– El hombre que logró dos de las mejores campañas históricas como jugador (1973) y como técnico (1994) en el cuadro celeste tuvo ayer su presentación oficial. No ocultó su alegría de volver a dirigir después de cuatro años y cree que gracias a su experiencia anterior sabe lo que quiere el hincha de O’Higgins. Mal que mal, acá cariño le tienen de sobra.
Alexis Apablaza Campos
Fotos: AJA/ Marco Lara
“Nunca voy a la primera que me ofrecen. No tengo esa búsqueda, en esta pasada esperé la oferta que me gustaba, la que era precisa porque tuve otras oportunidades que es algo que tampoco anduve diciendo. Pude ir a otros lados, pero no quise; siempre he tenido el privilegio de elegir donde ir, por lo que siento que en esta oportunidad elegí la mejor de todas. Estoy así de contento porque O’Higgins es lo que más quería y siento que es un privilegio”, con esas palabras Roberto Hernández justificó el porque firmó como técnico celeste luego de cuatro años sin dirigir.
Pasadas las 11 de la mañana, “el Guagua” llegó a la sede de Cuevas 51 donde la expectación periodística lo aguardaba. Un par de saludos, de rencuentros y una breve conversación en privado con la gerencia del club, precedieron a la conferencia de prensa.
En la conversación se le vio distendido, relajado, locuaz y muy centrado en sus ideas. Por lo mismo no tuvo problemas en confesar lo rápido que fue todo y como su teléfono móvil sufrió las consecuencias. “Estuve un par de años en los que mi teléfono sonaba una o dos veces diarias. Ayer (martes) después de las 6 de la tarde sonó 60 veces, lo tuve que cargar dos veces cuando normalmente lo hacía cada cuatro días”, contó con gracia.
Acompañado de su ayudante –y ex jugador de O’Higgins– Eduardo “Lalo” Soto y de su preparador físico, Osvaldo Alegría, Hernández aclaró qué es lo que intentará plasmar en el cuadro rancagüino y lo que le pidió el directorio. “Tener un equipo que guste, que encante y que atraiga. Si lo tienes así es porque se gana, eso está implícito. Tuve una conversación muy buena con la familia Abumohor y su interés es comprometerse muy fuerte a entregarle a la región una institución fuerte que solidifique el fútbol”.
Sobre los trabajos, contó que la fecha propuesta por el club de comenzar las prácticas el 1 de diciembre puede ser modificable. “Veré que día es más conveniente de la próxima semana. No sé si será martes o miércoles, no les puedo definir cuando será. Ahí haremos un plan con el cuerpo técnico real porque todas las demás son elucubraciones y el próximo lunes sentarme aquí para compartir el lineamiento del trabajo”.
NO SER EL VIEJITO CHOCHO
Sobre la elección de los refuerzos, el nuevo técnico de O’Higgins fue enfático en especificar que nunca ha contratado jugadores en un club. “Para eso está la administración. Voy a asesorar y disponer porque tengo la convicción de que hay que hacerlo de la mejor forma posible. Esto siempre lo hago un trabajo de equipo y esto lo hago de forma permanente”, agregó.
Ya es sabido que Hernández llega a O’Higgins como un técnico orientado en la formación de jugadores, pero para él eso no significa que los resultados pasan a segundo plano. “Nunca he trabajado en fútbol donde un domingo, la directiva del club me diga: ‘mire, este domingo no me importa lo que pase’. El resultado muy importante, pero también hay que fijarse otros objetivos como la formación, la conformación que se haga sólido para ganar tres partidos y se diga que está todo bien. No confío sólo en unas victorias, quiero una campaña realmente buena con objetivos logrados”.
En cuanto a la incertidumbre sobre dónde hará O’Higgins de local (ver nota a Michael Kanaan relacionada), para “el Guagua” no es tan grave. “Me importa, pero no le voy a dar excesiva importancia a ese detalle porque nos tenemos que acomodar sabiendo que se vendrá un beneficio mayor, habrá que adaptarse a jugar en esas condiciones”, expresó.
