Fernando Ávila Figueroa
Gran cantidad de personas se reunieron en el Templo de la Iglesia Pentecostal de Chile, en la comuna de Rengo, para celebrar el cumpleaños número ochenta del Pastor, José Farías Valenzuela. El homenajeado recibió el afecto de los fieles que prepararon varias sorpresas y brindaron un reconocimiento a un hombre que lleva 54 años de pastor en la comuna y 56 años de casado. Y es que el pastor Farías predicó por calles de las comunas de Rengo y Malloa; por ello hoy su iglesia cuenta con cerca de 500 fieles en templos esparcidos en Rengo, Rosario, Esmeralda, Malloa y El Sauce; además en el año 2005 fue condecorado con la medalla de oro Francisco Meza y declarado hijo ilustre de la comuna por su abnegada labor pastoral. Por esta razón, se llevó a cabo un cumpleaños sorpresa pues todo comenzó con la reunión de los fieles del templo de Rengo, luego (y de sorpresa para el pastor) ingresaron los feligreses de los templos de fuera de Rengo; globos y pancartas además de la entonación del cumpleaños feliz emocionaban al pastor a quien más de alguna lágrima le cayó por sus mejillas. José Farías, originario de Tutuquén, localidad cercana a Curicó, en 1953 contrajo matrimonio con Lucinda Navarro González, dos años más tarde se trasladó a Rengo para oficiar como Pastor sin aún tener un lugar donde realizar los denominados cultos o reuniones con los fieles que por esos días no existían.
Sostiene que con esfuerzo y perseverancia consiguió su «primera oveja», la que sólo llegó luego de un año y medio de trabajo, recuerda que mientras oraba en una calle antes de predicar le pidió a Dios que al menos tuviera un alma y al abrir sus ojos un hombre bebido le dijo «yo soy el uno», le acompañó cantando y al pasar frente a un restaurante le dijo «hasta acá no más llego» y se quedó en el lugar para seguir mitigando su sed.