HÉCTOR GONZÁLEZ V.
Cuatro días después de fundar la villa de Santa Cruz de Triana (Rancagua), el Gobernador del Chile colonial, don José Antonio Manso de Velasco, más al sur fundó la villa de “San José de Buena Vista de Curicó”. El nuevo poblado se ubicó en los terrenos donados al Rey de España por doña Mónica Donoso, que fueran de su fallecido esposo don Lorenzo de Labra. Poco tiempo después fue trasladada al lugar en que hoy se levanta la progresista Copiapó, que recibió el título de ciudad el 10 de agosto de 1830, un día como hoy.
Después de 267 años, Curicó está convertido en una de las ciudades importantes de la zona central. Una de sus características es su hermosa Plaza con grandes palmeras. Lamentablemente, el terremoto del 27 de febrero derribó muchas casas y edificios, mientras centenares quedaron dañados. También sufrió el imponente y antiguo edificio del centenario diario “La Prensa”, uno de los más antiguos de Chile, que sigue existiendo con renovados esfuerzos.
El nombre de Curicó tiene origen indígena: “curi” (negro) y “co” (agua), como ocurre con gran número de ciudades, pueblos y lugares de la zona central. Recordemos que en la Región de O’Higgins, son nombres nativos, por ejemplo: Rancagua, Machalí, Doñihue, Pichilemu, Peumo, Guacarhue, Cachapoal, Tinguiririca, Cauquenes, Rengo, Pelequén, Malloa, Codegua, Coltauco, Idahue, etc. por mencionar sólo algunos.