– Aunque su actividad sigue siendo baja, la posición fronteriza de El Planchón no solo tienen preocupadas a las autoridades chilenas sino también a las transandinas. La prevención en Colchagua va a paso lento y una experta argentina asegura que esta podría ser una erupción más que esperada.
Por: Irene Padilla
Desde 1998 que El Planchón no traía dolores de cabeza a la población, a pesar de ser un volcán activo, siempre se ha mantenido en un sueño latente pero al parecer el terremoto de febrero le dio un remezón suficiente para despertarlo.
El último informe de Sernageomin que detalla el monitoreo realizado desde el viernes 10 de septiembre indica que “la actividad sísmica registrada en el período comprendido entre las 12.00 del día 9 y las 14.00 del día 12 de septiembre, continuó siendo baja, con 28 eventos diarios relacionados con fractura de roca. Asimismo, no se registraron sismos asociados con la actividad de fluidos internos”. A eso se suman los estudios petrográficos y mineralógicos realizados en la ceniza que “no indican componentes juveniles, lo cual sugiere que no ha existido participación de nuevo magma en el proceso. Durante las campañas de campo no se ha detectado ruidos ni olores azufrados”.
Hasta el momento eso nos permite respirar tranquilos.
Por su parte, en Argentina nuestros vecinos también están siguiendo la actividad de El Planchón minuto a minuto. La vulcanóloga de ese país Patricia Sruoga, experta en el sistema Planchón- Peteroa asegura que la actividad fumarólica del volcán ha registrado un aumento en los últimos cuatro años, con la apertura de nuevas bocas y sismos volcánicos esporádicos. Según la especialista, su reactivación podría ser semejante a la de 1991, cuando mostró su última erupción importante, “desde 1996 hasta la actualidad se ha venido registrando un incremento progresivo en la actividad fumarólica con apertura de nuevas bocas, sismos volcánicos esporádicos en marzo de 2004 y septiembre de 2010 y desmoronamientos en la cima multicratérica. La reactivación actual podría ser semejante a la ocurrida en 1991, a juzgar por el color gris oscuro reportado para la columna de cenizas”.
Sruoga relata que la última erupción importante del volcán Peteroa tuvo lugar en febrero de 1991. El despertar fue inesperado y produjo una incómoda lluvia de cenizas que alcanzó la ciudad de Malargüe, situada a 110 kilómetros del volcán.
La prevención a paso lento
Los malos recuerdos dejados por el terremoto supondrían que esta vez se estén tomando múltiples medidas preventivas con antelación. Pero el trabajo va aun bastante lento.
En Chimbarongo desde este lunes comenzaron a realizarse charlas informativas en las escuelas de los sectores precordilleranos, charlas realizadas por la Unidad de Emergencia y Protección Civil. En el caso de San Fernando, según Maximo Hadler, director de la Unidad de Emergencias, aun no se realiza un trabajo informativo y de capacitación con los vecinos.
Al otro lado de la Cordillera la situación es más o menos similar. En Malargüe, la Defensa Civil y el Centro Internacional de Ciencias de la Tierra ICES han llevado el trabajo de capacitar a la comunidad, pero según el diario Los Andes de Argentina, la comunidad se ha tomado con relajo la situación. Los vecinos no están preocupados ni siquiera de comprar mascarillas y el stock de las farmacias no daría a vasto en caso que se desatara la catástrofe “prácticamente, la gente no pregunta ni viene a comprar barbijos (mascarillas), de cien personas que entran sólo uno o dos vienen por barbijos, creo que la gente no está preparada, no está muy informada de lo que pasa o no hay preocupación «, afirmó al matutino transandino la farmacéutica Patricia Ceconatto.
Por su parte el ICES asegura tener preparada a la población hace años. Según la institución científica, desde la erupción del volcán Chaitén en 2008 se reforzaron los talleres, charlas y volanteos respecto a las medidas preventivas en caso de una erupción.
En la Séptima Región, la que seguramente sería la más afectada, se están realizando actividades más efectistas. El domingo 12 de septiembre se realizó un simulacro de evacuación en el poblado de Los Queñes, comuna de Romeral. Desde las cinco de la tarde una alarma de bomberos llamó a la población a reunirse en el sector más alto del lugar llamado La Hostería. Los lugareños demoraron 25 minutos en reunirse, y de los más de 300 habitantes según el jefe subrogante del retén, Luis Salazar, solo un tercio salieron de sus casas. Nuevamente la población mostro desidia, un dato no menos preocupante si es que se debiera enfrentar una emergencia.
La temible “lluvia de cenizas”
Se ha hablado reiteradas veces de que una lluvia de cenizas sería el primer efecto de la erupción del volcán y quizás el que más resienta a la Sexta Región. ¿Cuáles son entonces los efectos de una lluvia de cenizas en la población, los animales y los cultivos?:
-Irritación y daños inmediatos en la piel, los ojos y las vías respiratorias.
-Ceguera en los animales de granja y domésticos.
-La ingestión de agua contaminada con flúor y metales como aluminio, cobre y arsénico pueden causar desde enfermedades gastrointestinales, hasta daños severos en enfermos crónicos.
-La ceniza daña las cosechas y en ocasiones produce incendios forestales. Las cenizas cubren los suelos y los dejan inutilizables por un tiempo.
-Las viviendas también son afectadas, el peso de la ceniza puede provocar la caida de techumbres.
Datos de El Planchón
-Tiene por lo menos un millón y medio de años de vida.
-Su cráter ha generado dos “edificios superpuestos” el Azufre y El Planchón.
-El Peteroa es un volcán más joven que nació en la parte vieja de El Planchón.
-Ha tenido 15 erupciones registradas históricamente desde 1660.
-En 1998 registro actividad menor y en 1991 fue su última erupción importante.
-Tres estaciones sismológicas lo monitorean constantemente. Los sismos son la prueba más fehaciente de una posible erupción.
– Una cámara IP instalada en Romeral, transmite imágenes en vivo hasta el observatorio ubicado en Temuco.