Por: Alexis Apablaza Campos (Enviado Especial) – Joshua Mattassi
Fotos: PT Comunicaciones
Las estadísticas no estaban a favor del cuadro rancagüino. Desde mayo de 2008 que O’Higgins no vencía a Huachipato como visitante. Sin embargo, el irregular momento de ambos equipos permitía un espacio para la incertidumbre, la cual se mantuvo a pesar de la temprana apertura de la cuenta por parte de los celestes.
El último partido de O’Higgins trajo consecuencias en la oncena que presentó Marco Antonio Figueroa. Mantuvo a Luis Casanova en la última línea y a Albert Acevedo como lateral izquierdo. El Fantasma, disconforme tanto con los juveniles como con los experimentados, parecía haber encontrado la fórmula que más le acomodaba en el fondo. A los dos antes mencionados se le sumaron el experimentado Juan Luis González y Yerson Opazo, que es constante alternativa ofensiva por derecha. Pero todo este dibujo táctico quedó en nada cuando a los 10 minutos Acevedo salió lesionado tras cubrir un pelotazo largo.
El gran damnificado del empate ante Ñublense fue Federico Elduayén. El portero charrúa vio desde la banca como el “Beto” González le ganaba la pulseada en el complicado arco celeste.
Una lesión de Gonzalo Ludueña le entregó la titularidad a Cristián Abarca en el sector izquierdo, lo que provocó la centralización de Enzo Gutiérrez y el reordenamiento de las “fichas”. La línea de cuatro cambió a una de tres con la incorporación de Diego Olate y O’Higgins pasó a atacar con un 3-5-2.
El “Capo de Provincia” estaría certero desde el primer minuto. Un buen cambio de banda de Iván Vásquez fue recibido por Opazo, el ex Colo Colo y La Serena metería la pelota al área, pero su pase a ras de piso no fue bien conectado por Enzo Gutiérrez. A pesar de la “pifia”, Muñoz se complicaría más de la cuenta y no lograría evitar que la pelota entrara lentamente en el arco. El árbitro le otorgó el gol a Gutiérrez, sin embargo no queda muy claro si el argentino tocó realmente el balón o si fue su intervención en la jugada lo que permitió la apertura del marcador.
A partir del gol, O’Higgins trabajó el partido como cualquier visita: cedió la posesión del balón, pero presionaba en todas sus líneas. La labores de Mauricio Aros y “Pupi” Vásquez fueron fundamentales para una transición limpia de defensa a ataque.
Como buen equipo de Arturo Salah, Huachipato no se desesperó con la pelota. Trabajó cada posesión con sumo cuidado, tratando de terminar todas las jugadas con algún peligro al arco del “Beto”. En el elenco local Dagoberto Currimilla fue el agente ofensivo de mayor peligro. Uno de los pocos descuelgues que tuvo por el sector derecho acabó con un potente remate de volea. Sin embargo el portero rancagüino estaría notable para rechazar el disparo.
Los “acereros” comenzaban a perder la paciencia lo que haría trabajar al árbitro Carlos Ulloa. A los 36’ Huachipato tendría dos amonestados con Labrín y Villalobos. En O’Higgins “Limache” González y Opazo se irían al descanso con tarjetas.
MALDITA DESCONCENTRACIÓN
Arturo Salah haría reaccionar a su equipo tras el descanso. Jonathan Suazo dejaría el campo de juego para permitir el ingreso de José Pérez, quien sería determinante en el final del partido. Este cambio le daría mayor volumen al ataque local, sin embargo pagaría los costos de sumar un atacante.
Un preciso pase largo de Vásquez fue recibido por “Toto” Gamarra dentro del área. Tras gambetear a un par de rivales tuvo espacio para rematar de zurda, pero su disparo fue tan desviado que el árbitro Ulloa cobró córner.
Si a Elduayén le costó el puesto su mala salida en el último minuto ante Ñublense, el “Beto” González también debiera purgar un partido. A los 58’ un tiro de esquina desde la derecha provocaría el error del arquero rancagüino. A su favor cuenta que Daúd Gazale le hizo pantalla, sin embargo González estuvo muy débil de manos en aquella jugada y le dejó servido el gol a Javier Elizondo. A partir del gol, Huachipato fue mucho más que O’Higgins.
A pesar de las quejas de Figueroa en contra del arbitraje, el local pudo ponerse en ventaja mediante el punto penal dos veces, pero Carlos Ulloa desestimaría ambas infracciones, siendo una entrada de Juan Luís González a Villalobos la más dudosa.
Así los cambios parecían darle la razón a Salah, más con el ingreso de Nelson Rebolledo por Gazale que parecía haría bajar el peligro para la zaga celeste.
Un pelotazo al área sería pivoteado por Villalobos, quien estaba en posición de adelanto, para que apareciera solo frente al arquero José Pérez, quien no tuvo problemas para vencer al “Beto” González a los 86’. Otro error grosero de la defensa hacía que en los últimos cinco minutos la historia fuera esquiva para los celestes. El problema lo reconocen sus jugadores: no pueden mantenerse concentrados la totalidad del compromiso.
Con esta derrota, O’Higgins quedó muy cerca de los puestos de descenso y con un Figueroa que, esta vez, terminó culpando a los árbitros de su mala fortuna.