Tras el terremoto del pasado 27 de febrero, el odeón de la Plaza de Armas de la ciudad de Santa Cruz quedó con graves daños estructurales, lo que lo dejó con un serio riesgo de caída. El mismo día, el alcalde Héctor Valenzuela tomó la decisión de botarlo, ya que constituía un serio riesgo para la integridad de las personas que transitan por el sector. Uno de los tantos sismos que se han sentido durante los últimos días en la zona, lo dejó aun peor, por lo que finalmente se tomó la decisión.
El pasado día jueves, después del sismo grado 5,6 en la Escala Richter, un fuerte ruido se sintió en el centro de Santa Cruz. El viejo odeón de la plaza, finalmente estaba en el suelo; lo que estaba a punto de conseguir la tierra con sus constantes movimientos telúricos, el hombre lo apuró utilizando maquinaria pesada con el fin de evitar problemas en la debilitada estructura. Los escombros que quedaron tras el trabajo, fueron retirados durante la misma noche de la jornada.
De acuerdo al Jefe del Departamento de Obras de la Municipalidad de Santa Cruz, Carlos Rojas, se demolió el odeón ya que era un peligro para quienes circulan por el lugar. Además, según Rojas, ya hay un proyecto para levantar otra obra similar a la que se tuvo que botar el pasado jueves, y que era ocupada por las bandas instrumentales para realizar conciertos que daban vida al principal punto de reunión de la ciudad colchagüina.