Fernando Ávila Figueroa
Fotos: Héctor Vargas
Conmueve apreciar el recogimiento y fervor religioso con el que cientos de fieles llegan a ver a Santa Rosa de Lima. Es así como con en el sector de pago de mandas se puede apreciar a devotos que avanzan de rodillas, no importando el esfuerzo que ello significa. Una de estas devotas era Alejandra Martínez, quien desde hace 13 años llega a pagar su manda. Su hijo sufrió una quemadura y asegura que la Santa ayudó a su sanación. “Siempre me cumple lo que yo le pido y hay que pagarle como se merece”, dice. Al igual que Alejandra, José Muñoz llegó a pagar su manda de rodillas, rutina que repite todos los años. El viaja desde Apalta y asegura que el sacrificio lo hace por su hija. Don Fernando Saavedra y la señora María Marta Yáñez llegaron desde la localidad de Halcones a visitar a Santa Rosa. Les impresionó ver la estructura del templo sin su cúpula de cobre. Ambos llegan a Pelequén desde hace treinta años y esperan que muy pronto vuelva a estar como antes, pese a que don Fernando dice que la Santa los recibe igual, con o sin templo. Esta opinión la comparte la señora Hortensia Zúñiga quien sostuvo que pudo apreciar el templo muy deteriorado, pero destaca el hecho que la santa esté en su lugar. Ana Pontigo va a Pelequén desde hace 55 años y no oculta su emoción cuando recuerda lo devastador que fue el terremoto para el Santuario. Sus lágrimas reflejan el sentir de muchos fieles, pero también destaca lo que a su juicio fue el milagro que la santa permaneciera en su lugar. A ella la acompañaba Carlos Rivas, quien por 27 años llegaba caminando al templo. Este año por acompañarla a ella decidió viajar en bus. Confía que con el aporte de los fieles muy pronto se reconstruirá el Santuario. Para la devota Clarisa Romo, se necesitará del aporte de todos los fieles para reconstruir el templo, creyendo al igual que la mayoría de los fieles que el hecho de que la imagen de la santa quedara en su lugar obedece a un verdadero milagro.
Masiva afluencia de fieles
Para el Párroco del templo, Padre José Miguel Ortiz, la afluencia de público fue masiva durante todo el día, destacando que pudo apreciar que la gente quiere cooperar en la reconstrucción del templo. Las puertas Santuario se abrieron a las 05: 30 de la mañana, oficiándose la primera misa a las 06 de la mañana. Estas se repitieron cada una hora, las que contaron con un templo colmado de fieles. El Párroco sostuvo que se estima que cerca de cien mil personas llegaron al templo, muchos con tristeza al ver lo que pasó, pero otros con mucha alegría al ver que ya hay techo y que muy pronto se comenzará a construir la segunda etapa. Ayer lunes acompañó al Párroco José Miguel Ortiz, Monseñor Alejandro Goic, quien sostuvo que el fin de semana se pudo apreciar a la mayor afluencia de fieles. Manifestó estar feliz de celebrar esta fiesta religiosa pese a lo deteriorado del templo. “Gracias a Dios se ha podido techar y estamos muy contentos de celebrar la fiesta. Confiamos que este momento sea de mucha espiritualidad. Con la ayuda de Dios y la ayuda de muchos esperamos ir consiguiendo los recursos. Aquí ya se ha hecho una inversión de casi 200 millones y falta otro tanto para poder restaurar el templo plenamente”, dijo Monseñor Goic.
Dispares opiniones entre los comerciantes
El fervor religioso va de la mano con el comercio que se instala en la principal calle de Pelequén. Como es tradicional algunos se quejan de las ventas, mientras que otros aseguran que el fin de semana les dejó muy buenos dividendos. Por ejemplo Ivonne vendé ropa frente al santuario y dio a conocer que las ventas han estado buenas, especialmente el pasado domingo, donde se apreció a gran cantidad de gente. Espera que el próximo fin de semana se vuelva a repetir esta afluencia de personas, ya que la gente está llegando con más fe al santuario. Para María Verdugo las ventas han estado solo más o menos, sin embargo, espera que esto cambie con el paso de los días, especialmente el fin de semana. Su opinión la comparte Enrique Flores, quien indicó que poco a poco las ventas han ido repuntando, principalmente por la afluencia de público que durante el día llegó hasta el Santuario. Su anhelo es que el fin de semana que viene repunten las ventas, ya que estas no han estado buenas en las diferentes fiestas religiosas que recorre a lo largo de Chile.