Tania Arce Saavedra
Fotos: Héctor Vargas
La Medialuna Monumental se llenó de fiesta este 18 de septiembre. Al fin, llegaba el tan esperado día para las autoridades del Bicentenario. La producción debía ser impecable, y todo estaba dispuesto para comenzar la gran fiesta rancagüina en homenaje al Bicentenario de Chile.
Pasadas las 21 horas, comenzaron a llegar los invitados al principal anfiteatro de la Capital Regional. Todos, o más bien la mayoría de “gala”. Las corbatas y el traje de huaso salieron del closet, para vestir a la gran cantidad de invitados que éste 18 de septiembre esperaba ver un espectáculo que prometía ser “inolvidable”. A pesar de la insistencia en la puntualidad, eran casi las 22 horas, y la medialuna aún no repletaba la capacidad para la que había sido ornamentada. Sin embargo, a esa hora, el seremi de gobierno Julio Moreira, se encontraba optimista y apelaba a la costumbre del chileno a llegar siempre a la hora justa a sus compromisos. En el escenario tocaban los teloneros, que en este caso fueron la Sonora Juventud de Peumo. Posteriormente, actuó el conjunto Graneros, antecediendo al “vamos” oficial del evento. La interpretación del Himno Nacional estuvo a cargo del grupo de canto del conjunto “Los grillitos de Graneros” quienes anticipaban así lo que debió ser una de las actuaciones más importantes en la carrera de este talentoso grupo folclórico. Posteriormente, el grupo de danza Afora, hizo su presentación, sellando así la presencia de la música tradicional chilena en la Medialuna Monumental. La aparición de la animadora de televisión Paulina Nin de Cardona animó al público, y fue ella quien tuvo un diálogo con el intendente Rodrigo Pérez donde la autoridad saludó a los presentes, entregando además el saludo del presidente Sebastián Piñera. Sin embargo, el primer mandatario también saludó a los presentes, a través de un mensaje grabado previamente.
Luego de los saludos, los pequeños Carlos y Catalina, (ambos de siete años) campeones regionales de cueca bailaron la danza nacional. Luego fue el turno del conjunto Noche de Brujas, seguido por los Charros de la Comuna de Lumaco y finalizando con la presentación del grupo Natalino.
Sin embargo, al final de la “gala” Bicentenario debían actuar nuevamente Los Grillitos de Graneros, acto que no pudo ser, debido a que la hora dispuesta para ellos no fue la adecuada, pues considerando que hay pequeños desde los dos años de edad, y muchos de ellos se quedaron dormidos, esperando la actuación. Al terminar la gala el público se retiró con tranquilidad, la mayoría a seguir celebrando en las fondas de Rancagua.
Miguel Gutiérrez, director del conjunto Graneros y “Los Grillitos”:
“Exijo dignidad y respeto para el folclore de mi tierra”
Como “una falta de respeto hacia el folclore del país y de la región” calificó Miguel Gutiérrez, director del conjunto Los Grillitos de Graneros, la situación vivida éste sábado durante la “gala” Bicentenario.
Según lo relatado por Gutiérrez a El Rancagüino, ellos fueron invitados con más de un mes de anticipación para ser parte de este espectáculo, lo que les llevó a realizar una intensa preparación. “Pero también se nos dijo que actuaríamos en forma intercalada con los grupos de esa noche, por lo que debíamos prepararnos. Pero esos artistas tenían sus agendas muy ocupadas, por lo que no fue posible coordinar”, aseguró el folclorista y concejal de la comuna de Graneros.
Contó además que a pesar de ellos, el conjunto llegó muy temprano a realizar las pruebas de sonido, dejando incluso de almorzar para poder cumplir con el compromiso. “Nosotros en la mañana del sábado, habíamos participado activamente en la organización del desfile Bicentenario de Graneros, lo que nos tuvo hasta pasadas las dos de la tarde en ese evento. Después nos dirigimos de inmediato a la Medialuna para prepararnos—dijo—. Por la noche los problemas comenzaron temprano, cuando no pudimos usar el camarín que sólo era para los artistas de afuera. Tampoco podíamos entrar con los buses y eso nos complicaba para vestir a nuestros niños”, relató el director de Los Grillitos. Según cuenta cuando lograron coordinar la interpretación del Himno Nacional, fue él quien aportó todos los recursos para ello, sin embargo asegura que no se le permitió ingresar con todos los pequeños, que en total eran 42. Luego, comenzaron a actuar los grupos invitados, y al descubrir que estaban programados prácticamente para el final, y que más encima los pequeños se estaban quedando dormidos, Miguel Gutiérrez decidió retirarse con el conjunto, sin actuar. “Los niños estaban en brazos de sus madres, y no podíamos explicarles lo que pasaba. En cualquier lugar del mundo donde actúan niños, generalmente estos lo hacen temprano, porque ellos necesitan descansar” afirmó. “Creo que estamos frente a una descoordinación tremenda, fuimos víctimas de un abuso y de una pésima producción. Parecía que éramos una molestia para ellos, pero para ayudar a otros eran espectaculares” advirtió. De acuerdo a fuentes cercanas a la organización, las razones esgrimidas por parte de Matías Palau, asesor de la Intendencia al Intendente Pérez, se deberían a la falta de ensayo y preparación de Los Grillitos, lo que fue desmentido tajantemente por Gutiérrez: “Nuestros niños ensayaron toda la tarde, llegamos a las dos a probar equipos y a marcar. En Santa Cruz pasó lo mismo, no hubo respeto por los artistas, nunca me dieron el horario exacto de actuación, ni de orden. Insisto: mis niños se habían quedado casi todos dormidos”, finalizó el director del conjunto Los Grillitos de Graneros.
Ante esta versión, este medio de comunicación intentó comunicarse con Palau, para conocer su versión. Sin embargo, esto no fue posible. Quien si entregó su impresión fue el director regional del Consejo de la Cultura y las Artes Issa Kort, quien señaló escuetamente lo siguiente: “yo personalmente creo que hubo una descoordinación y que hay que asumirla. No tengo antecedentes sobre lo ocurrido más que lo que pude ver y me queda agradecerles y asumir lo sucedido”. Kort dijo tener mucha gratitud hacia Los Grillitos asegurando que en lo que a él respecta, “esto no va a volver a suceder”.
Finalmente, y al parecer, sólo queda decir que habrá que esperar cien años, para que el folclore vuelva a brillar en un centenario cumpleaños de Chile.