Por: Flor Vásquez
Fotos: Nico Carrasco
El año pasado se registraron cuatro mil 630 partos en el Hospital Regional de Rancagua, cifra superior al 2008, en que la cantidad llegó a 4 mil 474.
En el mes de diciembre de 2009 se atendió 442 partos, superándose las cifras de los meses anteriores: noviembre con 384 partos, octubre con 394 y septiembre con 364. Este año, al 15 de enero, la cantidad de partos alcanzó a 231.
La matrona subjefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia, Bernarda Poblete, piensa que este incremento tiene relación con la puesta en marcha del programa Chile Crece Contigo, específicamente con el beneficio de entrega de un ajuar completo a todas las madres que tengan sus hijos en un hospital público, incluso si están afiliadas a una isapre.
En dicho servicio, el mayor porcentaje de atenciones corresponde a las relacionadas con el embarazo patológico y el parto, pero también hay una unidad dedicada a atender a las pacientes afectadas por diversos problemas o patologías ginecológicas.
En el actual hospital las diversas unidades del Servicio de Ginecología y Obstetricia están distribuidas en diferentes pisos del sector A de ese centro asistencial. En el primer piso está el policlínico de embarazo patológico (en el área del policlínico de especialidades) y en el subterráneo la Unidad de Urgencia Maternidad; en el tercer piso está la Unidad de Ginecología, en el cuarto piso está Puerperio Quirúrgico, Embarazo Patológico y las salas de pre parto y parto; y en el quinto piso está pensionado y Puerperio Fisiológico.
“A Urgencia Maternidad –indicó la matrona Bernarda Poblete- llegan las pacientes tanto de Rancagua como las derivadas de hospitales de otras comunas. Dependiendo del motivo de la consulta se determina su hospitalización o se envía a la paciente a su casa, con las indicaciones pertinentes”. La mayoría de las consultas corresponden a síntomas de trabajo de parto y si se confirma ese diagnóstico, la paciente es derivada a la sala de pre parto. En tanto, si el embarazo no es de término y hay síntomas de parto prematuro, el médico podría indicar que la madre sea hospitalizada en la unidad de Embarazo Patológico.
“Hay un grupo de pacientes –agregó la matrona- que vienen con la indicación de hospitalización desde el policlínico FAR (alto riesgo obstétrico). Al FAR llegan pacientes derivadas de los consultorios de Rancagua y de las otras comunas de la región; todos los casos de embarazos con problemas”.
– ¿Cuáles son las patologías más frecuentes?
– La diabetes gestacional, los síndromes hipertensivos, los síntomas de parto prematuro. Las pacientes con cesáreas anteriores también son atendidas en el policlínico de alto riesgo obstétrico, ya que es necesario determinar si la causa de su cesárea fue permanente o transitoria. Por ejemplo, si el motivo fue una pelvis estrecha, significa que todos sus partos se tienen que programar por cesárea.
PARTO SIN DOLOR
Las pacientes que están con trabajo de parto son ingresadas a la sala de pre parto. “Acá –indicó la matrona Yanis Reyes- nos preocupamos de que la madre esté lo más relajada posible. Se realiza control de los latidos cardiacos del feto (lo normal es entre 120 a 160 latidos por minuto), se hace un monitoreo para ver la frecuencia e intensidad de las contracciones; hay que ver que el trabajo de parto avance y cada cierto rato se examina a la madre para verificar que la dilatación vaya avanzando; cuando la dilatación se completa se ingresa a la paciente a la sala de parto”.
“Habitualmente –añadió- ingresan a pre parto las pacientes cuando tienen 3 a 4 centímetros de dilatación (del cuello del útero)”.
Frente a la sala de parto hay una sala de espera destinada a los familiares de la madre. “La pareja de la paciente o el familiar que ella designe puede acompañarla y estar presente en el parto. Esto ha sido muy positivo, ya que da más tranquilidad a la madre y, a su vez, el papá del niño se siente integrado a ese momento tan importante”, acotó la matrona Bernarda Poblete.
Asimismo, destacó que actualmente se pone anestesia epidural a todas las mujeres que lo deseen, lográndose así un parto sin dolor. “La mayoría de las pacientes opta por un parto con anestesia (que se pone cuando la mujer tiene unos cinco centímetros de dilatación). Está dentro del plan Auge el ofrecer a la paciente algún tipo de analgesia o anestesia, lo que contribuye a un trabajo de parto mucho más agradable. Hay un anestesista de turno en la maternidad”.
Agregó que el mayor porcentaje de pacientes tiene un trabajo de parto normal, pero que en un número menor de casos se presentan situaciones de urgencia, como un estrés fetal. “Esta es una situación crítica, en que hay que actuar rápidamente para que el niño no tenga problemas. La baja de los latidos cardiacos (menos de 100 latidos por minutos) es un signo de estrés fetal. Sin embargo hay que ver si la baja de latidos tiene alguna relación con las contracciones y determinar si se produce antes, durante o después de la contracción. Y si se mantiene la situación de estrés fetal, la indicación podría ser una cesárea de urgencia”.
Para ése y otros casos de urgencia, el Servicio cuenta con un pabellón exclusivo, al que se agregan dos más para las cesáreas y otras cirugías programadas.
– ¿Qué promedio de partos se atiende en el Hospital Regional?
