Flor Vásquez
Fotos: Nico Carrasco
La sangre es un tejido vital. De hecho, todos los órganos del cuerpo humano funcionan gracias a la sangre que circula por arterias, venas y capilares. Por eso, su pérdida pone en riesgo la vida de una persona, siendo muchas veces necesario realizar una transfusión sanguínea.
Circunstancias como algunas cirugías, hemorragias y otras situaciones requieren contar con sangre o algunos de sus componentes (plasma, glóbulos rojos, plaquetas) para reponer en el paciente lo que éste ha perdido y salvarle la vida.
Por la importancia de contar con un stock de este importante elemento, los principales hospitales y clínicas cuentan con un banco de sangre donde se reciben las donaciones. En Rancagua existen dos bancos, el del Hospital Regional y el del Hospital Clínico Fusat.
Natalia Sills, tecnóloga médica del banco de sangre del Hospital Regional, indicó que el problema que enfrentan es la falta de donantes voluntarios; agregando que la mayor parte de la sangre que procesa ese banco corresponde a la llamada de reposición, que es la donada por los familiares o amigos de los pacientes hospitalizados.
Debido a la falta de donantes, en varias ocasiones el stock de sangre ha descendido a cifras bajísimas, como hace aproximadamente un mes en que el banco de sangre del principal hospital público de la región contaba con sólo 10 unidades (bolsas) de glóbulos rojos.
Por ello, el personal del banco ha tenido que organizar algunas campañas o “colectas” en universidades e institutos de educación superior, apelando a la solidaridad de los jóvenes estudiantes. Hace unos días se realizó con bastante éxito una actividad de este tipo en Inacap, consiguiéndose que 47 alumnos donaran sangre. “Se presentaron 78 donantes, pero no todos estaban aptos para donar”, señaló la tecnóloga.
PROCESO DE DONACION
La cantidad de sangre de una persona está en relación con su edad, peso, sexo y altura; estimándose que un adulto tiene entre 4,5 y 6 litros de sangre.
A los donantes se les extrae la cantidad de 450 centímetros cúbicos (poco menos de medio litro) y ya a los dos días han recuperado el volumen, en tanto que la cifra de glóbulos rojos demora tres meses en recuperarse. Por ello, hay que esperar ese tiempo para volver a donar sangre.
El banco de sangre del Hospital Regional está ubicado en el segundo piso del sector A (edificio más antiguo) de ese establecimiento. Los donantes deben solicitar un pase en la oficina de OIRS (primer piso) y luego subir al segundo piso. Ya en el banco de sangre debe presentar su cédula de identidad o licencia de conducir, señalar si es un donante voluntario o donará sangre para algún familiar o amigo; también deberá informar su dirección y número de teléfono. Después, la persona debe pasar a la sala de atención de donantes, donde se le controlará la presión arterial, el peso y se le hará un examen para determinar su grupo de sangre. En el caso de las mujeres, se les extrae una gota de sangre para hacer un examen y descartar que tengan anemia.
Luego, el donante pasa a una entrevista con la tecnóloga médica, quien le realiza una serie de preguntas: si ha recibido transfusiones, qué enfermedades ha tenido y otras. “Para ser donante –explicó Natalia Sills- la persona debe estar sana. Alguien que haya tenido hepatitis, que sea hipertenso, diabético o que tenga otra enfermedad, no puede donar sangre”.
Si se determina que el donante es apto pasa a la sala de donación. Allí se le extrae 450 cc de sangre y otra pequeña cantidad, en tres tubos, para realizar los exámenes de clasificación de grupo sanguíneo; VIH (virus del Sida), Hepatitis, Chagas y virus HTLV; y VDRL (Sífilis).
El proceso de extracción de sangre demora entre 10 a 15 minutos, tras lo cual se deja descansar un rato al donante para evitar una eventual fatiga. En general, no presentan ningún problema y se van a la casa con la recomendación que tomen una buena cantidad de líquido, agua, jugo o sopa.
La tecnóloga médica Natalia Sills aseguró que para una persona sana no causa ningún perjuicio donar sangre, sino que al contrario, estimula a la médula ósea a que renueve las células sanguíneas.
TRANSFUSIONES DE SANGRE
Natalia Sills indicó que en los dos últimos meses ha aumentado la demanda de transfusiones de sangre en el Hospital Regional. “Han llegado pacientes con hemorragias digestivas, con sangramientos activos; casos de heridas penetrantes cardiacas; a lo que se suman las cirugías. Un paciente que se somete a operación de prótesis de cadera requiere dos unidades de glóbulos rojos. También requieren transfusión los pacientes con leucemia y algunos casos de insuficiencia renal”.
Agregó que si la sangre extraída a un donante resulta negativa a virus del Sida, Hepatitis, HTLV, Chagas y VDRL, es etiquetada y queda lista para ser usada en los pacientes.
Sin embargo, hay algunos pasos previos.
