Por:Julio César Moreira
Fotos: Nico Carrasco
“Nos sentimos súper desprotegidos”, es la dramática afirmación de Adriana Bustos, del Centro Inmobiliario de calle José Victorino Lastarria, cuyas instalaciones, hasta hace poco, eran usadas por los delincuentes como pasadizo para desvalijar los negocios contiguos.
Cansada de que le rompieran la pared, tuvo que hacer una importante inversión y construir una muralla de cemento.
Ella no es la más afectada.
La víctima preferida de los maleantes es Luis Alfonso Fernández Salazar, a quien le han robado en ¡seis oportunidades!, sin que hasta ahora haya encontrado “remedio” para su calvario.
El denominador común, en su caso, es que los ladrones usan como ingreso las instalaciones de la ex cárcel de Rancagua. Primero lo hacían por el lugar de estacionamiento vehicular.
El actual es una cortina metálica- también perteneciente a la ex penitenciaría-, ubicada a la altura del 418, la cual basta con empujar un poco y se abre de par en par.
Un cúmulo de documentación- aparentemente de expedientes de los reos que allí pernoctaron- permite acceder a las techumbres de los negocios, hacer un forado e ingresar a ellos.
“A principio del año pasado me robaron como 2 millones de pesos en bazucas (parlante de gran tamaño y potencia), llantas, tapas de rueda, radios. Hicieron un forado por el lado atrás y los tiraron hacia la cárcel. Eso es el antiguo estacionamiento. Como ahora lo cerraron, están entrando por delante, por la cortina, en donde hasta hubo un incendio. Se suben a los expedientes y de allí a los techos, para bajar a los negocios”, explicó Fernández.
Las 5 reparaciones en el cielo raso del local de Lastarria 438, en donde se expende accesorios para motos, certifican sus palabras.
En diciembre de 2009 entraron en cuatro oportunidades. Este mes “llevo dos; y eso es porque en la noche, prácticamente, no hay vigilancia. Los árboles que hay acá facilitan, porque todo está más oscuro”, es su denuncia y queja.
-¿Han tenido algún resultado sus denuncias?
– Nada. Yo hago las denuncias y nunca más me preguntan nada. Anoche (de martes para miércoles) me intentaron robar de nuevo
PIDE MÁS PROTECCIÓN
Adriana Bustos pide que las autoridades les protejan
“Parece que acá no hay mucha vigilancia policial. Aquí, en la noche queda desprotegido. Además acá hay mucha gente vagabunda que se viene a dormir ahí, porque la cortina está podrida y es fácil abrirla. No sé qué están esperando para sacar todo eso”, es su comentario.
Los nuevos dueños de la ex cárcel
El Seremi de Bienes Nacionales, Cristian Pavez, reconoció que los 9000 mil metros cuadrados de la ex cárcel son de responsabilidad de su cartera.
Un cuarto, algo así como 2000 metros cuadrados, fueron cedidos al Poder Judicial. Allí se construirá los tribunales del trabajo, civiles y de familia.
Eso, explicó, ya está listo, por lo que sólo queda gestionar los recursos para la concreción del proyecto.
El Ministerio de Justicia también está interesado en una parte del terreno. Su intención es ubicar allí la Secretaría Regional Ministerial de Justicia, Gendarmería de Chile y otros servicios de su dependencia. “Esa destinación todavía no está decidida”, afirmó Pavez.
Un tercer paño sería para inversionistas privados
RESPONSABLE
-Hay muchos reclamos por los robos que se hacen a través del predio de la cárcel. Y las murallas pueden causar una tragedia. ¿Qué van a ser por mientras?
-El Poder Judicial ya tomó posesión de ese predio. Ellos lo están administrando. El sector que da a Lastarria es justamente el que se le entregó al Poder Judicial. La que tiene que ver con eso es la Corporación Administrativa del Poder Judicial
El jefe de esa repartición, Ricardo Fernández, no se encontraba ayer en Rancagua; por lo que una funcionaria señaló que, probablemente hoy se referiría a las medidas que se va adoptar para evitar, por ejemplo, que la vetusta muralla caiga sobre algún transeúnte, y que el lugar siga convertido en el pasadizo de los ladrones.
Dormitorio de vagabundos
En un aparcadero, ¿autorizado?, y en un dormitorio de vagabundos o en situación de calle, está convertido hoy el ingreso a la ex cárcel de Rancagua.
La mugre abunda, porque en ese lugar esas personas no sólo pernoctan, sino que también comen y hacen sus necesidades biológicas.
Alrededor del mediodía de ayer, una mujer dormía plácidamente en la improvisada alcoba.