Por: Felipe Alvear Silva
Fotos: Marco Lara
La Prefectura Cachapoal de Carabineros entregó una serie de delitos que se producen en el centro de Rancagua, con el fin de ayudar al autocuidado que deben tener las personas al momento de salir a la calle, sobre todo en esta fecha donde se producen grandes aglomeraciones de gente en el centro de las grandes ciudades, con motivo de la celebración de las fiestas de fin de año.
El billete
Esta estafa se produce ente tres a cuatro delincuentes, que se instalan en sectores donde haya cajeros automáticos. Cuando la víctima va a retirar dinero, le dicen que se le ha caído un billete. Una vez que se agacha para recoger el billete, le cambian su tarjeta bancaria por otra similar. Un tercer delincuente, que simula sacar dinero en otro cajero, estaba atento a la clave bancaria
Pepito paga doble
Un común juego de azar que engaña a las personas, el cual consiste en que un hábil “croupier”, coloca tres fichas, dos en reversos blancos y una con un dibujo, Las mueve rápidamente y el apostador debe indicar donde quedó la ficha diferente, Sin embargo, se trata de una estafa, presente en el centro de Rancagua. En las primeras oportunidades juegan “palos blancos” que ganan dinero para entusiasmar a las víctimas. Cuando una persona quiere jugar, cambian la ficha negra y quedan todas blancas.
Distractores
Los lanzas nunca actúan solos. En el caso de un hurto, el que huye con la especie es protegido por varios cómplices que interrumpen la persecución, que a veces hace la víctima o Carabineros para recuperar el objeto sustraído.
Salida del banco
El delincuente ingresa a los bancos y espera a personas que sacan grandes sumas de dinero sin tomar precauciones. Habitualmente buscan víctimas que anden solas y que guarden el dinero en bolsos o en sus bolsillos. Discretamente, los siguen desde la salida del banco y, vía teléfono celular, dan las características de la víctima al resto de la banda. Un par de cuadras más adelante, la asaltan.
El cambiazo
Es una oferta tentadora. En la calle ofrecen relojes, calculadoras, iphones o netbooks a un cuarto del precio de mercado. Guardan el objeto, lo meten en una bolsa y, justo en ese momento, otro delincuente distrae a la víctima. La especie es cambiada por una “cáscara”, que tiene la misma forma y peso que el original. El comprador se va y, cuando quiere revisar el objeto, se da cuenta de la estafa. La victima puede revisar el producto antes de realizar la compra. En el momento de descuido, la especie es cambiada por una caja con un jabón o algo que se asemeje al peso original.