La ausencia de cuatro años de estar dirigiendo es algo que se toma con humor, considerando que en este período el entorno que rodea a este deporte sufrió algunas variaciones importantes. “Vuelvo a la vida. Salí para ir a una universidad (Las Américas), me quedé mucho tiempo porque lo encontré muy bonito, pero le faltaba la emoción del fin de semana. Cuando salí al fútbol, ya se había producido un gran cambio que al principio no acepté. Vivía sólo, ni siquiera tenía un abogado para firmar el contrato, ahora lo tengo por ahí sentado. Lo que ha cambiado es el alrededor, si hasta tengo representante”, comentó con naturalidad.
Incluso tuvo gracia para explicar por qué siente que tiene las capacidades para asumir este desafío de tomar el banco celeste por dos años. “Tengo que salir parado vivo y respaldado por mis dos leones (su cuerpo técnico). No puedo ir a dirigir chicos y ser el viejito chocho que está dando instrucciones quedándose dormido en la tribuna para dirigir el primer equipo. Tengo conciencia que mientras quiera dirigir debo tener capacidad para ser jefe, ser líder y para estar”, comentó.
Ahora habrá que esperar los próximos días para saber cómo será la conformación del equipo, puesto que durante la tarde de ayer Hernández visitó todas las instalaciones del club y se dedicó a conocer todos los elementos que dispondrá para su trabajo.
Las ideas de Hernández
Refuerzos
“Veremos qué podemos pedir al club y a qué podemos tener acceso. Bueno, pero razonable. Cuando uno viene a un equipo en el que tuvo un buen pasado, sabe que debe hacer algo bueno porque conoce los gustos de la gente que es gozar viendo un equipo que disfrute y juegue bien”.
Plantel actual
“Sé que hay un grupo de jugadores de los cuales me puedo encontrar con sorpresas, ésas las tengo que ver. Por ejemplo cuando hice el plantel del 94, me encontré con Rodrigo Pérez, Moisés Ávila y Clarence Acuña fue llamativo encontrarse con tres jóvenes que pudieron andar bien como titulares. Acá miraremos rápidamente qué es lo que tenemos y qué es lo que necesitamos”.
Esquema táctico
“Si tú me preguntas hoy si voy a jugar con tres o con cuatro defensas, no sé. Puedo hacer jugar un cuadro de las dos posibilidades, por eso veré qué conformamos para entregarle un planteamiento que sea cómodo a lo que se pueda construir. No puedo venir con mi plan hecho si no sé si el equipo que pretendo hacer pueda realizarlo”.
La SADP
“Esta administración ha pasado por momentos buenos, en los cuales los he visto celebrar estando en el estadio, pero otros no tanto. Agradezco la confianza, pero aquí estamos para hacer algo sólido y constante en el tiempo”.
Integración con los cadetes
“Dirigir sólo el primer equipo se hace en un tiempo, quedándote mucho del día. Me vendré a vivir a Rancagua, por lo que tendré espacio para ver qué está pasando con O’Higgins en inferiores. Quiero mirar, no pienso en dirigir todos los equipos, sólo quiero aportar y asesorar a lo que ya se está haciendo”.
La campañas de 1973 y 1994
“Respeto mucho la historia, me gusta la memoria, pero uno no se puede sentar a vivir lo que ya pasó, sea bueno o malo. No me voy a sentar en laureles, la discusión de las campañas pasadas están para conversarlas con Joel Retamal, Víctor Manuel Arias y ‘Pancho’ Cuevas sentándonos en un café recordando los goles y las anécdotas, pero no puedo llegarle con ese cuento a los chicos que voy a dirigir ahora porque este equipo debe crear su historia nueva y es la que venimos a tratar de hacer”.
Mi ideal de equipo, Silva y Sampaoli
“Lo más malo en fútbol es prometer lo que no se podrá cumplir. La idea es crear un equipo y formarlo en la cancha, está claro que en otras oportunidades lo pudimos hacer. Están todas las condiciones aquí para poderlo hacer, creo que los técnicos que estuvieron para atrás lo hicieron bien, quiero colgarme de eso y de ahí tratar de construir en adelante. No pondré en discusión el trabajo de nadie para atrás porque sé lo que es estar al frente de una institución en un fútbol como el de hoy”.