“Una vez extraída, la sangre pasa a una centrífuga refrigerada para separar los distintos hemocomponentes. De acuerdo a las necesidades es lo que se prepara: glóbulos rojos, plasma y plaquetas. Luego, los diferentes componentes se almacenan en bolsas, a diferentes temperaturas; los glóbulos rojos se dejan en un refrigerador a 4 grados celcuis, el plasma se congela a menos 80 grados y después se deja a menos 30 grados; las plaquetas a temperatura ambiente, 25 grados”, explicó la tecnóloga médica.
La profesional resaltó que las unidades (bolsas) con los distintos componentes se almacenan en refrigeradores especiales, en un primer momento sin serología. “Los componentes que no han pasado por el análisis serológico están separados de los que ya han sido analizados, ello para evitar confundirlos. Hecho el análisis, se procede al etiquetado; el plasma se conserva a menos de 30 grados y queda listo para su uso; puede durar hasta un año. Lo mismo se hace con las unidades de glóbulos rojos, se etiquetan y se dejan en un refrigerador a menos 3 grados Celsius; su duración es de 35 días. Las plaquetas se dejan a temperatura ambiente, pero quedan en un equipo en que se las mantiene en agitación”.
En el caso de las unidades de glóbulos rojos, éstas llevan en su etiqueta, claramente identificado el grupo de sangre y el factor RH (si es positivo o negativo. En los bancos de sangre las unidades más preciadas corresponden al grupo 0 (4), que se conoce como «donador universal de sangre», ya que puede donar sangre a cualquier grupo, pero no puede recibir más que de su propio tipo.
Antes de enviarse desde el banco de sangre una o más unidades para realizar una transfusión a un paciente, se realiza una prueba de compatibilidad. “Toda la sangre que se manda a nuestros pacientes es con pruebas de compatibilidad, en que se procede a cruzar los glóbulos rojos del donante con el suero del paciente, de manera de asegurarnos que los glóbulos rojos que le vamos a transfundir sean compatibles y evitar una eventual reacción. Además, antes de efectuar la transfusión se vuelve a realizarle al paciente un examen de grupo sanguíneo”.
– ¿Qué medidas adoptan cuando baja el stock en el banco de sangre?
– Hace un mes, hubo un día en que teníamos sólo 10 unidades de glóbulos rojos. Es una situación crítica para nosotros, la mayoría de nuestros donantes son de reposición, es decir son familiares de los pacientes quienes vienen a donar sangre. En esa ocasión tuvimos que llamar a los servicios y pedir que insistieran para que los familiares vinieran a donar sangre.
– ¿Se logra una buena respuesta?–
No siempre tenemos la mejor respuesta; hay que considerar que están con toda una carga emocional, producto de que sus familiares muchas veces están graves. Tenemos donantes voluntarios, pero vienen cuando ellos quieren y pueden. Ahora tenemos un stock de unidades gracias a la colecta voluntaria que se realizó en Inacap. Para nosotros lo ideal es sensibilizar a nuestra población a que concurra a donar voluntariamente; un donante voluntario es el más seguro.
– ¿Es habitual la venta de sangre entre hospitales?–
En el caso nuestro, tenemos que priorizar a nuestros pacientes. En Rancagua existen sólo este banco de sangre y el del Hospital Fusat. En caso que no dispusiéramos de sangre tendríamos que solicitarle a un establecimiento de la red asistencial, al hospital de San Fernando.
– Si disponen de stock y alguna clínica privada le solicita sangre, ¿pueden vender un número de unidades?
– Sí, pero hay que aclarar que no se cobra por la sangre misma, sino que por todo su procesamiento, es decir, por los análisis serológicos, clasificación y mantención.
– ¿Qué promedio de donantes tiene este banco de sangre?–
El promedio es variable. En el mes de mayo pasado tuvimos 560 donantes.
– ¿Esa cantidad no es suficiente?–
Depende de las necesidades. Hay periodos en que hay mayor demanda de transfusiones y esa cantidad de donantes no es suficiente. En nuestro banco de sangre tenemos capacidad para recibir a 36 donantes al día, en horario de 8 a 16 horas.
– ¿Qué debe hacer una persona que quera donar sangre?
– Pasar a la oficina de Oirs a retirar un pase para subir al segundo piso; luego debe presentar su cédula de identidad en la ventanilla y venir con las ganas de donar, con un buen desayuno, evitar estar trasnochado, no estar tomando medicamentos al momento de la donación y tener una vena solidaria. Nosotros vamos a continuar con las campañas en diversas instituciones y universidades; y quienes se interesen en colaborar se pueden contactar con nosotros.
– ¿Hubo aumento de la demanda de transfusiones el día del terremoto y los siguientes?– Afortunadamente, el día del terremoto el banco de sangre sólo sufrió daños menores en la infraestructura, pero la sangre se conservó bien y no se cayó ningún equipo. Los días post terremoto no aumentó mucho la demanda de transfusiones de sangre y sí se observó muestras de solidaridad de los rancagüinos, ya que vino una buena cantidad de donantes voluntarios, especialmente jóvenes. Pero sólo fue por esos días. Necesitamos una solidaridad permanente, contar siempre con donantes voluntarios, porque de ello depende la vida de mucha gente.
