Mariely Mardones Arce
Fotos: Nico Carrasco
Desde el día 26 de julio, en donde los vecinos del sector centro de Rancagua, específicamente de las calles que están cerca de las problemáticas Ibieta con Bueras, se reunieron con las autoridades municipales para conocer en terreno lo que estaba sucediendo en la controvertida intersección y que generaba como resultado choques cada ciertos meses del año, se estaba a la espera de una respuesta para zanjar un tema que lleva años en conflicto, incluso desde que el sentido del tránsito era contrario al actual.
Tras esta reunión, el dueño de la empresa Aprox, Pablo Ramírez ofreció pagar el costo de un lomo de toro de 2 millones de pesos, a cambio que se les diera minutos en el día para descargar. La petición, la cual fue acogida con mucho entusiasmo por parte de los vecinos, también fue recibida por el Alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, quien junto a funcionarios del Departamento de Tránsito quedaron de analizar el tema y, claramente, de estudiar el ofrecimiento, todo ello en el plazo de un mes (26 de agosto).
“NO SE CUMPLIERON LAS FECHAS”
Por su parte, los vecinos del sector han estado preocupados ante el tema, en especial porque saben que el ofrecimiento del dueño de la empresa APROX era de total conveniencia para todas las partes y que se debió haber tomado más en serio. “El señor hizo una oferta de pagar los 2 millones de pesos, y luego de eso nadie se acercó a hablar con él. Es una falta de respeto que nadie le diga nada”, dijo el presidente de la junta de vecinos del centro, Roberto Valenzuela.
MÁS VALE TARDE QUE NUNCA
Al consultarle al alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, sobre este tema aseguró que al día siguiente de la reunión se hizo la primera parte del compromiso, que era la señalética y la pintura (27 de julio) y posteriormente se ha ido trabajando en las bases. “En estos momentos los antecedentes están en estudios y proyectos, y seguramente en los próximos días ya se aprueban y se suben para la licitación de lo que es la construcción de un lomo de toro por calle Bueras y reductores de velocidad por Ibieta, pero con tachas”, sostuvo el alcalde.
Ante la pregunta, por qué se demoraron más del tiempo señalado en dar una respuesta, Soto dijo “Señalamos que íbamos a comenzar a trabajar y lo hicimos al día siguiente y todo en función de ir resolviendo los temas que nos comprometimos y estamos en esa dirección”.
Con respecto a la oferta de los 2 millones de pesos que hizo la empresa y sus condiciones, el alcalde de Rancagua sostuvo que es un ofrecimiento de un aporte condicionado. “La idea, que le autoricemos en estacionamiento en una vía en la que está prohibido estacionarse o detenerse, llevaría a estar creando una situación de privilegio. Y es que en ese lugar, y precisamente según una de las peticiones que nos hacen los vecinos; que no haya vehículos que se estacionen porque obstaculizan la vista, mal podríamos estar autorizando que se estacionen vehículos de mayor envergadura o camiones, a cambio de que nos financiara un lomo de toro; no corresponde”, puntualizó Eduardo Soto.
Para finalizar el alcalde les pidió paciencia a los vecinos. “Este año hemos tenido materias complejas que resolver y aún así estamos haciendo un esfuerzo. Por tanto, si nos demoramos un día más o dos, no es gravitante. Lo importante es que está nuestra voluntad de acoger su petición de muchos años que nunca los escucharon”, finalizó la máxima autoridad comunal.