-Trascendental visita realizó a la comuna de Cardenal Caro, Sergio Barrientos, Director de Sismología de la Universidad de Chile.
-De acuerdo a las estadísticas, la Región de O’Higgins concentra la mayor cantidad de réplicas tras el terremoto de febrero.
Tania Arce Saavedra
Fotos: Gentileza Municipalidad de Pichilemu
Era jueves 11 de marzo. Y Chile entero se preparaba para ver el traspaso de mando —instancia en que la Concertación dejaba el poder después de 20 años, y Sebastián Piñera a nombre de la derecha— se apoderaba de la piocha de O’Higgins. Cuando faltaban 21 minutos para el medio día, un fuerte sismo, con características de terremoto sacudía nuevamente la zona centro sur del país. Esta vez, el epicentro se situó a 170 kilómetros al sur oeste de Rancagua, exactamente en el corazón de la provincia de Cardenal Caro. 20 minutos más tarde, dos sismos vuelven a alarmar a la población, esto cuando se daba la alerta de tsunami en todo el borde costero entre Coquimbo y Puerto Mont. A partir de ese día, no sólo fue incluida la Región de O’Higgins en la zona de catástrofe —compromiso adquirido por Piñera a días del terremoto de 27 de febrero— sino además la intensa actividad sísmica que comenzó a registrarse en la provincia costera, llevó a los habitantes de Pichilemu a dormir por casi 20 días en el cerro La Cruz de esa ciudad. Así continuó temblando, las réplicas del gran terremoto 8.8 de febrero se situaban en las tres regiones más afectadas, siendo la Sexta la que ganaba en el ranking de intensidad y mayor cantidad de movimientos diariamente.
El domingo 2 de mayo se corría la tercera fecha del campeonato nacional de enduro, y la locación elegida fue justamente Pichilemu. A las once de la mañana, y cuando en el parque cerrado ubicado en la Avenida Costanera se daba la largada, un nuevo sismo de gran intensidad nos recordaba que en el subsuelo pichilemino. Algo estaba pasando. Una seguidilla de movimientos telúricos sucedidos ese domingo, alertaron a los medios de comunicación. Y por fin, en la agenda mediática, se habló de la “falla sísmica de Pichilemu”. Hoy, a más de tres meses del aquel fatídico 11 de marzo, los habitantes de la “ciudad de la olas” exigen respuestas, ya que aún sigue temblando.
Y como negarlo, si este lunes, cuando Chile entero vibraba con la participación de “La Roja” en Sudáfrica, un temblor grado 4,1 con epicentro en Navidad, alertaba a los equipos recientemente instalados en la zona.
Ante este complicado panorama —el que además a afectado económicamente al sector mas turístico de la región— es que el alcalde de Pichilemu, Roberto Córdova, decidió invitar a la comunidad en pleno a informarse sobre los acontecimientos mencionados— esto como una forma de traer calma no sólo a los habitantes de la costera ciudad. Y, además, con el fin de aclarar a la opinión pública en general, que en Pichilemu no hay mayores riesgos de sufrir otro sismo de gran magnitud, del que hay en el resto del país.
Importante sismólogo dictó taller
Es por eso que se organizó un taller, donde el principal orador fue el jefe del Departamento de Sismología de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos. En dicho taller, el científico expuso acerca del fenómeno que ocurre en Pichilemu desde el 11 de marzo, fecha en que se percibieron las réplicas más fuertes desde el pasado terremoto. Para poder comprender el origen de dichos sismos, previo se explicó el ambiente subductivo en el que se encuentra el país.
Barrientos, comenzó la exposición explicándoles a los habitantes de Pichilemu las características sismotectónicas en el país. Luego, describió en detalle el terremoto y tsunami que afectaron la zona centro sur del país el pasado 27 de febrero.
“En particular estas réplicas y los numerosos sismos concentrados espacialmente en Pichilemu, obedecen a una falla cortical que se activó” dijo Barrientos. Aclaró además que “pese a que no poseen el mismo mecanismo de fallamiento y responden a otro ambiente tensional, son réplicas, dado que la falla se activó producto de la ocurrencia del terremoto principal”, argumentó Barrientos. A juicio del experto —y de acuerdo a un informe entregado por la Oficina Nacional de Emergencia—, parte de esta falla se concentraría en el sector de Tanumé, a unos quince kilómetros al sur del balneario. Señaló además que “numerosas investigaciones se están realizando en la zona, para determinar la tasa de actividad de las fallas presentes en la zona. Por ejemplo, la Falla Tanumé”. Según el sismólogo, existe una estructura cuya dirección concuerda con la disposición de la sismicidad, pero que debe ser evaluado tras diferentes metodologías como GPS y apoyo de imágenes de radar. “Esto, con el fin de poder caracterizarla de mejor forma, pues se conoce por ahora que se ubica a 15 kilómetros de profundidad y 40 kilómetros de longitud”, puntualizó.
En definitiva, es innegable que Pichilemu y sus alrededores han vivido una situación especial —esto de acuerdo a todos los informes técnicos y científicos—. Sin embargo, el escenario más probable es que estas réplicas sean espaciadas en el tiempo, y que comiencen a disminuir en los próximos meses. “No tenemos la capacidad de predecir ni de no predecir terremotos. El escenario más probable, es que estas réplicas disminuyan en el tiempo”, finalizó Sergio Barrientos, jefe de Sismología de la Universidad de Chile.
O´Higgins lidera el ranking de réplicas después del sismo de 8.8 grados
Tras el terremoto del 27 de febrero, se habría activado una falla sísmica en el sector de Tanumé, “la que en ningún caso sería una grieta, ni una apertura, sino más bien un deslizamiento de placas. Es como si hubiera dos libros y uno se moviera sobre otro», señaló Sergio Barrientos. Esta actividad sísmica que se ha visto incrementada en la Región de O’Higgins, estaría reflejada en los informes realizados por los científicos, donde la Sexta Región lidera la mayor actividad tras el terremoto de febrero.
La gran actividad sísmica ocurrida en la provincia de Cardenal Caro durante los últimos meses, ha provocado una serie de rumores e interpretaciones sobre posibles nuevos eventos de magnitud en la zona. Es por eso que el municipio pichilemino, organizó un taller informativo dirigido a la comunidad, el que tuvo como principal objetivo llevar tranquilidad a la comunidad. En la oportunidad participaron el jefe del departamento de sismología de la Universidad de Chile Sergio Barrientos, la Directora Regional de Onemi, Alejandra Riquelme además de la encargada de Protección Civil Natalia Silva.
Respecto a este hecho, el alcalde Roberto Córdova —alcalde de Pichilemu—señaló a El Rancagüino que “la venida de Barrientos ha sido una forma de entregar tranquilidad a la población, ya que en base a la desinformación se hizo mucho daño a la población”.
Agrego además que “lo más importante de esto, es que se puede dar tranquilidad no sólo a los residentes, sino también a quienes nos visitan —dijo—. Si bien es cierto hay una falla geológica en nuestra comuna, y ya sabemos que no reviste peligro, por lo que no hay ninguna condición distinta al resto del país”. Finalmente, Córdova aseguró que esta falla era esperable, pues a juicio del edil, “es parte de las consecuencias de un terremoto de esa magnitud”.