Alexis Apablaza Campos
Fotos: Juan Pablo Méndez
Su llegada era un secreto a voces. Primero se dijo que sería el “tapado” de la Noche Celeste, pero tal como informó Deportes de El Rancagüino hace una semana, complicaciones con la negociación entramparon todo. Mientras él seguía entrenando en Palestino, no tenía tapujos en reconocer que quería llegar a Rancagua. Incluso el mismo Roberto Hernández admitió que lo quería.
Desde Cuevas 51 prefirieron actuar con cautela la semana pasada, porque existía el temor que un equipo capitalino llegara con una oferta mayor y se los “levantara”. Así con el acuerdo listo, todo indicaba que a más tardar el viernes 22, Francisco Ibáñez llegaba a Rancagua, pero los problemas con la calendarización del duelo entre O’Higgins y Universidad Católica dejaron en compás de espera su llegada.
Definitivamente fue ayer el día en que “el Paco” se vistió de celeste. Durante la mañana estuvo en La Gamboína para conocer a Roberto Hernández y a sus nuevos compañeros para pasado el mediodía, protagonizar la presentación oficial ante los medios de comunicación.
Delantero neto, formado en Palestino, que el 2007 estuvo en el Deportivo Temuco de Eduardo Bonvallet, tuvo su momento de gloria el 2008 cuando llegó a la final del Clausura con los árabes, donde anotó 10 goles. Sin embargo, el 2009 no fue tan próspero. Con el cuadro de colonia sólo marcó siete goles en todo el año (cuatro en el Apertura y tres en el Clausura), pese a que a mediados del semestre anterior estuvo a un paso de irse a la Universidad de Chile.
¿EL ÚLTIMO PASAJERO?
En su primer contacto con la prensa, “el Paco” comentó lo bien que se siente por esta llegada. “Contento, esperando que me vaya bastante bien. Llegué justo antes de que el equipo debutara, teniendo la suerte, pero ahora hay que sacrificarse entrenando para optar por un puesto. Llego a una muy buena plaza, siempre peleando por instancias finales, por lo que es un muy bonito desafío”, declaró.
Algo que sorprendió a los medios apostados en Cuevas 51 ayer fue saber que Ibáñez no viene directamente de Palestino, hace sólo un par de días su pase fue comprado por el Atlante de México, club que se lo cedió a O’Higgins. Mientras el jugador comentaba esta situación, aprovechó para aclarar sus anhelos en Rancagua: “tratar de hacer la mayor cantidad de goles posible, salir bien potenciado y llegar de la mejor forma al extranjero. La idea también es dejar la mejor impresión acá”.
En cuanto a las condiciones de su llegada, el delantero viene al Capo de Provincia por un año, pero con una cláusula que lo haría salir a los seis meses de común acuerdo entre los celestes y los mexicanos, lo que puede ocurrir si es que el hombre que reconoció que su mayor habilidad es la “pelota dominada encarando”, logra una buena campaña en el presente torneo.
Pero, ¿es Ibáñez el último refuerzo? Todo inicialmente en O’Higgins decía que sí, pero eso es algo que desde Cuevas 51 no se atreven a confirmar, considerando dos cosas: que tienen hasta un día antes de la quinta fecha para hacer incorporaciones y que en caso de que algunos lesionados no se recuperen pronto, el cuerpo técnico puede pedir algo más.