Flor Vásquez
La obesidad se ha transformado en una epidemia mundial. Chile no es la excepción. Al contrario, nuestro país presenta altas tasas de obesidad, no sólo en adultos, sino que también en niños.
La situación es preocupante, porque ya está comprobado que el exceso de peso es un factor de riesgo para diversas enfermedades, entre éstas la hipertensión arterial, diabetes, patologías cardiovasculares, algunos tipos de cánceres y varias otras. Es decir, tener un peso normal no es sólo un asunto de estética, sino que una condición necesaria para la salud.
Ante esta problemática, los crecientes índices de obesidad y su impacto en la salud, además del alto porcentaje de fracasos de los tratamientos médicos para la reducción de peso, ha surgido en la última década la cirugía de obesidad como una buena alternativa para tratar a los grandes obesos o a quienes a raíz del sobrepeso tienen enfermedades asociadas.
En Rancagua, el Hospital Clínico Fusat tiene un programa de obesidad y desde hace unos cuatro años están realizando cirugías para tratar esta enfermedad. Hasta ahora se ha operado a unos 500 pacientes, la mayoría de ellos beneficiarios de Fusat, que corresponden a trabajadores de El Teniente, ex trabajadores y sus cargas familiares. Sin embargo, el programa también está abierto a personas que deseen someterse a la cirugía en forma particular.
No obstante, hay que recalcar que la cirugía aparece como última alternativa. Es decir, lo ideal es primero prevenir el sobrepeso y la obesidad, especialmente en los niños, promoviendo buenos hábitos de alimentación y fomentando la actividad física.
TIPOS DE CIRUGIAS
El doctor Tomás Araneda Oses, cirujano de Fusat e integrante del equipo médico a cargo de las cirugías de obesidad, señaló que a raíz del gran número de personas afectadas por exceso de peso dentro de la población beneficiaria se inició el Programa de Obesidad, contemplándose en primera instancia tratamiento médico con pautas de alimentación y ejercicio físico; y como una segunda opción la cirugía para aquellos pacientes en que esté indicada.
“Acá en el Hospital Clínico Fusat –señaló el médico- se realiza toda la serie quirúrgica, es decir el by-pass gástrico, la gastrectomía en manga, gastroplastía con banda, todas por vía laparoscópica; y además se colocan balones gástricos”.
Explicó que las cirugías tienen dos mecanismos de acción, uno restrictivo y uno de mala absorción. “El by-pass es una cirugía mixta, por un lado reduce el paso de los alimentos y por otra disminuye la absorción. En el caso de la gastrectomía, se reseca aproximadamente el 80 por ciento del estómago, dejando el estómago tubular, de una capacidad de 150 a 200 centímetros cúbicos (capacidad normal es de aproximadamente un litro y medio”.
“La banda gástrica o gastroplastía con banda consiste en colocar un dispositivo, una especie de anillo, en la parte superior del estómago, que restringe el paso de los alimentos”.
Agregó que este tipo de cirugías son irreversibles, a excepción de la banda gástrica, que se podría retirar. “En cambio, el by pass y la gastrectomía en manga son cirugías definitivas”.
– ¿Por qué en la última década ha aumentado en forma significativa el número de pacientes que se somete a una cirugía para bajar de peso?
– La obesidad es una epidemia a nivel mundial. En Chile, aproximadamente el 27 por ciento de las mujeres son obesas; y en los hombres, el 19 por ciento presenta obesidad. La obesidad es un problema importante, multifactorial, en que hay involucrados factores genéticos, del medio ambiente, que son difíciles de abordar. Además, la obesidad está asociada a múltiples enfermedades; incluso ser obeso como factor de riesgo es más importante que fumar. Las personas obesas tienen en promedio 12 veces más probabilidad de morir que los no obesos. La obesidad se asocia a problemas cardiovasculares, como la hipertensión arterial, enfermedad coronaria; metabólicos como la diabetes y la dislipidemia; problemas articulares como la osteoartritis y algunos cánceres, como cáncer de mamas en la mujer. Por ello, por ser una enfermedad muy frecuente, que tiene tantas complicaciones a largo plazo, se ha buscado tratamientos efectivos para controlarla. Los tratamientos médicos a base de régimen, algunos fármacos y acondicionamiento físico, en general no tienen más allá de un 10 a 20 por ciento de éxito al año plazo, con el problema que la persona recae y vuelve a engordar.
– ¿Por qué se recupera tan fácilmente el peso perdido?
– En general, las personas adelgazan porque dejan de comer, no hay ningún otro secreto; pero al año se aburren, dejan la dieta y recuperan a veces más peso que el que habían bajado.
– ¿Con la cirugía no se produce ese efecto de recuperación del peso?
– Con la cirugía, la baja de peso que produce en el tiempo, en la mayoría de los casos se mantiene; sobre el 80 por ciento de los pacientes operados mantiene la baja, porque la cirugía produce cambios fisiológicos permanentes, la gente no puede comer mucho porque se la ha sacado gran parte del estómago.
NO TODOS SE PUEDEN OPERAR
– ¿En que pacientes está indicada la cirugía?
– En los pacientes que tienen un índice de masa corporal mayor de 35, asociado a alguna enfermedad, como hipertensión arterial, diabetes u otra patología. También, en personas con un índice de masa corporal mayor de 40, que son las que presentan lo que se llama obesidad mórbida. En ese grupo de pesroinas está indicada la cirugía.
– ¿Cómo se define la obesidad?
– Se define a través del índice de masa corporal (IMC), que es la relación entre el peso expresado en kilos, dividido por la talla en metros al cuadrado. Cuando el índice es mayor de 30 la persona es obesa; entre 25 y 29 está en sobrepeso.
