Alejandra Conejera
Fotos: Nico Carrasco
Con una misa que se realizó el pasado viernes 30 a las 12 horas en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, las Damas de Rojo celebraron sus 44 años de vida y de servicio a la comunidad. La misa fue estuvo a cargo del sacerdote José Rivera, quien aprovechó la instancia, para reconocer y darles gracias a todas las voluntarias por todos estos años de trabajo y servicio hacia los más necesitados.
La presidenta de la institución, María Teresa Scholz, quien lleva 3 años en este cargo y 36 como voluntaria, se unió a las palabras del presbítero, realzando la labor de sus compañeras, además de agradecer a los asistentes que las acompañaron en un nuevo aniversario. Actualmente, son 47 voluntarias que concentran su tarea en prestar ayuda material y espiritual a los pacientes del Hospital Regional y a sus familias, apoyando al servicio de urgencia mensualmente, entregando remedios y ajuares a las madres de escasos recursos que dan a luz en esta institución pública de salud.
En cuanto a la relación entre las compañeras y a la experiencia de pertenecer a este grupo de voluntariado, la presidenta aclaró que “la comunicación entre ellas es muy buena, porque la caridad comienza por casa. Si no hay amor entre nosotras, qué le podemos dar al prójimo. Hay bastante compañerismo, sobre todo cuando alguna tiene un problema. Todo ha sido muy enriquecedor, porque podemos ayudar a los que lo necesitan. A veces vemos tanto dolor y por eso uno tiene que dar gracias por lo que tiene”.
El día jueves 29 también realizaron una actividad en la Municipalidad de Rancagua, donde “se dio a conocer la cuenta anual y se premió a las voluntarias que cumplieron desde 150 horas hasta 35 años de trayectoria, además se realizó un reconocimiento a Marta Aliaga Correa, quien es una integrante activa de 91 años y que es un ejemplo a seguir”, explicó Scholz.
PREMIACIÓN POR 30 AÑOS DE TRAYECTORIA
Adriana Santana, relacionadora pública e integrante con una larga carrera, fue una de las Damas de Rojo que recibió un reconocimiento por sus 30 años de servicio, quien se mostró muy orgullosa de integrar este grupo de voluntariado y rescató el aporte que entregan a la sociedad a través de los “turnos de 4 horas que realizamos en el hospital de lunes a sábado y la labor de velar por un buen nexo entre el familiar y el paciente, entregándoles no sólo aportes materiales, sino que también calidez, cariño y consuelo”, señaló.
A pesar que estuvo alejada de las Damas de Rojo por 3 años, a raíz del nacimiento de uno de sus hijos, decidió reintegrase con el objetivo de seguir trabajando por los más desposeídos, comentando que lo más importante para una voluntaria “es llevar con orgullo nuestro uniforme, porque aportamos a la sociedad”.