Por: Alvaro Rivera E.
Fotos: Nico Carrasco
“Es el primer robo del año. Ya nos tienen de ‘caseros’”, dijo con resignación la encargada de la comunidad Capilla Nuestra Señora del Pilar, Irene Ilabaca. La señora Irene se dio un tiempo, y mostró a El Rancagüino el último hecho delictual que afectó al lugar de oración, ubicado en Avenida Central esquina Sarmiento, en la Villa Triana: un ventanal lateral roto, realizado con claras intenciones de entrar a la capilla. Acompañó a Ilabaca, Pablo Blamey, hijo del Diácono Permanente de la capilla, Patricio Blamey.
“No sé que más quieren robar. Esta es la primera vez en el año. Pero ya el 2009, sufrimos cuatro entradas. Esa vez, el salón contiguo a la capilla fue el más perjudicado”, explicó Blamey.
Esto fue corroborado vía telefónica por su padre, Patricio. “Se llevaron un balón de gas, una loza que mantenían algunas de las señoras que usan el salón, para algunos talleres de oración”.
Los fieles, en su desesperación, instalaron unos focos con sensores de movimiento, con la ayuda de la junta de vecinos. Pero esto no ha sido suficiente. “También tenemos línea directa con Carabineros, quienes frecuentemente hacen rondas, por el plan cuadrante. Ellos vinieron a ver el último destrozo del vidrio”, dijo Ilabaca.
Un historial delictual
Ya el año 2009, la capilla había sufrido cuatro ataques. Pero uno, muy significativo: unas cruces invertidas, pintadas en la entrada con asfalto, dejaron atónitos a los fieles. “Imagínese: para nosotros fue chocante. Ya lo que usted ve es casi nada, en comparación a como lo habían dejado los vándalos”, recordó la encargada Ilabaca.
Añadió Pablo Blamey. “Lo que más nos afectó fue el corte de la alarma. Antes, podíamos saber si alguien había entrado al lugar. Ahora, ni eso sabemos. Así que aprovecho esta oportunidad de decirles a la comunidad y a los vecinos, que si observan movimientos raros, avisen a Carabineros. Es la única manera de combatir a los maleantes”.
De hecho, en el lugar no queda nada de valor guardado. “El Misal me lo llevo yo, la imagen de la Virgen está guardada en otra casa. Y así lo hemos tenido que hacer”, dijo resignada Ilabaca. Un completo equipo de sonido —que se utilizaba en las eucaristías y ceremonias—, es el implemento que más sienten haber perdido los fieles de la capilla, por causa del vandalismo.