Hugo Soto Riquelme
Fotos: Marco Lara
Un atractivo viaje por ritmos musicales como la bossanova y el blues, experimentaron las más de 200 personas que llegaron hasta la sede del Sindicato Sewell y Mina para ser parte de la primera versión del Jazz Factory, organizado en pro del desarrollo y difusión de este estilo musical en Rancagua.
Con una magnífica presentación de bandas que estructuraron una velada musical destinada a un público variado, pasadas las 20:30 horas de la noche del sábado, se dieron cita a este evento musical lo más selecto del jazz en nuestra región, convocando una sólida presentación de los músicos que participaron en este concierto.
En una ambiente de mucha calidez, donde en cada mesa habían pequeñas velas que le daban el toque íntimo al evento, los asistentes saborearon un plato musical de gran envergadura, luego que arribara al escenario la banda rancagüina Tres y Punto conformada por Miguel Rojas (saxo), Consuelo Miranda (voz), Alonso Rodríguez (guitarra) y Pepe Marchant (bajo).
Recurriendo a estilos como la bossanova, el cuarteto mostró un repertorio diverso que incluyó baladas románticas en inglés, a través de la formidable interpretación de su vocalista que junto al acompañamiento del saxo encantaron a los espectadores. Tras el exitoso recorrido musical, Tres y Punto finalizó su presentación con un arreglo de la canción Aviéntame del grupo Café Tacuba.
Con una pantalla gigante que mostraba videos musicales de algunos colosos del Jazz mundial, la velada fue avanzando en cantidad y calidad musical, luego que se presentara Ciudad Antena de la mano de los músicos Daniel García, Tomás Díaz y Daniel Miranda .El trío consolidó una presentación que entregó melodías que privilegiaron el piano, la guitarra y la batería.
Ya en la última parte del Jazz Factory, ingresó a la escena el quinteto Nicole Bunout, que otorgó una exitosa presentación, mediante una carpeta de temas que fusionaron diversos estilos musicales entre la bossanova y el jazz. Un espectáculo que logró aglutinar nuevas tendencias del jazz y transformarlas en un producto que los espectadores consumieron en la misma mesa.
Gustosos de presenciar actividades alternativas para lo que resta del año, el público se fue con conforme con la cartelera musical brindada. “La gente quiere ver este tipo de eventos y hay que darles estos espacios para que tengan una opción musical”, señaló Josefina Dintrans, productora del Jazz Factory, agregando que la idea era realizar una actividad así, para que el público apreciara buena música y compartiera en sus mesas.
La productora del evento indicó que se espera la realización de una nueva versión del Jazz Factory, debido al gran éxito que concitó entre los rancagüinos esta innovadora actividad destinada a los viajeros del jazz.