“Bastante cansada”, por el trabajo que ha implicado montar la obra, Constanza Cale dice estar tranquila. La noche del lunes, se realizó un pre estreno del montaje “Sewell”. Y del cual, Cale explicó vía telefónica a El Rancagüino el resultado.
¿Cómo surgió la idea de montar una obra como “Sewell”?
“A fines del 2008, cuando terminamos nuestra primera temporada como compañía, con la obra “Gabriela”, nos planteamos que obra hacer más adelante. Y había varias opciones, pero lo que más nos intereso fue tratar la historia del campamento minero, pero con la característica de aplicar harta música. Darle una mayor importancia”.
El nombre de la compañía es Teatro del Homenaje de Chile. “Originalmente, estaba integrada por cuatro actores. Más Gonzalo (Montecinos), en producción y visuales y Felipe Espinoza, en música. Pero se han integrado más actores y más músicos. Y ahora somos un equipo de alrededor de 16 personas.
¿Quién escribió el guión de la obra?
-“Eso es parte de la asociatividad que se hizo en el proyecto, que integran la Compañía Tiarte, la actriz Pelusa Ruz y el dramaturgo Gabriel Bosque. Él escribió la obra, en base a toda la investigación que hicimos entre todos, más las improvisaciones de los actores y los músicos”.
En rodaje
La noche del lunes, el grupo hizo un “ensayo general con público”, en palabras de la directora. Explica más a fondo Cale. “Habíamos tenido varias dificultades técnicas durante el fin de semana. Entonces, no nos atrevíamos a llamarlo una función. Pero estuvo bastante bien. Hay algunas cosas por resolver. Y esperamos que hoy (ayer) se logren saldar”.
Agrega la directora. “Pero lo más satisfactorio, se podría decir, fue la cantidad de público. Había mucha gente. Y los espectadores estaban contentos, emocionados con la obra. Fue una buena partida, con harta fuerza. Y un gran momento”.
Sewell tiene una carga histórica, no sólo para la región, sino que para el país. ¿Cómo fue la ambientación que realizaron?
-“En cuanto a la escenografía, principalmente se trabajó con el concepto de las escaleras. Y se trabajó con espacios de múltiples usos. Por eso, la escenografía es giratoria. Y ofrece un espacio que haba más de los exteriores, de las montañas y de las mismas escaleras. Y otro que habla de los interiores, de los camarotes, o de las casas por dentro. Ese mismo espacio va jugando, y se puede mostrar los túneles de la mina, jugando con las luces. Porque se hace un recorrido histórico amplio. Entonces, tenía que ser una abstracción de todos los espacios, para que pudiera ser útil en el momento de narrar cada uno de los pasajes del montaje. No fue una creación tan realista, en ese sentido”.
Respecto a la puesta en escena, ¿quedó contenta con el resultado?
-“Hay cosas que resolver. Temas del sonido y algunos efectos visuales. Y ya nos hemos asesorado por expertos. El tema del sonido es complicado, ya que tenemos ocho actores cantando en el escenario, más cuatro músicos, que están a un costado del escenario. Entonces, conjugar eso, a veces se complica. Pero con el trabajo de mi equipo, saldremos adelante”.