Felipe Alvear Silva
Foto: Marco Lara
El pasado domingo 10 de enero, Julio Alberto Céspedes Cabezas de 26 años y Eduardo Andrés Arce Romero de 22, se trenzaron en una pelea que les costaría muy caro a ambos. Pasada las 8 de la mañana, Julio pasaba por fuera de la casa de un amigo de Eduardo en el pasaje Ángel Cruchaga de la Población La Rivera. Arce habría increpado a Céspedes por su supuesta participación en la muerte de un amigo del joven de 22 años. Tras la discusión, el muchacho de 26 se retiró y volvió en unos minutos con un grupo de amigos armados con una escopeta y un sable.
La pelea a tajos que se armó entre ambos —ya que Eduardo sacó un cuchillo de la casa de su amigo— tuvo lamentables consecuencias para Julio, ya que producto de una estocada en la parte frontal de su tórax, le causó la muerte mientras era trasladado por personal del SAMU al Hospital Regional de Rancagua.
Pero Eduardo no tuvo mejor suerte. Producto de las tres puñaladas que recibió —una en el glúteo, una en la zona lumbar, y otra penetrante que le complicó un pulmón—, quedó internado en el Hospital Regional de Rancagua, con lesiones de carácter grave y en riesgo vital.
Lamentablemente su estado no varió durante la jornada dominical, y debido a la complicación que tuvo en su pulmón, falleció a las 00:30 horas en dependencias de la UCI del Hospital Regional. Con esto, el único detenido que se encuentra con vida del caso de la riña con arma blanca ocurrida el pasado domingo, identificado con las iniciales R.F.R.S. de 19 años, pasó a la formalización donde fue dejado en libertad por falta de antecedentes que acrediten su participación en los hechos.