Por: Lázaro Calderón
Presidente de Escuelas para Chile y director de Teletón
El Año del Bicentenario quedará marcado por el contraste entre un clima de fiesta y celebraciones que ha trascendido todas las esferas institucionales y de la sociedad. Del mismo modo, la historia lo recordará como el año en que tuvo lugar en Chile una de las catástrofes naturales más devastadoras de las que se tenga memoria, con dolorosas pérdidas de vidas y cuantiosos daños materiales que planteó el desafío de la reconstrucción, reflejado en la campaña solidaria Chile Ayuda a Chile, que reunió fondos para la titánica tarea de levantar al país gracias al aporte de todos los chilenos.
De ese gran evento nació el proyecto Escuelas para Chile, liderado por la Fundación Teletón, cuya misión fue entregar soluciones a las escuelas destruidas o dañadas por el terremoto y maremoto en las regiones VI, VII, VIII y Metropolitana, asumiendo que las escuelas son un importante centro de desarrollo y unidad tanto para los niños y sus familias, como para la comunidad entera.
Para comenzar la tarea de reconstrucción, se realizó un minucioso trabajo de selección efectuada por un comité técnico que definió las escuelas que serían beneficiadas con esta iniciativa, a la cual postularon más de 600 proyectos. Finalmente, el comité priorizó, llegándose a la cifra de más de 300 establecimientos y 125.000 niños a nivel nacional. Para ello, visitamos las zonas más afectadas por el terremoto, reuniéndonos con más de 90 los alcaldes de las regiones VI, VII, VIII y Metropolitana, con el fin de identificar en terreno las necesidades reales de los municipios en materia educacional. Con estos antecedentes, realizamos un viaje relámpago por el día a la ciudad de Tampa, en los Estados Unidos, donde encontramos soluciones modulares de alto estándar que respondían cabalmente a las necesidades de las regiones más afectadas por el terremoto y maremoto.
En tiempo récord, cumpliendo con todos los requerimientos y superando todas las adversidades que se fueron presentando, las escuelas comienzan a ser una realidad. La inauguración del Colegio Mariano Latorre, en Codegua, así como una serie de otras escuelas, representa un hito para la VI Región. Primero porque estos centros educacionales cumplen en su mayoría funciones que trascienden a la educación, son un espacio de desarrollo comunitario, lugares de encuentro, de desafíos deportivos, de muestra de talentos artísticos, de reunión de las familias y crecimiento. Y segundo porque responden a nuestra visión de que en esas escuelas está el futuro de Chile, en ellas están las semillas del país que todos queremos.
Entregamos instalaciones que privilegian una educación integral basada en el deporte y la tecnología, aspectos básicos para el mundo del futuro.
Esperamos que estos elementos den herramientas que mejoren la educación, pero por sobre todo hagan niños más felices
En cada inauguración que se realiza, Escuelas para Chile reafirma el compromiso que nació en marzo pasado en la campaña Chile Ayuda a Chile. Ese que habla del trabajo desinteresado de un enorme equipo multidisciplinario que se unió para enfrentarse a la fuerza de la naturaleza. Además, es un ejercicio de transparencia, donde realizamos inspecciones técnicas periódicas y también una auditoría permanente por parte de la empresa Deloitte, con el fin de decirles a los chilenos cómo y en qué se empleó el dinero que cada uno aportó a esta iniciativa. Además de la gran misión que estamos llevando a cabo, debemos considerar el incalculable sentimiento de responsabilidad-país que nació en Chile como respuesta a esta catástrofe y luchar para que se mantenga en el tiempo, porque quedó demostrado que juntos tenemos la fortaleza para ponernos de pie y superar las adversidades.
En el fondo, somos nosotros quienes queremos dar las gracias a todos quienes han colaborado y trabajado con esta trascendente iniciativa y a todos los chilenos que hicieron posible levantar la esperanza tras la tragedia.