– En el año 2008 se atendió una cifra de 4 mil 474 partos (incluidas las cesáreas) y nacieron 4 mil 487 niños vivos. Esta última cifra es superior a la primera porque tuvimos nacimientos de mellizos. Además, se registró una cantidad de 40 niños que nacieron muertos. El año pasado, la cantidad de partos alcanzó a 4 mil 630 y la cifra de niños nacidos vivos a 4 mil 649. El número de niños nacidos muertos correspondió a 54. Desde octubre del año pasado se observa un aumento del número de pacientes que llega a este hospital a tener su hijo; especialmente ha aumentado la cantidad de pacientes privadas. Pensamos que esto tiene relación con el hecho de que se está entregando el set de Chile Crece Contigo a todas las madres que tienen sus hijos en hospitales públicos; todas ellas reciben un ajuar para el recién nacido, material didáctico, cremas, una cuna.
– En hospitales como el de Rengo se ofrece a las madres la posibilidad de que su parto sea asistido en posición vertical, ¿se ha pensado ofrecer también esa alternativa en el Hospital Regional?
– Sí, se ha pensado y profesionales del servicio han ido a otros hospitales a ver cómo se realiza. Estamos a la espera de una camilla especial para partos en posición vertical.
– Usted señaló que actualmente se ofrece anestesia a todas las pacientes que lo deseen, ¿qué beneficios ha significado eso?
– Ha sido muy positivo, no sólo para la paciente –que ya no sufre dolor y está más tranquila-, sino que también para nosotros, para el personal de salud. Asistir un parto en medio de gritos y llantos es muy estresante; en cambio ahora este momento se vive en un ambiente de tranquilidad, lo que es beneficioso también para el niño por nacer.
– ¿Otro cambio, respecto de lo que se hacía antes, es que el recién nacido no es separado inmediatamente de su madre?
– Sí, se realiza lo que se llama apego. Si el recién nacido no presenta problemas que requieran alguna atención especial, se le deja sobre el pecho de la madre y se incentiva a que ella, si es posible, lo empiece de inmediato a amamantar.
¿Cesárea o parto normal?
– Chile tiene una de las tasas más altas de cesáreas del mundo.
Mónica (24 años) está en su último mes de embarazo y le pidió a su médico que cuando complete el tiempo normal de gestación le programe una cesárea. A pesar que hasta ahora no existe ninguna indicación médica para esa cirugía, ella no quiere un parto normal o vaginal. “Me han dicho que después uno queda con incontinencia urinaria”, es su justificación.
El caso de Mónica no es aislado. Las estadísticas señalan que Chile tiene una de las tasas más altas de cesáreas del mundo. El problema es que un porcentaje importante de éstas no se realizan por indicación médica, sino que corresponden a cesáreas optativas, porque la madre prefiere someterse a esa cirugía y no tener un parto normal.
La tasa de cesáreas en Chile supera el 40 por ciento del total de partos. Y los mayores porcentajes se registran en clínicas privadas. Como ejemplo, en la Clínica Integral el 80 por ciento de los partos son por cesárea y sólo el 20 por ciento por vía vaginal. El director médico de dicha clínica, doctor Fernando Soto, indicó que son las pacientes quienes prefieren la cesárea y los médicos tratantes respetan los deseos de éstas. En todo caso, dijo que el tema está siendo analizado y que siempre los obstetras les plantean la alternativa de un parto normal.
En la Clínica Isamédica la situación es similar: en octubre del año pasado el número de cesáreas alcanzó a 85 y el de partos normales a 14; en noviembre hubo 70 cesáreas y 12 partos normales, mientras que en diciembre hubo 69 cesáreas y 12 partos normales.
En el Hospital Regional de Rancagua, el año pasado, de los 4 mil 630 partos el 43,28 por ciento correspondió a cesárea y el 56,72 por ciento a parto normal. La matrona Bernarda Poblete explicó que en la alta tasa de cesáreas en ese centro asistencial influye el hecho de que a ese establecimiento llegan los casos más complejos de la región, de manera que el mayor porcentaje de cesáreas se realizan por indicación médica.
Resaltó que cuando a una paciente se le realiza una cesárea, los beneficios de la cirugía deben sobrepasar los riesgos.
“Yo pienso –añadió- que lo mejor es el parto normal, más aún en las circunstancias actuales en que se ofrece a las pacientes una buena anestesia o analgesia a la paciente. El parto normal es más fisiológico y la recuperación de la madre es mucho más rápida”.
“Y para el recién nacido, lo mejor es que su madre lo pueda atender y que el apego se pueda hacer lo antes posible. La madre sometida a cesárea está más imposibilitada de tomar su guagua, ayudar a mudarla, sacarla de la cuna, porque está adolorida y está con suero”.
No obstante, indicó que cuando es necesario, por el bien del niño y la madre, se debe realizar cesárea.
CESAREA
La cesárea es el nacimiento del bebé mediante una incisión quirúrgica en el abdomen y en el útero.
En tanto, el parto normal o vaginal es la forma natural en que los bebés nacen. No obstante, hay situaciones en que no es posible tener un parto vaginal y ahí surge la cesárea como la opción más segura.
La Organización Mundial de la Salud ha expresado su preocupación por la alta tasa de cesáreas, especialmente por las que se consideran innecesarias. Asimismo, diversos especialistas advierten que la cesárea es una operación mayor y sólo debe someterse a este procedimiento si la salud de la madre o la de su hijo están en peligro.
Entre las indicaciones médicas de cesáreas están pelvis estrecha de la madre o feto muy grande, cesárea anterior; mala posición del feto que hará difícil un parto vaginal, problemas de placenta, trabajo de parto demasiado lento o que no avanza, embarazo múltiple, estrés fetal (el bebé sufre problemas durante el trabajo de parto que indican que está bajo estrés, como cuando le disminuye el ritmo cardíaco), algunas enfermedades de la madre y otras situaciones.