Por: Felipe Alvear Silva
Fotos: Marco Lara
Afectada y apenada se encuentra la ingeniera agrónoma Silvia Vogel Briseño, nacional y regionalmente conocida por ser una de las más innovadoras criadoras de alpacas del mundo, esto debido a una lamentable matanza que han vivido sus camélidos producto de jaurías que se han formado en el sector de El Sauzal donde vive, producto de la gente que va a botar a los perros.
La situación empezó durante el mes de mayo, cuando comenzó a crecer el número de canes abandonados en el sector, lo que provocó jaurías hambrientas que vieron en estos indefensos animales una buena fuente de alimento. La situación se ha ido repitiendo constantemente lo que ha provocado la muerte de cerca de 60 de los ejemplares —que cuestan aproximadamente 650 mil pesos cada uno y muchos de ellos hembras que estaban preñadas—, y otros tantos con riesgo vital que seguramente van a tener que ser sacrificados.
La horrorosa mortandad de alpacas tuvo su último caso durante los días de celebración de las Fiestas Patrias, y esto motivó a la mujer a seguir acciones legales por el complicado temas de impuestos internos, pero lamentablemente al no haber responsables directos, no pudo dejar constancias ni hacer demandas ante Carabineros. “Estaba perdiendo el tiempo con las denuncias, de hecho los mismos carabineros me dijeron que no sacaba nada con realizarlas”, indicó esta mujer que ha recibido varios premios por su criadero, entre ellos el de Innovación Agrícola.
Un criadero modelo
La aplaca es una especie domesticada de los camélidos derivada de las vicuñas. Este animal es oriundo de los países andinos de América del Sur, principalmente en Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, pero debido a su comercialización principalmente desde Perú, ha hecho que este amistoso animal se encuentre en casi todos los lugares del planeta.
Alpacas Machalí es el nombre del criadero de la ingeniera agrónoma Silvia Vogel. En el lugar tiene más de un centenar de ejemplares del tipo Huacaya, que se caracteriza por tener su pelaje un poco más opaco, crespo y esponjoso que la Suri; según los entendidos la lana es parecida a la de la oveja. Su precio de venta es cercano a los mil euros al interior del país, aunque puede llegar a cerca de 5 mil en el caso de su venta a países europeos.
El criadero cuenta con innovadoras técnicas de cuidado de este animal, entre las que destacan el uso de llamas para el cuidado de las alpacas, y el uso del pelón del almendro para fortalecer la fibra del camélido lo que mejora su pelaje y desechos, que es a su vez, utilizada como abono para los almendros. Además, el criadero tiene como subproductos la utilización de la lana de la alpaca —muy cotizada debido a ser hueca, lo que la hace más liviana—, y ser un importante circuito turístico.