Texto y Fotos: Luis Fernando González
Sonó el pitazo final del partido en que Chile perdió con España, no hubo aplausos ni gritos en forma inmediata, se perdió. Así con la cara un poco larga pero satisfechos miles de rancaguinos comenzaron a abandonar la plaza de los Héroes caminando por el paseo Independencia . Parecía una manifestación, un verdadero río humano bajaba por el paseo peatonal, el caminar sereno de pronto fue interrumpido, una vuvuzela, un grito y el agitar de banderas desataron la celebración. Comenzó timidamente pero poco a poco el entusiasmo contagió a los rancagüinos. Más que mal con la clasificación el equipo de Bielsa marca la mejor presentación de Chile en un mundial desde 1962.