Por: Alejandra Conejera
Fotos: Nico Carrasco
En su visita a la Región de O’Higgins, el ex ministro de Estado del Gobierno de Michelle Bachelet, Mariano Fernández, desaprobó el trabajo que ha hecho al mando del gobierno Sebastián Piñera, argumentando que los compromisos pronunciados en el discurso de 21 de mayo “tiene poco o nada que ver con la realización posterior”. Al mismo tiempo, reconoció el mal momento por el cual está pasando su partido, aclarando, en este sentido, que uno de sus objetivos fundamentales, si gana la presidencia de la Democracia Cristiana, es darle fuerza y reorganizar su partido.
¿Cómo ve a la Democracia Cristina hoy en día?
“Estamos precisamente en esta candidatura en un momento que el partido se ha debilitado, pero vemos un cierto espíritu y un interés en recuperarse, recobrando la mística y trabajando al servicio de Chile con objetivos específicos. Lo primero, es darle una fuerza nueva como partido de Oposición y también, trabajar en lo que llamaríamos hacer partido, es decir, reorganizar el partido”.
¿Y a nivel regional?
“Está siguiendo las mismas situaciones que el partido nacional. Hemos estado en reuniones en estos días presentando nuestras ideas y entre ellas, está devolverle y recordar que las bases son muy importantes. La regionalización es algo que me toca muy en lo personal, porque soy un antiguo partidario de que el país sea armónico y que las regiones tengan un desarrollo equivalente a lo que tenemos en Santiago. Yo tuve una lucha de 4 años hasta que logramos que el Instituto Antártico Chileno se fuera de Santiago a Punta Arenas. En este sentido, me he preocupado que en las giras presidenciales tengan acceso el mundo de las regiones, porque este país es extremadamente rico en cultura y paisaje, pero tenemos una concentración fatal en Santiago. Estoy preocupado si gano la presidencia de la DC de hacer que florezca una cultura de regionalización fuerte en mi partido”.
¿Cómo se traduce eso en el campo político?
“Exigiéndole a la base partidaria que se empodere y tomen decisiones, porque lo que aquí también ocurre es un círculo vicioso, porque la gente en las regiones, y con esto no quiero ofender a nadie, dice que hay que esperar lo que se haga en Santiago. Si yo tengo una propuesta, por lo menos Santiago tendrá que escuchar. Como los partidos tienen una estructura y las regiones un poder, porque aquí nosotros tenemos directiva comunal, distrital y regional, por lo tanto, lo importante es tomar la decisión. Por ejemplo, en la próxima elección municipal que tengamos acá, si quieren llevar candidato a alcalde, elijan candidato a alcalde y si quieren llevar candidato a concejal también elíjanlo. Cuando esperamos lo que dice Santiago, les quitamos legitimidad a estos candidatos. Si no cuidamos los partidos, emerge el populismo y se destruye la democracia. La descentralización es una tarea de los partidos y del Gobierno”.
¿Y respecto al rol de la Concertación ahora como Oposición?
“La Concertación estuvo 20 años en el Gobierno y le entregó una estabilidad política, económica y social al país que nunca ha tenido Chile. Algunas cosas se dejaron de hacer y otras, se hicieron mal, lo que nos pasó la cuenta y ahora estamos en Oposición. Ahora estamos trabajando para reorganizarnos, ya que las directivas políticas se están eligiendo. Por lo tanto, si nosotros ganamos lo primero que vamos a hacer es congregar a los partidos de la Concertación, para conversar sobre cuál va a ser nuestra tarea de aquí en adelante”.
Haciendo un balance de estos casi 5 meses del presidente Sebastián Piñera, ¿cómo cree que lo ha hecho al mando del Gobierno?
“No puedo hacer un balance muy positivo del Gobierno, porque tenemos un discurso de 21 de mayo que tiene poco o nada que ver con la realización posterior. Además, tengo la impresión de que esta verdadera manía de nombrar gente de las empresas en los cargos políticos, a primera vista, es una cosa interesante, pero la política tiene una cierta lógica. Como gerente de una empresa operas de una forma radicalmente distinta a como se hace como ministro. La democracia exige consenso y búsqueda de acuerdos, para poder llevarla a cabo. Si miramos hacia atrás, cuando la Concertación quiso hacer reformas importantes trató de buscar pactos con la Oposición, pero los acuerdos se realizan invitando a los jefes de los partidos, se conversa y se lleva al Parlamento, donde se aprueban los proyectos”.
¿Y en cuanto a lo que se ha hecho en el tema de reconstrucción?
“No han hecho nada, eso es lo más duro que se puede decir y ahí es cuando te duelen las cosas. Por ejemplo, esta es la ocasión de unidad nacional. Aquí el Gobierno convoca a los presidentes de partido, donde presenta el plan el cual se discute, se lleva al Parlamento y así, Chile está unido construyendo, pero no hay plan. Una cosa son mediaguas de emergencia y otra cosa muy diferente, un plan de reconstrucción. Ustedes también están dentro de las zonas más afectadas, pero hay otras localidades donde se requiere un esfuerzo muy grande. No se le puede pedir a la gente que viva en estas viviendas 2 o 3 años”.
En cuanto a temas relacionados con la salida de algunos políticos, por así decirlo díscolos, como Adolfo Zaldívar o la misma diputada Alejandra Sepúlveda, quien tiene una alta votación en la región, ¿cómo ve esta situación en un futuro?
“En este momento, soy un humilde candidato a dirigir la Democracia Cristina y estos son temas muy complejos de tratar, porque la gente que se fue de un partido ya lo hizo. Después sucede que mucha gente se reagrupa y eso no se sabe cuándo y por qué ocurre, entonces no puedo anticipar juicios”.