Los constantes robos que se han vivido en los cementerios han causado la preocupación en la corporación y la molestia de los usuarios que ven cómo les roban sus pertenencias.
Felipe Alvear Silva
Fotos: Marco Lara
Además del ya sabido robo de material público desde los cementerios municipales de la ciudad de Rancagua, especialmente durante el fin de semana de Fiestas Patrias, durante los últimos días se han realizado denuncias de particulares por el robo de especies privadas dentro de los dos camposantos de la comuna. La autoridad responsable pide autocuidado a los dueños de tumbas y asegura que la dotación en seguridad se ha incrementado.
Uno de los afectados es Reginaldo Bravo, propietario de una tumba en el Cementerio nº 2 de Rancagua, y que hace un par de semanas se encontró con la desagradable sorpresa de que en el espacio donde están los restos de su familiar realizaron un cuantioso robo. “El día 18 de septiembre llegamos al cementerio con mi familia, pero al llegar nos encontramos con la desagradable sorpresa de que no estaba el crucifijo. Durante aquel fin de semana robaron en más de 80 tumbas, sacando cristos de metal, cruces, manillas y letras de las sepulturas. Como si fuera poco se robaron cañerías y llaves, dejando el recinto sin una gota de agua”, indicó el asiduo visitante de este recinto.
Lo referido por el hombre que ya interpuso un reclamo ante la Corporación Municipal, es que durante los fines de semanas del 11 y del 18 de septiembre, un grupo de desconocidos ingresó al camposanto en cuestión, desde donde robaron una importante cantidad de objetos personales desde las tumbas, y varios metros de cañerías de cobre y llaves de paso, por lo que dejaron al lugar sin agua potable. Se presume que van más de 500 sepulturas saqueadas, lo que equivale a cerca de 600 kilogramos de bronce y metal robado.
En el Cementerio nº 1 la situación no es mejor. Debido a los daños ocasionados por el terremoto del pasado 27 de febrero, el muro que da hacia el sur, es decir a calle Aurora, quedó con graves daños por lo que tuvo que ser demolido. La inexistencia de pared —que se está construyendo durante estos días—, ha sido aprovechada por los “amigos de lo ajeno” que han ingresado a robar pertenencias, tal como ocurrió el fin de semana del pasado 25 de septiembre cuando se llevaron llaves de paso del agua, cañerías, e incluso figuras religiosas con que los deudos decoran los nichos y sepulturas de sus seres queridos.
“Es muy difícil poder controlar todo al interior del cementerio”
El secretario general de la Corporación Municipal Leonardo Fuentes, indicó que están al tanto del problema que aqueja a los dos cementerios de la ciudad. “Hemos notado que ha ido en aumento el robo en las tumbas, sobre todo con los objetos de bronce que son fáciles de reducir, y que son básicamente crucifijos y manillares de este metal. En el Cementerio 2 tuvimos una contingencia hace dos semanas atrás con robo de cañerías de cobre, pero ya estamos reparando eso”.
Al mismo tiempo el secretario general de la CORMUN señaló que es difícil poder controlar los hechos delictuales que ocurren al interior. “Son dos guardias los que quedan de noche en cada cementerio, que es la hora donde mayormente se realizan los robos, pero a pesar de estos es muy difícil poder controlar todo al interior del cementerio, ya que es fácil esconderse; hemos notado que ha habido un aumento de ingresos a los recintos”.
“Reforzamos la vigilancia con guardias propios, y también le hemos pedido a Carabineros, a través del Prefecto de Cachapoal, que refuercen la vigilancia producto de las reparaciones efectuadas en el Cementerio 1, ya que tras el terremoto se cayó la pared que da hacia Aurora y Rubio, donde queda un sitio abierto donde pueden ingresar personas”.
Por último, el encargado de la CORMUN solicitó a las personas que tengan espacios en los cementerios municipales, a preocuparse y no dejar cosas de valor a la vista de los potenciales delincuentes. “Básicamente nosotros le pedimos a la gente que no pongan objetos de valor, como manillares y crucifijos de bronce porque son una tentación para la gente que ingresa a robar, todo esto debido al precio que presentan en el mercado. Recordemos que las tumbas y nichos son instalaciones particulares, tratamos de controlarlo pero se nos hace muy difícil”, finalizó el secretario general Leonardo Fuentes.