– ¿En que otros pacientes está indicada la cirugía?
– En aquellos que han fracasado en el tratamiento médico para bajar de peso y que no tengan contraindicaciones para la cirugía. Las contraindicaciones más importantes son las de carácter siquiátricas: pacientes con alcoholismo, dependencia a drogas y trastornos mentales graves; o una enfermedad muy importante, una patología cardiovascular invalidante en que no se pueda operar por el riesgo quirúrgico.
– ¿Se hace una evaluación previa de los pacientes a operar?
– Sí, se hace una selección y los pacientes que cumplen con los requisitos para la cirugía son evaluados por un equipo multidisciplinario que incluye nutriólogos, nutricionistas, psiquiatra y cirujano. Luego de un periodo de observación, se ve si los pacientes son capaces de cumplir un programa de alimentación. Finalmente, si el equipo determina que son buenos candidatos pasan a la segunda etapa que es la cirugía. Los fracasos de la cirugía se producen porque no hubo una buena evaluación del paciente.
– ¿Cómo se determina el tipo de cirugía que se realizará?
– La selección de la técnica quirúrgica depende del grado de obesidad, de las enfermedades asociadas y de la decisión de los pacientes. En general, a los obesos mórbidos diabéticos se les realiza un bay pass gástrico; y a personas jóvenes o mayores, con índice de masa corporal más bajo se les realiza una gastrectomía en manga. La tercera técnica que mencionamos corresponde a la banda gástrica, que se está realizando menos, ya que hay más fracasos, puesto que exige mucho compromiso y disciplina de los pacientes. Esta última cirugía (colocación de banda gástrica) es la que tiene menos riesgos; es una buena alternativa para mujeres jóvenes que tienen hijos pequeños, en que debe hacerse la cirugía menos riesgosa.
– ¿Cuántos pacientes se han sometido a cirugía de obesidad en el Hospital Fusat?
– Hemos operado más de 500 pacientes, con muy buenos resultados. El promedio de baja de peso en la población nuestra es de aproximadamente el 80 por ciento del exceso de peso. El éxito de la cirugía se basa en algunos parámetros: que los pacientes logren bajar más del 50 por ciento del exceso de peso, a un índice de masa corporal menor de 30: que controlen sus enfermedades asociadas y que mejore su calidad de vida.
– ¿Quiénes se operan más, hombres o mujeres?
– La mayor demanda corresponde a mujeres, quienes en general se muestran más dispuestas a hacer cambios.
– ¿El by pass gástrico es la cirugía más compleja de la serie?
– Efectivamente, es la cirugía más compleja, que produce cambios más importantes en la fisiología digestiva, es la más riesgosa y es la que más se ha realizado en el mundo. En este momento se está haciendo cada vez menos by pass, por una decisión personal de los pacientes, que desean cirugías con menos riesgo quirúrgico y que no produzcan tantos trastornos fisiológicos. Con la gastrectomía en banda se han visto tan buenos resultados que la gente la prefiere.
– Tras la cirugía, ¿a los pacientes se les indica ingerir vitaminas, considerando que reducirán su alimentación?
– Todos los pacientes operados, al primer control quedan con suplementos poli vitamínicos, por lo menos hasta que coman en forma normal. En el caso de los sometidos a un by pass gástrico, como disminuye la absorción, puede aparecer trastornos nutricionales y déficit de vitaminas. Por ello son importantes los controles médicos tras la cirugía.
– ¿En qué casos está indicado el balón gástrico?
– El balón se utiliza en forma transitoria, no más de siete meses. En general lo usamos en pacientes súper obesos que requieren bajar de peso, unos 20 kilos, para después someterse a una cirugía definitiva. El balón se coloca dentro del estómago y se llena con un líquido.
– ¿Qué caso le ha impactado?
– Tuvimos un paciente que pesaba 180 kilos; con el bypass gástrico bajó 90 kilos.
– ¿Han tenido fracasos?
– Sí, en general pacientes que no han sido bien seleccionados. No cumplen las indicaciones y después empiezan a “picotear”, a comer golosinas. Luego de estas cirugías, en general las personas pueden comer de todo, pero en poca cantidad.
El “antes” y el “después” del alcalde de Nancagua
Eduardo Escanilla, alcalde de Nancagua, se sometió a un by pass gástrico en septiembre de 2002. En plena época de Fiestas Patrias. El día antes de operarse le correspondió inaugurar las fondas y ramadas. A modo de despedida se comió ¡36 empanadas!.
El edil cuenta que en ese entonces pesaba 130 kilos y que tras la cirugía bajó 69 kilos. En el último tiempo ha subido un poco y ahora bordea los 80 kilos. Asegura que la cirugía le cambió la vida.
Respecto de cómo tomó la decisión de operarse contó que en esos años “era muy amigo del alcalde de Cartagena, Luis García”, con quien en los congresos, a la hora de comer, competían por los platos y postres.
Un día le informaron que el entonces edil estaba internado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica, donde se le había realizado un by pass gástrico. Lo fue a ver y ahí se encontró con el cirujano que lo había operado. El médico, al observar al corpulento alcalde de Nancagua, le sugirió que se realizara algunos exámenes. Los resultados no eran nada de buenos: colesterol alto y glicemia también alta. El cirujano lo convenció para que se operara y a modo de broma le dijo que estaba ofreciendo precios especiales para los alcaldes. “En ese tiempo se operaron los ediles de Valparaíso y de Vitacura”, acotó Escanilla.
“A los diez días –añadió- estaba operado. Me cambió la vida”