Alexis Apablaza Campos
(Enviado Especial)
Joshua Mattassi
Fotos: PT Comunicaciones
Era el momento de ratificar todo lo bueno demostrado ante La Serena. El mal estado de la cancha ya no podía ser excusa para no presentar un buen espectáculo, el pasto de San Carlos era el escenario perfecto para que ambos demostraran sus cualidades. La Universidad Católica por fin podría mostrar a todos sus refuerzos, mientras que la hinchada rancagüina se preguntaba a qué O’Higgins verían hoy, al arrollador equipo que jugó ante los papayeros o el timorato y sin ideas claras que se vio ante Colo Colo.
El partido comenzó con mucho vértigo, no había demasiado juego en la mitad de cancha y la pelota llegaba rápidamente a las posiciones ofensivas.
La primera llegada de peligro fue para la UC: tiro libre de Eluchans que peina Marcos González, pero la pelota se va por sobre el travesaño.
El “Capo de Provincia” no entró a respetar al rival. Cuando recién se cumplían los 8 minutos de partido, Lucas Ojeda recibe un balón a espaldas del arco y con la marca del “vasco” Arruabarrena antes de tres cuartos de cancha, con un rápido movimiento lo deja atrás y encara. Antes de que cualquier otro defensor cruzado pudiese cerrarle el paso, el argentino remata con cierta dificultad, sin embargo recibiría la ayuda del portero Garcés. El remate, con más dirección que potencia, se le “coló” en el palo izquierdo ante una lentísima reacción.
O’Higgins no pudo aguantar la ventaja por mucho tiempo. Las bandas estaban bien defendidas, Meneses y Eluchans no fueron factor durante los primeros minutos, sin embargo a los 13’, una pelota bien aguantada por el flamante refuerzo Roberto Gutiérrez sirvió para que rompiera la línea defensiva el volante Felipe Gutiérrez. El juvenil, muy zurdo como quedó demostrado durante el partido, clavó con la derecha un golazo desde fuera del área, la estirada de Elduayen sólo lo hizo más espectacular.
El equipo de Hernández sintió el golpe, sin embargo aún habiendo convertido primero, la celeste no se lograba encontrar la pelota. La católica, con el empate en el bolsillo, ya estaba lanzada al ataque y llegaba con poco esfuerzo pero con mucho peligro.
Los de la pre cordillera poco a poco encontraron los espacios por las bandas, siendo la banda de Fernando Meneses la más activa. Fueron las acciones del ex O’Higgins las que le valieron al equipo cruzado para ponerse en ventaja. Tras ensayar un globito que Elduayen contuvo con dificultad, a los 33’ Meneses le entregaría un pase perfecto a Roberto Gutiérrez que no desperdició frente a Elduayen.
La Católica, eso sí, pudo adelantarse antes: una confusa jugada dentro del área acabó con un horrible despeje de Felipe Rojas, que le dejó servida la pelota a Mirosevic. Pero el árbitro señaló una discutible falta de Gutiérrez sobre el defensor celeste.
La Católica no dejó de buscar: Meneses siguió ganándole las espaldas a Aros y en una notable acción quedó mano a mano con el portero uruguayo, sin embargo no pudo convertir ante el rápido achique. 5 minutos después una gran combinación de los Gutiérrez culmina con el juvenil rematando al costado del arco, esta vez con la zurda.
O’Higgins no lograba tener la pelota y cuando la lograba controlar cerca del área cruzada, nadie tenía la claridad necesaria para rematar. Sólo Ludueña rompió aquella tendencia, pero su remate, casi terminando el primer tiempo, no encontró la red.
Parecía que el primer tiempo terminaría con la ventaja mínima a favor de los locales, una diferencia que en la cancha mereció ser mayor, pero una mala salida de Elduayen, en un pelotazo que cruzó el área, terminó con Meneses habilitando una notable tijera de Mirosevic cuando se cumplían los 45’ reglamentarios.
NO HUBO CASO
El segundo tiempo sirvió para readecuar un planteamiento equivocado. Aros, que se vio siempre sorprendido por la velocidad de Meneses, abandonó el encuentro para hacer ingresar al reintegrado Diego Olate. Este cambio contuvo las pasadas de Meneses, pero la católica seguía en control.
Si bien O’Higgins salió a buscar un resultado favorable, las ganas no bastaron para superar a la zaga cruzada. Recién a los 60’ la celeste volvió a encontrar el arco, pero el remate de Ludueña no complicó a Garcés.
A los 60 minutos de partido llegó el momento de los cambios. Teuber reemplazó a Felipe Rojas y Bottinelli ocuparía el puesto de Eluchans. El ingreso del argentino fue muy celebrada por la parcialidad cruzada.
Mientras la última línea de Universidad Católica parecía impasable, en el contragolpe se mostraban muy peligrosos. Un toque en corto de Roberto Gutiérrez dejó la pelota servida para su capitán, pero el remate de Mirosevic sería muy débil.
Cuando el partido terminaba apareció el Bottinelli que los cruzados esperaban. En un doble tiro libre, el argentino clavó un potente remate al palo que custodiaba Elduayen, pero el uruguayo estaría soberbio para evitar el gol.
Cuando se cumplía el primer minuto de descuento, un error en la salida rancagüina le dejó servido el gol a Ormeño, tras “carrerón” de Bottinelli, y la lápida a un partido que, pese a empezar en desventaja, la Universidad Católica nunca se vio descontrolada
El “Capo de Provincia” desperdició una gran oportunidad de recortar distancias con los tres grandes y ahora debe estar pendiente de otros resultados para no perder la posición en la tabla. Hay que ser justos al destacar la mala fortuna que tuvo el cuadro rancagüino al encontrarse con una Universidad Católica con todos sus refuerzos disponibles, ya que el partido de ayer en San Carlos es, seguramente, el mejor de la era Pizzi. Sin embargo esto no disculpa del todo a los jugadores celestes. La apertura de la cuenta no fue más que una ilusión de que el O’Higgins podía poner en aprietos a la defensa cruzada. Sin contar aquella jugada, el equipo de Hernández no creó ni una oportunidad clara de gol.