Manuel Polgatiz C.
Fotos: Marco Lara S.
En mayo del año 2007, la comuna de Rengo, convivió con un denso ambiente. Sólo en el curso de tres semanas, fueron asesinados tres sujetos, todos indigentes que tenían como morada, un viejo vagón de la estación de ferrocarriles. De buenas a primeras, algunos señalaron que se trataba de hechos circunstanciales. Los más osados, fabricaron sus tesis, en orden a que un sicótico sería el principal responsable y que éste, habría estado empeñado en hacer desaparecer, sin motivo alguno, a los vagabundos y drogadictos que usualmente pululan en el lugar.
La madrugada del 1 de mayo, Alejandro Muñoz Ramírez apodado “el Carlos”, tuvo una fuerte discusión con su pareja, identificada como Rosalba Sepúlveda Urrutia. Presumiblemente, obcecado por los celos y estando al interior del galpón donde residían, la atacó con un cuchillo cocinero, asestándole puñaladas en el torso, tórax y espalda. La gravedad y profundidad de las heridas, provocaron una anemia aguda, causándole la muerte. Acto seguido y sin medir racionalmente su conducta, cargó el cadáver de la víctima hasta el interior de un vagón cerrado (tipo aljibe), emplazado en el mismo recinto, tapándolo con frazadas para ocultarlo.
La mujer, según consigna la indagatoria, habría conocido a Carlos Gómez Barrios, con quien supuestamente, mantuvo una oculta relación amorosa. Eso gatilló en el “Colo Colo”, otro mote del acusado, una reacción desmesurada, que finalizó en el crimen ya descrito.
ASESINATO DE CARLOS GÓMEZ
En ese escenario y en la mañana del mismo día, Muñoz Ramírez, se dirigió al vagón, donde premunido de un arma, propinó a Gómez Berríos, un puntazo en el cráneo y un golpe con objeto contundente. Consecuencia de las lesiones, produjo una hemorragia intracraneana, que terminó con su vida A continuación, el imputado empacó sus pertenencias, cerró el vagón con un candado y huyó del lugar.
Lo curioso es que al día siguiente, desconocidos quemaron el sitio del suceso, donde aún permanecía inerte Gómez Barrios. Evidentemente, el objetivo era uno solo; borrar todo vestigio de lo allí acaecido.
PARRICIDIO Y HOMICIDIO SIMPLE
En el desarrollo del juicio oral, la fiscalía, representada por Octavio Rocco y Jorge Mena y defensoría, personificada por Cristian Miranda, tomaron declaración a diecisiete testigos y dos peritos. En su mayoría se trató de carabineros, presentes en el procedimiento de aquel día. El Ministerio Público, estima que los actos, corresponde jurídicamente, a los delitos de parricidio (Rosalba Sepúlveda Urrutia) y homicidio simple (Carlos Gómez Barrios). En ambos, al imputado tendría participación como autor. Además se invocó la agravante de alevosía.
Por tanto, las penas exigidas, respecto del primer ilícito, son 20 años de presidio mayor en su grado máximo y el segundo, 10 años de presidio mayor en su grado mínimo. La defensa del “Carlos”, estimó que no se configuraría el parricidio, toda vez que no se ha podido comprobar en juicio, la relación amorosa entre Rosalba Sepúlveda y Carlos Gómez. Hoy debiera quedar concluida la etapa de la prueba. Intervendrán además, personal del Servicio Médico Legal y psicólogos.