En el año 2009
Detectan 19 casos de enfermedad de Chagas y 2 de Hepatitis entre los donantes de sangre
A todos los donantes de sangre se les toma muestras para analizarlas y descartar la presencia de infecciones y enfermedades, como virus del Sida, Sífilis, enfermedad de Chagas, virus HTLV y Hepatitis.
Cuando el resultado sale alterado se envía la muestra al Instituto de Salud Pública para que realice la confirmación o el descarte. Si la muestra resulta positiva a alguna de las enfermedades mencionadas, el personal del banco de sangre debe ubicar al donante para informarle de la situación y orientarlo respecto de los pasos a seguir. En ocasiones cuesta ubicar a esos donantes, ya sea porque dieron mal la dirección o porque no acuden a las citaciones.
El año pasado, según las cifras del Banco de Sangre del Hospital Regional, la incidencia de VIH fue de 1 caso confirmado positivo por cada 5 mil donantes. En el caso de la Sífilis, se indicó que no se puede dar una cifra exacta debido a que no se realiza confirmación, aunque se ha observado un aumento de los casos. En cuanto a la enfermedad de Chagas, el año pasado se confirmó 19 casos, cifra relativamente alta, aunque se debe considerar que nos encontramos en una zona endémica. Además, se confirmó 11 casos de HTLV (virus que puede provocar leucemia o mielopatía) y 2 casos de Hepatitis C, no registrándose casos de Hepatitis B durante el año 2009.
No está demás señalar que la sangre de dichos donantes fue descartada para su uso en transfusiones.
Componentes de la sangre
En los humanos y en otras especies que utilizan la hemoglobina, la sangre arterial y oxigenada es de un color rojo brillante, mientras que la sangre venosa y parcialmente desoxigenada toma un color rojo oscuro y opaco. Sin embargo, debido a un efecto óptico causado por la forma en que la luz penetra a través de la piel, las venas se ven de un color azul.
La sangre está formada por las células sanguíneas, que son los glóbulos blancos y que «están de paso» por la sangre para cumplir su función en otros tejidos; los glóbulos rojos o eritrocitos y las plaquetas.
Los glóbulos rojos están presentes en la sangre y transportan el oxígeno hacia el resto de las células del cuerpo.
Las plaquetas sirven para taponar las lesiones que pudieran afectar a los vasos sanguíneos. En el proceso de coagulación, las plaquetas contribuyen a la formación de los coágulos y son las responsables del cierre de las heridas vasculares. Su función es coagular la sangre.
El plasma sanguíneo es la porción líquida de la sangre. Está compuesto de agua, proteínas, sales minerales y otras sustancias necesarias para el funcionamiento normal del organismo y en donde se encuentran «nadando» las células sanguíneas.
Tipos de sangre
Existen cuatro tipos de sangre básicos: A, B, AB y 0. Si a una persona con un tipo de sangre se le transfunde sangre de otro tipo se puede enfermar gravemente e incluso morir, ya que los grupos sanguíneos se clasifican según una franja llamada aglutinógeno que existe alrededor de los eritrocitos, que si capta un grupo extraño de sangre se puede destruir, lo que produce la destrucción del eritrocito, generando una reacción en cadena.
Grupo A, con antígenos A en las glóbulos rojos y anticuerpos anti-B en el plasma.
Grupo B, con antígenos B en los glóbulos rojos y anticuerpos anti-A en el plasma.
Grupo AB con antígenos A y B en los glóbulos rojos y sin los anticuerpos anti-A ni anti-B en el plasma. Este grupo se conoce como «receptor universal de sangre», ya que puede recibir sangre de cualquier grupo, pero no puede donar más que a los de su propio tipo.
Grupo 0 sin antígenos A ni B en las glóbulos rojos y con los anticuerpos anti-A y anti-B en el plasma. Este grupo se conoce como «donador universal de sangre», ya que puede donar sangre a cualquier grupo pero no puede recibir mas que de su propio tipo.
Funciones de la sangre
Una de las funciones de la sangre es proveer nutrientes (oxígeno, glucosa), elementos constituyentes del tejido y conducir productos de la actividad metabólica (como dióxido de carbono).
La sangre también permite que células y distintas sustancias (aminoácidos, lípidos, hormonas) sean transportados entre tejidos y órganos.
Además, transporta mensajeros químicos, como las hormonas; defiende el cuerpo de las infecciones, gracias a las células de defensa o glóbulo blanco; responde a las lesiones que producen inflamación, por medio de tipos especiales de leucocitos y otras células. También, entre otras funciones, cumple la labor de coagulación y hemostasia.
Asimismo, toma parte importante en la regulación de la temperatura del cuerpo, al enfriar los órganos como el hígado y músculos, donde se produce exceso de calor, cuya pérdida del mismo es considerable, y calentar la piel.