Tania Arce Saavedra
Fotos: Marco Lara
Muy molestos, y con intenciones de llegar hasta las últimas consecuencias, están los vecinos del sector San Luis de Pelequén. Esto, porque a juicio de ellos, el problema de manejo de residuos en la planta Colhue S.A. definitivamente no tiene solución, lo que ha gatillado en que se solicite derechamente el cierre de este vertedero. La situación se habría producido debido al incremento del volumen o de material orgánico recibido en el lugar, esto a pesar de la negativa de la COREMA, que mantiene dos procesos sancionatorios más contra dicho relleno.
Un recurso de protección ante los tribunales, presentaciones a Conama y un reclamo formal ante las nuevas autoridades, son parte de los caminos que la comunidad ha decidido seguir para evitar que esta planta siga funcionando en un sector que es prioritariamente agrícola. Es por eso que el pasado miércoles, la comunidad en pleno —en conjunto con el municipio de Malloa, encabezado por el alcalde Luis Barra—, decidió reunirse con las autoridades del nuevo gobierno, encabezados por la directora regional de Conama Marlene Sepúlveda, quien asistió acompañada del seremi de gobierno, Julio Moreira.
Ambos personeros escucharon a la comunidad, instancia en que se expuso el planteamiento de quienes han debido soportar la gran incomodidad que significa vivir en un lugar donde “abundan las moscas, los malos olores invaden los hogares y la salud de la población se ve amenazada todos los días”.
Los reclamos se multiplican: “No cumplen con las normas mínimas que debieran cumplir en un relleno como este. Reciben mucho más material del que les fue aprobado, ni siquiera han instalado el cierre perimetral que se exige en estos casos”, acusa Enrique Barrios, presidente de la Organización Comunal del Medio Ambiente. “Acá debemos convivir todos los días con las moscas. Y para que decir los olores. Son nauseabundos. En la declaración de impacto ambiental, se habló de que esto debía estar a más de tres kilómetros de Pelequén. Sin embargo, el lugar donde se vierten estos residuos orgánicos, está a 580 metros de la estación del pueblo. “Eso es impresentable”, aseguró el dirigente. Ante esto, el alcalde de la comuna reconoció que “la empresa actuó en forma muy inteligente”, ya que cuando realizaron todas las gestiones para instalar este vertedero, lo hicieron en una fecha en que el municipio está atareado con la festividad de Santa Rosa. “Nosotros tuvimos que cumplir con plazos, y no nos dieron la oportunidad de reaccionar contratando expertos, y así poder analizar con mayor exactitud la situación”. Sin embargo, el edil afirma que llegará hasta las últimas consecuencias defendiendo la posición de la comunidad, “ya que no es posible que se vulneren de esa forma los derechos de la población”.
La jefa de salud de esa comuna, Berta Miranda, fue más allá, señalando que en Pelequén las enfermedades gastrointestinales han aumentado significativamente en los últimos años. “Es más: en invierno, donde se concentran las infecciones respiratorias, cuatro de cada 20 consultas son de índole gastrointestinal, lo que no es usual para la época. Eso dice algo. La población de Pelequén se está enfermando, no es una mera coincidencia”, señaló la directora de salud.
LOS VECINOS TIENEN LA PALABRA
Los vecinos dicen sentirse tremendamente decepcionados por el actuar de las autoridades de la época. Acusan falta de prolijidad a la hora de evaluar los proyectos medioambientales, y de preferir los intereses económicos por sobre el bien común. “En la agricultura el daño es enorme, así no se puede trabajar, ellos hasta han robado nuestros espacios. Con sus camiones y maquinaria han descompuesto nuestros accesos y para que decir la contaminación de nuestra agua. Yo creo que voy a tener que dejar el trabajo en el campo, así no se puede”, reclamó Ramón Donoso, agricultor del lugar.
En Pelequén existe un hogar de ancianos enfermos, quienes en su mayoría están en estado terminal. Bernarda Pavez se refirió a ellos, y a su derecho de pasar sus “últimos días en un lugar digno”, dijo. “Nuestros abuelos se están muriendo y su condición no le permite vivir en otro lugar. Ellos deben soportar todos estos olores y esta inmundicia, no se lo merecen, pues han trabajado toda una vida y tienen derecho a descansar en el lugar que les vio nacer en forma digna” agregó la mujer. Ella es voluntaria del equipo de salud municipal. “Nos sentimos en un profundo desamparo, somos humildes pero tenemos derechos”, finalizó la mujer.
Verónica Palacios, vecina del sector también tuvo la oportunidad de dirigirse a las autoridades presentes, entregando su visión de lo que sucede en ese lugar. “Hasta nuestra ropa se impregna de ese horrible olor. No podemos seguir viviendo así, nosotros hemos construido nuestras casas con gran esfuerzo y no merecemos esto. Necesitamos un gobierno que trabaje por nosotros, yo creo que si ustedes son gobierno son personas inteligentes y por lo mismo no deben permitir este atropello a nuestros derechos” enfatizó esta vecina de San Luis de Pelequén.
CONAMA RESPONDE
Ante la prerrogativa de los vecinos, la autoridad ambiental decidió responder por los hechos. Marlene Sepúlveda comprometió realizar un exhaustivo estudio de lo que ahí sucede, además de formalizar la solicitud a la autoridad sanitaria para que vigile el cumplimiento de las normas exigidas para este tipo de relleno. “Estamos concientes que acá se dio salida a un material que debía ser tratado de todas maneras, debido a que estaba embalado para su exportación, sin embargo el terremoto cambió el destino de estos tarros —de pulpa de tomate en su mayoría—, pues estaban averiados y rotos. Es por eso que ante la “contingencia” se optó por esta salida, pero no se hicieron las cosas bien, la empresa lo tiene claro. Nosotros vamos a proponer un plan de trabajo para buscar una solución inmediata, sin embargo quienes deben determinar el cierre o la caducidad de la autorización para trabajar es la autoridad sanitaria y acá será la Seremi de salud la que deberá dictaminar multas y sanciones, además de fiscalizar.” La directora aseguró que el rol de Conama es llevar a cabo el estudio para los proyectos antes de ser instalados o ejecutados, pero insistió en que el control de su buen funcionamiento, está en manos del Ministerio de Salud. “Mas aún cuando está en riesgo la salud de la población, porque si se está hablando de una variante que tiene que ver con el aumento de las enfermedades gastrointestinales, hay que considerar esa variable y estudiarla”, señaló Sepúlveda.
Tras la tensa reunión, tanto los vecinos como las autoridades comunales insistieron en la necesidad de terminar con el relleno en el lugar, por lo que al parecer se está ante una batalla más de una guerra que al parecer está recién comenzando.