Alexis Apablaza Campos
Fotos: Marco Lara / Héctor Vargas
Lo que más había en el Estadio El Teniente era un clima festivo. Por algo llegó el doble de público que el domingo, cuando los celestes golearon por 5 a 1 Audax Italiano. Es que el ambiente se olfateaba la opción de que la punta se podía quedar en Rancagua, más sabiendo que O’Higgins dependía de sí mismo.
Por el otro lado, estaba Universidad Católica. Los Cruzados venían dolidos y con un cambio de estructura del once que perdió con Cobresal, por lo que una segunda caída consecutiva parecía como un dolor bastante fuerte para el equipo de Marco Antonio Figueroa, que llegó al ‘Fortín’ con toda la ilusión de no tener más tropiezos.
Desde el principio quedó claro que sería un partido duro, con bastante disputa en las áreas. A los 6’, Harbottle tomó el balón y se sacó “a Raimundo y medio mundo” de la defensa cruzada para meterse al área, y con disparo al palo cambiado, sorprendió a Garcés que sólo atinó a suspirar al ver cuán cerca iba esa pelota de su portería.
Los visitantes reaccionaron a los 24’: Mena probó a 20 metros del área, tras un rechazo de la defensa celeste, pasando su disparo levemente desviado de la portería de Elduayén que pese a su estirada, no alcanzó a controlar. La última de los visitantes en la primera etapa, luego de una farra de Morales en el área, fue a los 45’, cuando Toloza centró y “Jey Jey” mandó su cabezazo por sobre el segundo palo de los locales.
En tanto que la más clara de O’Higgins fue a los 27’, cuando ‘el Pupi’ Vásquez pasó por la banda derecha, vio a Harbottle centralizado para habilitarlo, “el Gringuito” encaró, enganchó y probó de zurda para estrellar el vertical, luego tendría un remate que vuelve a pasar cerca, intimidando a la estantería visitante.
El término del primer tiempo establecía un partido que por momentos tuvo acciones interesantes, pero que a su vez marcaba muchas acciones de medio campo y haciendo que la mayoría de las acciones de peligro se generaran desde la media distancia, puesto que las defensas salieron bastante aplicadas. Parecía que Hernández y Figueroa sabían que la fortaleza de ambos estaba en la profundidad en ataque, más cuando Harbottle seguía demostrando el gran momento que está pasando.
VOLVIÓ LA ILUSIÓN
O’Higgins salió a buscar con todo la apertura del marcador desde el arranque, prueba de ello fue que al minuto de juego, Vásquez encontró un espacio por derecha, desbordó y sorprendió a Garcés con un potente remate, que el golero sólo logró controlar una vez que perdió pie y que retrocedió un par de centímetros.
Mientras que a los 49’, Morales recibe habilitación de Mena en plena área chica, intenta darle al balón a media altura, pero los puños de Elduayén despejaron el peligro; algo que fue aprovechado por el Capo de Provincia para generar la contra: Harbottle —como toda la tarde— probó desde afuera, inquietando a Garcés que sólo la vio pasar cerca.
La acción que había en la cancha demostraba que el segundo tiempo era bastante más intenso que el primero, con ello quedaba claro que era un partido abierto en el cual un error podía ser fatal para la realización del fútbol. Así a los 56’ Vranjicán se metió en el área por izquierda, quedó mano a mano con Elduayén y al rematar, el uruguayo con el pie, envió el balón al corner.
De ahí en adelante, el partido comenzó a tener a O’Higgins como único protagonista. A los 60’ Gutiérrez la peina de cabeza en el área tras un corner, un defensa cruzado despeja mal porque el balón da en Villaseca que la baja y prueba esquinado al segundo palo de Garcés que tuvo que extremar recursos para controlar.
A esas alturas la arenga era clave en el estadio, los hinchas celestes confiaban en que se podía abrir el marcador y el típico cántico: “ohh O’Higgins hace un gol…”, sonaba cada vez con más fuerza; mientras en Universidad Católica había desesperación por no encontrar la llave, ante lo cual Figueroa cometió un error fatal: hacer todos los cambios en menos de cinco minutos.
Hasta que llegó el 68’: Harbottle toma el balón en el extremo derecho de la media cancha, pegado a la línea, se le ve muy marcado, pero de todas formas se saca a Mena y Ormeño para seguir su rumbo, cuando se acerca a tres cuartos de cancha, mira hacia el centro y pica el balón para que desde atrás llegue Enzo Gutiérrez que totalmente libre se mete al área, ante la salida de Garcés se la pica con total tranquilidad para abrir la cuenta y desatar el delirio en El Teniente, los abrazos y aplausos que en Rancagua eran esquivos, precisamente de hace un año, cuando O’Higgins derrotó a este mismo rival por 3 a 1 en dicho recinto, momento en que el cuadro celeste se metía en la pelea por los puestos de avanzadas, pero luego no hubo más alegrías en todo el 2009.
El resto del partido fue de un dominio claro del Capo de Provincia, que vio como su rival había quedado totalmente noqueado tras el gol, por ello los desbordes de Opazo por derecha y de Ojeda por izquierda hacían daño, quedando incluso la sensación por algunos pasajes, que si O’Higgins hacía más daño, podía aumentar las cifras.
La muestra de aquello se dio a los 73’, cuando Villaseca con el balón desde antes de la medialuna de la cancha vio adelantado a Garcés y optó por darle desde ahí, recordando aquellos goles que el histórico Raúl Roque Alfaro había convertido al mismo rival en dos ocasiones a principios de los 90, aunque esta vez el portero de Católica alcanzó a reaccionar para enviar al corner.
De todas formas, el equipo de Figueroa tuvo un atisbo de reacción y en los minutos finales intentó irse con todo sobre la portería del “Vikingo” aunque con más ganas que fútbol, así la más clara fue una habilitación de Morales para el recién ingresado y ex celeste, Fernando Meneses, que probó en plena área chica, pero no pudo ante el certero despeje de Elduayén que mandó al tiro de rincón.
Así el final del partido sirvió para ver abrazos, aplausos, escuchar el himno de O’Higgins nuevamente y, por sobre todo, volver a ver la ilusión de quienes siguen el Capo de Provincia: ¡O’Higgins puntero!, algo que no pasaba desde la novena fecha del Clausura 2007, con lo cual el equipo rancagüino se queda sólo en lo más alto con 12 puntos.
Ahora se viene la visita a Unión San Felipe el domingo en el Valle del Aconcagua, ello con un O’Higgins sabiendo que tal como lo dijo su técnico en la previa: “lo fácil es llegar a lo más alto, lo difícil es mantenerse ahí”.