Felipe Alvear Silva
Foto: Marco Lara
El pasado martes 14 de septiembre, dos alumnos del Liceo Oscar Castro de la ciudad de Rancagua —que hoy están instalados en la Escuela Bernardo O’Higgins— salieron desde el establecimiento educacional con rumbo a la casa de uno de ellos. Iban solo, sin más acompañantes. Mientras caminaban por una calle de los alrededores, con muy poca iluminación, fueron abordados por un grupo de antisociales que los amenazaron con armas blancas y de fuego, para así proceder a quitarles las mochilas donde llevaban sus teléfonos celulares.
“Casi todos los días hay problemas, asaltos o acosos; y lo mismo sucedía en el otro lado. Carabineros viene, se instalan a cuidar acá en la plaza, pero no pueden estar en todas las cuadras de alrededor”, indicó el director del Liceo Oscar Castro, José Ortiz.
La situación es ésta. Los alumnos del liceo están en constante peligro tras la salida de clases, sobre todo de noche. El sector donde están ubicados ahora —a un costado de la Plaza O’Higgins en la población del mismo nombre— es residencial, tiene muchos pasajes, con mucha iluminación, pero también con muchos árboles que obstaculizan la luz. “No se pueden cortar los árboles”, dice el director del establecimiento, pero agrega sí se les puede enseñar.
Según lo comentado por José Ortiz, “han podado parte de las copas de los árboles, han hablado con Carabineros para que haga más rondas, pero lo mejor que se puede hacer para evitar una ola de hecho delictuales, es la enseñanza”. De acuerdo al director del liceo, los alumnos han recibido indicaciones para que a la hora de salir del establecimiento, lo hagan en grupos de tres o cuatro alumnos, elijan vías amplias y con buena visibilidad, siempre evitando los lugares oscuros; medidas que han sido utilizadas por otros establecimientos educacionales.
“Necesitamos que denuncien los hechos”
El Subcomisario de Servicios de la comisaría encargada de la jurisdicción del sector, capitán Patricio Tirado, indicó que hace un par de meses sostuvieron una reunión con representantes del Liceo Oscar Castro, con el fin de intentar arreglar la situación de los delitos a la salida del establecimiento, por lo que Carabineros dispuso de un servicio especial para los alumnos, con presencia permanente de efectivos del Plan Cuadrante 2 en la plaza que está al frente del liceo.
“El Plan Cuadrante llega todos los días con el cuartel móvil y el radiopatrullas a la plaza, un poco antes de la hora de la salida de los alumnos”, indicó el capitán Tirado, que incluso señaló que hace un tiempo atrás hubo algunas denuncias por venta de drogas, aunque sólo hubo un par de consumidores detenidos”.
Pero lo más importante según el Subcomisario de la Primera Comisaría de Rancagua, es que los afectados realicen las denuncias para poder realizar las georreferencias. “Hablamos con el director, pusimos más gente, pero no hay denuncias. Necesitamos que los padres de las víctimas vayan a la unidad para denunciar estos hechos —ya que éstas no pueden ser realizadas por menores de edad—, ya que sólo con esos antecedentes podremos saber dónde roban y así poder armar el mapa delictual con la georreferencia”, finalizó el oficial de Carabineros.
Afortunadamente en el hecho denunciado al principio de esta crónica, en que no hubo alumnos heridos, los padres de ambos menores de edad realizaron la respectiva denuncia, lo que permitirá ayudar en algo el trabajo de los carabineros que tienen la difícil misión de cuidar un sector que al parecer ha sido nuevamente tomado por los delincuentes, tal como lo hicieron cuando el liceo estaba en el centro de Rancagua.