Por Luis Andrés Soto
Una compleja situación se vivió en la costa de la sexta región. Pichilemu habría sido una de las comunas más afectadas por el movimiento sísmico.
El nivel del mar aumentó considerablemente, fuentes en la ciudad Pichilemu comentaron que las marejadas habrían cubierto gran parte del borde costero. Las olas, incluso, habrían llegado a las cercanías del Supermercado Punto 9.
La mayoría de la gente, tanto habitantes como turistas lograron dispersarse en lo sectores de los cerros de la comuna.
Por lo pronto, se espera un éxodo masivo de turistas de la zona, por lo que se llama a la calma a la gente y no agolparse entre las multitudes.
Las zonas de Cahuil, Matanza y Portecillo estarían en gran parte inundadas y la comunicación terrestre sería sumamente complicada.
Hasta el momento sólo se temen desgracias materiales y no humanas, aunque preliminarmente se habla de dos desaparecidos en la zona. El poder del sismo, inclusive, provocó que un par de botes pesqueros quedaran ubicados en la plaza.
Casas antiguas de Machalí no soportaron los embates del Terremoto
Hugo Soto Riquelme, Texto y fotos
Un paisaje desolador dejó el Terremoto en algunas casas de Machalí, especialmente en las edificaciones de adobe localizadas en distintos sectores de la comuna. La mayoría de las construcciones no aguantaron los embates de la catástrofe y prácticamente en el mismo momento cayeron a tierra.
Según lo constatado en las calles, algunas construcciones debieron ser asistidas por Bomberos para sacar la gran cantidad de escombros que quedaron en el lugar, tras el sismo que ocurrió cerca de las 3:40 de la madrugada de ayer. Techumbres y parte de las paredes de las añosas casas, cedieron ante el impacto provocado por el movimiento telúrico que no tuvo compasión con los hogares de los machalinos.
Tras un recorrido por el lugar, los sectores más afectados fueron las calles aledañas al cementerio, Pisagua, Miraflores y parte de la Avenida San Juan. En estas zonas, las construcciones de adobe se vieron perjudicadas enormemente, debido a que el movimiento sísmico echó abajo a las casas de materiales menos sólidos. En tanto, las edificaciones más nuevas soportaron los embates del cataclismo.
De acuerdo a lo informado por el Sargento Héctor Escobar, de la subcomisaria de Machalí, hasta antes del cierre de esta edición, el total de damnificados llego a cinco familias, además de un herido con lesiones leves. El reporte entregado por el Sargento Escobar no consideró muertos, ni lesionados de gravedad en Machalí.
El policía uniformado indicó que al momento de iniciarse el Terremoto no había detenidos en la Subcomisaria, además de precisar que el recinto policial presentó algunos daños de trizadura de vidrios en la fachada. Escobar sostuvo que la mayor parte de los afectados pernoctaba en habitaciones de adobe, las cuales no resistieron la onda expansiva del gran temblor.
Carpas afuera de las casas
El temor a nuevas réplicas, hizo que una de las vecinas de Machalí se instalara afuera de su casa, ubicada en la esquina de San Juan con Huascar, debido a que parte de las paredes cayeron al instante. Los daños fueron evidentes en el living, un dormitorio y especialmente en el baño, donde el calefont quedó totalmente doblado.
Genoveva, la vecina afectada, cuenta que debió instalarse con su carpa en el frontis del hogar, por miedo a que la estructura caiga en cualquier momento, ya que está compuesta por adobe. “Las paredes quedaron agrietadas, entonces no sabemos qué tan seguro puede ser quedarnos adentro”, asegura.
La mujer relata que parte de sus enseres cayeron al suelo, pero lo que más le complicó fue el desprendimiento de la pared que comenzó a derrumbarse en ciertas zonas. “Toda la casa estaba en el suelo, los televisores se hicieron trizas. Lo que más nos afectó fue la pared, no sabemos si está estable o no”, aclara la machalina luego del desastre.
Tras el terremoto, Genoveva agrega que por el momento está más tranquila y que dormirán en la carpa para prevenir cualquier derrumbe mayor. “Estoy más calmada, asustada con las replicas, pero gracias a Dios estamos bien y juntos, lo demás son pérdidas materiales que se podrán recuperar”.