Por: Felipe Alvear Silva
A una pena de seis años de presidio mayor en su grado mínimo de cumplimiento efectivo, a las inhabilitación perpetua para cargos y oficios públicos y a la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, fue sentenciado el ex auxiliar del Colegio Emma Escobar de Lagos de Rengo, Jorge Omar Abdón Ramírez Flores, sentenciado como autor de tres delitos de abuso sexual en contra de tres personas menores de edad que estudiaban en el colegio donde trabajaba.
La resolución fue conocida el pasado viernes en el juicio oral realizado en el Tribunal Oral de Rancagua, donde el fiscal Servando Pérez presentó las pruebas que permitieron dar por acreditados los hechos y la participación de Ramírez Flores como autor de los delitos, cometidos entre los años 2007 y 2008. Entre las pruebas de cargo entregadas por el Ministerio Público, el tribunal consideró el testimonio de las tres menores afectadas, el de las madres de las víctimas, y de las psicólogas que tuvieron contacto con las victimas con posterioridad a los delitos cometidos por el ex trabajador del colegio renguino.
El ahora sentenciado se mantenía en prisión preventiva desde el día del control de detención realizado durante el año 2008, cuando fue denunciado por la última víctima de sus abusos. Las afectadas y sus familias han permanecido con apoyo de la Unidad de Protección de Víctimas y Testigos de la Fiscalía Regional, desde que se conocieron los abusos cometidos por Ramírez Flores.
Los delitos del auxiliar renguino
Según la información entregada por la Fiscalía Local durante el día de la condena, Jorge Ramírez Flores abordó a la primera de sus víctimas durante el mes de junio del año 2007. En aquella ocasión el acusado se encontraba presenciando un ensayo de baile en el colegio, momento que aprovechó para trasladar a la menor de edad hasta una oficina del colegio donde realizó actos de connotación sexual.
Un año más tarde, el ex auxiliar del Colegio Emma Escobar de Lagos, llevó a su segunda víctima hasta un lugar apartado del establecimiento educacional donde realizó el delito sexual y posteriormente la amenazó diciéndole que si lo acusaba haría lo mismo con su hermana menor, que también estudia en el colegio.
Cuatro meses más tarde, es decir en octubre del 2008, un tercer hecho fue denunciado por la víctima, lo que destapó la polémica que posteriormente hizo caer al hoy sentenciado por abuso sexual. Aprovechando que una de las alumnas acompañaba a su madre que realizaba estudios nocturnos, el ex auxiliar trasladó a la menor de edad hasta la cocina e intentó realizar con ella las mismas barbaridades que había realizado antes con sus compañeras. Pero esta vez la niña logró arrancar y denunciar el hecho, que posteriormente dio pie a que se conocieran las otras dos situaciones.