las autoridades, dando así inicio al colorido y entusiasta desfiles de los menores. Si uno de los chicos perdió uno de sus zapatos, tiritó de frío o le dieron ganas de ir a “las casitas”, no pasó de ser un detalle.
Lo que al final primó fue el orgullo de mamás, papás, abuelitos y abuelitas, hermanos y de toda la parentela. Los primeros en pasar fueron los chicos del Colegio Carlos Miranda y los últimos, los del emblemático Moisés Mussa.