Alexis Apablaza Campos
Gabriel Aros Manzor
Fotos: Marco Lara
Es indudable que la salida de Jorge Sampaoli de O’Higgins descomprimió el ambiente interno del equipo, lo que se vio matizado más aún con la llegada de Gerardo Silva al banco celeste. El nuevo estilo se notó en esa misma semana, en que hasta las prácticas se vieron más distendidas y los jugadores bastante más relajados, sonrientes y por sobre todo más tranquilos.
A más de alguno esta situación le sorprendió e incluso le preocupó considerando que sólo después de cinco partidos —más los tres jugados anteriormente con Sampaoli—, O’Higgins consiguió un triunfo que tampoco le sirvió para escalar demasiado en la tabla. Más de algún hincha dijo en ese entonces: “es que ahora con Silva pueden parrandear sin problemas”.
Ese comentario, tan típico en el fútbol cuando los resultados no se dan y los jugadores no rinden, dio para un variado tipo de especulaciones. Era sólo cuestión de ir al estadio y escuchar algunos gritos diciendo a hombres que dejaran el trago, considerando que había jugadores que rendían un tiempo u otros que simplemente eran reemplazados a la mediahora del partido.
Para más, durante este segundo semestre se supo de más de una historia de indisciplina dentro del plantel. A los comentarios de que hay jugadores que son ludópatas —de que su adicción al juego los tienen con deudas millonarias—, otros dicen que hay hombres que recibieron sanciones internas por llegar con hálitos alcohólicos a las prácticas —eso habría justificado que Silva marginara a algunos jugadores de la titularidad por algunas fechas— e incluso se habla de una fiesta en la casa de un jugador, previa al partido con Huachipato, en la que llegó la fuerza policial ante la denuncia de los vecinos por ruidos molestos, y en la que uno de ellos fue detenido por discutir con la autoridad.
Nada totalmente confirmado, pero son situaciones que recobraron fuerza ante el escándalo de los castigos a Cristián Suárez y Daniel González por haber visitado un prostíbulo la madrugada del viernes; esto incluso llevó al mismo Gerardo Silva a reconocer que este caso no fue una situación aislada. “Es probable que hayan habido otros. Supe de otras situaciones, pero nunca fueron claras, nunca tuve la certeza, por lo mismo que no tomé medidas; pero la verdad es que vamos a esclarecer toda la situación. Es justo para la hinchada, para los medios y para el mismo club de que se transparente todo con las actitudes que realmente se cometieron”, declaró.
En esta misma línea, “Yayo” agregó que no se siente traicionado por las actitudes que tuvo el plantel durante su estadía en el club. “Son jugadores jóvenes que cometen errores y hay que disculparlos. Por supuesto que uno debe tomar conciencia de eso y esperar que no vuelva a pasar en otro club donde uno esté”.
Silva también comentó que pese a que sabe que el vínculo con este plantel ya está terminado, aún así quiere conversar con todos los hombres que tuvieron algún acto de indisciplina para aconsejarlos. “Por el bien de ellos, para que no vuelvan a cometer los mismos errores, por supuesto que me gustaría conversar y tratar de ayudar”.
EL CASO “CHUKY-BANANA”
Una vez finalizado el duelo entre Santiago Morning y O’Higgins, el técnico celeste explicó más detalladamente la situación que adelantó Deportes de El Rancagüino en la edición de ayer, sobre la sanción interna a Daniel González y Cristián Suárez por haber visitado un prostíbulo en el sector céntrico de la capital hasta la madrugada del viernes y en la previa de un partido, que en el caso de este último le costó ser marginado de la citación que lo contemplaba inicialmente en el banco de suplentes.
“Lo de Suárez apenas lo supe, asumí que había que tomar una medida y eso se hizo. De González no me atrevo a decir nada porque no tengo conocimiento, sé que pudo haber estado, pero tengo que conversarlo con él para calificar eso; además él no estaba considerado en los últimos partidos porque estaba lesionado, aunque eso no atenúa en nada su falta si la cometió”, declaró Silva.
Al ser preguntado si es que “el Banana” llegó en alguna condición extraña a la concentración —momento en que el técnico habló con él y decidió separarlo del plantel—, “Yayo” lo descartó totalmente. “Hay que ser justos con la gente, Suárez llegó bien, pero fuimos comunicados de que había estado hasta altas horas de la noche el día anterior del partido con un compañero en un lugar de la ciudad. Conversamos con él, lo asumió y por supuesto que lo lógico era marginarlo”, contó para esclarecer lo ocurrido.