Por: Alexis Apablaza Campos – Joshua Mattassi
Fotos: Nico Carrasco
Mientras que el mundo futbolístico alegaba una falta de oportunidades para los técnicos chilenos, en Rancagua Marco Antonio Figueroa hacía su estreno como técnico del “Capo de Provincia”. El “Fantasma” se encuentra entre los diez mejores entrenadores del medio nacional, uno que se encuentra repleto de extranjeros.
La mano de Figueroa se notó enseguida. Si bien la celeste fue de menos a más, O’Higgins se plantó con bastante agresividad ante Unión San Felipe en El Teniente.
Las primeras, y mejores, oportunidades las creó la visita: Distéfano remataría frontal, pero desviado y luego Toloza de “sobrepique” obligó a la estirada del “Beto” González. Lo más peligroso del “Capo” en el primer tiempo fue un cabezazo del Limache González y una volea de Ludueña, pero en ambas ocasiones el portero Jaime Bravo estuvo bien ubicado y no pasaría susto alguno.
En lo táctico había un cambio evidente. En líneas generales O’Higgins salió con un 4-3-3, con Ludueña de enganche y Opazo en el lateral derecho con una clara vocación ofensiva. Figueroa juntó mucha gente en ofensiva, pero con poca movilidad. Pudo ser a causa de un gran trabajo defensivo por parte de los dirigidos de Ivo Basay, como también pudo ser por errores propios. Lo que sí no era discutible era que la vocación ofensiva que Figueroa propuso le otorgó a los sanfelipeños el espacio para hacer daño de contragolpe, que resulta ser su mejor arma.
Cuando acababa el primer tiempo, San Felipe pudo encontrar la apertura del marcador, pero el cabezazo de Vildozo se fue apenas desviado. El centro de Eros Pérez desde la izquierda fue el arma recurrente de la visita. Aprovechando los espacios que dejaba Opazo cada vez que subía, al ex Universidad Católica sólo le faltó rematar al arco.
LLEGARON LOS GOLES
En el descanso Figueroa no cambió el equipo, pero sí se notó un cambio de actitud. Ludueña estuvo mucho más participativo y apareció por todo el frente de ataque. Fue esta movilidad la que le permitió al argentino romper la muralla defensiva propuesta por la visita y definir de zurda ante la salida de Bravo cuando se cumplía el minuto 51.
Sin embargo la alegría no duraría mucho. Un tremendo zapatazo de Toloza a los 57’ dejaría estéril la volada de González. El empate de San Felipe fue un balde de agua fría, puesto que pese a convertir la apertura de la cuenta, se veía muy difícil que la celeste volviera a tener otra oportunidad tan clara de gol. En los últimos minutos el desorden y los pelotazos fueron la tónica.
Cuando el partido terminaba, y tal como en la Copa Sudamericana, Unión San Felipe recurrió a un penal en el último minuto para celebrar: Vildozo fue a buscar un centro muy largo al área celeste cuando cae aparatosamente. El recién ingresado Abarca, que se encontraba cerca de él, cae junto al delantero lo que, según el criterio del juez Guido Aros, significaría falta del ex colocolino. El mismo delantero sería el encargado de cambiar la falta por gol y de esta forma sentenciar un pésimo debut de Figueroa en la banca rancagüina.
Si bien O’Higgins mostró una intención de juego mucho más ofensiva y con mayor dinámica, las ideas escasearon ante una defensa tan aplicada como la sanfelipeña. Si bien en el segundo tiempo Ludueña se mostró más activo, el rendimiento del argentino se diluyó muy rápidamente tras el gol. El resto de los agentes ofensivos (Teuber, Ojeda y Gutiérrez) brillaron por su ausencia. El “Capo de Provincia” suma su cuarta derrota consecutiva y completó siete fechas sin ganar.