Alexis Apablaza Campos
Foto: PT Comunicaciones
Apenas se oficializó la llegada de Marco Antonio Figueroa al plantel celeste, en el hincha que lo avalaba quedó la sensación de que el Fantasma llegaría rápidamente a cambiar los “vicios” del equipo. “Que se acabaron los trotones”, “que los viejos quedarán cortados”, o bien el clásico “es ahora que hagan jugar a los de casa”. Todo ese tipo de frases se escuchaban considerando al carácter mostrado por MAF en sus pasos anteriores por Cobreloa y Universidad Católica.
Las declaraciones que dio tras la caída ante Santiago Morning en La Pintana van por esa línea. Culpó a algunos de errores sucesivos, jugadores con experiencia que no han dado el ancho, y que el duelo con Ñublense la apuesta tendrá mayor gente de la casa. Dice no tener miedo de irse a liguilla de promoción, pero de ser así que sea a su idea: jugadores que corran, que tengan actitud e inteligencia.
Sobre el duelo del domingo, para el calvo estratega todo pasó por la simpleza del libreto del rival, el que pese a criticarlo abiertamente reconoce que no fueron capaces de sobrepasarlo, pese a tener el dominio del balón y de la generación de ocasiones. Se niega a hablar de justicia en el fútbol, y aunque cree que hubo en penal a su favor no cobrado, lo asume como meros errores referiles y no como un intento de perjuicio hacia sus colores.
A continuación el grueso de la conversación con los medios que Marco Antonio Figueroa brindó tras la salida de camarines en el Municipal de La Pintana y que usted pudo escuchar en directo a través de Digital Deportes de El Rancagüino 98.3 FM.
NUNCA COMO REBOTE
– ¿Fue justo lo ocurrido en el Municipal de La Pintana?
– En el fútbol no hay justicia ni injusticia, sólo hay que hacer goles. Santiago Morning tiene dos jugadores que están pasando un buen momento (N. de la R.: se refiere a Sergio Comba y a Pablo Calandria), aprovechó sus oportunidades con goles, pese a que el fútbol lo hicimos nosotros. Es lamentable cuando tratas y no te salen las cosas, intentamos hacer un buen partido, pero el triunfo es merecido: defendieron con nueve e hicieron los tantos. Los que vinieron al estadio se dieron cuenta que había un equipo que quería jugar y el otro que no, todos ellos se fueron turnando para pegarle patadas a Gonzalo Ludueña, y cuando el fútbol se echa a perder por este tipo de cosas cuesta.
– También alegaron por un penal que no les cobró el juez Jorge Osorio.
– Porque efectivamente fue, yo estaba en la línea. El defensa baja la pelota con la mano, sin falta de nadie y es penal, pero los árbitros siempre cometen errores hay que acordarse de que ya nos pasó eso antes y nos cobraron un penal que no era, así qué puedes hacer. Con jugadores que están en la selección injustamente y árbitros que cometen errores no puedes ganar.
– ¿Da para sentirse perjudicado por los cobros arbitrales?
– El fútbol es así. Siempre se van a cometer errores, pero que no sean tan notorios. No digo que estén en contra, ojo, sólo es trata de equivocaciones puntuales que se pueden contar. A mí no me gusta ganar así como rebote, siempre he dicho que los partidos hay que ganarlos, no me gusta perderlos y que empatar es como caer porque se pierden puntos.
– Considerando que el equipo tuvo el balón, ¿faltó profundidad para marcar?
– No. Llegamos por izquierda y por derecha, pero nos faltó la posibilidad de los delanteros para hacer goles. No tuvimos la capacidad de Calandria y de Comba para anotar porque cuando nosotros saltábamos, Gamarra lo hacía entre cuatro, Lucas (Ojeda) también lo hacía entre cuatro, y agarraban entre tres a Ludueña. Fue el desafío entre un equipo que estuvo preparado para defender con nueve y atacar con dos, ante otro que ataca con siete y defiende con tres. Esa fue la diferencia.
LO DICE EL JEFE
– ¿Qué buscó con la salida de Gonzalo Ludueña?
– Correr. Alguien tenía que hacerlo en el medio, si no tenemos a alguien daremos mucha ventaja. Gonzalo es el creador que tenemos, no aguantó el mismo ritmo durante todo el partido y uno cuando hace cambios trata de mejorar. Creo que (Leonardo) Saavedra entró muy bien y lanzó dos buenos centros, aunque al que le dimos muy poco tiempo fue a Braulio (Baeza). El equipo con los cambios mejoró muchísimo en cuanto a dinámica, pero perdimos un poco de “punch” que es lo que se necesitaba en este caso.
– O’Higgins perdió ante un libreto simple.
– Así es: defender con nueve y atacar con dos.
– ¿El calor influyó?
– Afecta para los dos equipos. Nosotros hicimos el gasto en la parte física porque eran 80 metros; para ellos sólo eran 40 considerando la entrada del área grande, mandar pelotazos y piques a los dos delanteros. Es ahí cuando se debe aprender a manejar eso: defender bien para que las cosas se puedan dar.
– ¿Cómo se erradican las malas costumbres: los errores cometidos ante el Chago y que les costaron dos goles?
– Ustedes que son locales (mirando a la prensa de la zona) se darán cuenta que sólo doy ciertas ventajas. Se van a dar cuenta de que a mí no me gusta eso, puedo tolerar un gol, dos, pero el tercero ya no. Vamos a tomar cartas en el asunto por lo mismo porque jugadores que deben tener la experiencia no la están llevando a cabo dentro de la cancha, entonces ahora sabremos si los jóvenes de Rancagua están en condiciones de jugar porque contra Ñublense espero contar con algunos de ellos.
– ¿No le parece arriesgada la opción de colocar a jóvenes?
– No me interesa. Son parte del plantel y lo tienen que asumir. No vine al club para buscar empates o no descender, vine por otras cosas. Todavía matemáticamente se puede, entonces la oportunidad hay que buscarla, hay que pelearla. Quiero a la gente que corra y que meta, no me interesa ni cómo se llame ni la edad que tenga, y que cumpla con la visión que tengo del fútbol. Si me tengo que ir a liguilla de descenso me voy con la gente que quiere meter y que quiere correr primero que nada. Espero que sean inteligentes, porque en el fútbol la gente que no lo es difícilmente va a lograr objetivos. Estoy muy molesto con lo que pasó en el partido porque te llegan una vez y te hacen un gol, entonces de qué te sirve correr si te ganan un juego de este tipo. Esto fue así, nos ganaron siendo más hábiles que nosotros y ya está, qué le vas a hacer.
– ¿Cuándo le va a comunicar esta decisión a los jugadores?
– Si yo no comunico a nadie. Yo soy el jefe.