Alejandra Conejera
Fotos: Nico Carrasco
Queda menos de un mes para que más de 286 mil jóvenes a nivel nacional rindan la tan ansiada PSU. Por este motivo, noviembre y diciembre se transforman en meses de mucha tensión y exigencia para los estudiantes, puesto que la mayoría de las conversaciones entre familiares y amigos giran en torno a ésta. Y para quienes están en cuarto medio el panorama es aún más abrumador, porque a eso se suma la licenciatura, la fiesta de graduación, entre otras, que claramente aumentan sus temores y ansiedades.
Poder cumplir en todo y no desilusionar a los padres se transforma en una tarea que puede tener sus consecuencias, sobre todo si sienten que no están bien preparados. En este sentido, el área de asesoría vocacional y de coordinación pedagógica del Preuniversitario Cepech, se refirió al tema señalando que lo recomendable es que no revisen todos los contenidos durante la última semana.
“La idea es que desde ya comiencen a estudiar una hora diaria, es decir, que empiecen con un plan de acción sistemático. Otro tema importante es que coman liviano y quienes lo hacen no cambien su desayuno en una última instancia por uno más contundente, debido a que les puede causar malestares estomacales”, especificaron.
En matemáticas, por ejemplo, es aconsejable que entren a la página del DEMRE (www.demre.cl) y revisen los ejes temáticos, puesto que “hay cerca de 10 preguntas que son de 7mo. y 8vo. básico que tienen relación con conjuntos. Y esas 10 preguntas más 5 que son de estadísticas, les va a permitir tener más de 15 buenas, lo que equivale a un puntaje superior a 500 puntos”, explicaron.
Por otra parte, en lenguaje, es esencial crear un hábito de lectura diaria, donde subrayen y elijan palabras claves y luego contesten. Además, deben ver qué están preguntando y luego volver al texto. Y en historia, lo que ayuda bastante son los esquemas, puesto que hay que dominar datos, fechas y procesos, por lo que hay que organizarse.
La conversación con los padres es fundamental
El orientador del Preuniversitario Pedro de Valdivia, José Luis Venegas, también se refiere al tema y señala que un elemento trascendental es hablar con los padres, porque, en algunas ocasiones, “son los que generan una mayor ansiedad y metas en sus hijos, por lo que deben estar cumpliendo las expectativas de su familia. En este sentido, es fundamental llegar a acuerdos y que los padres sepan qué hijo tienen, para no pedir más allá de lo que ha sido como estudiante”, explica.
A eso se agrega que deben darse cuenta que la prueba no es el término o fin de un proceso. Es un elemento importante, pero hay muchas opciones. “Hay jóvenes de 17 años que la pueden dar por segunda vez y con una preparación más sólida. Obviamente los que la están rindiendo por tercera vez tienen un grado de ansiedad mayor, sobre todo pensando que alrededor de 286 mil estudiantes darán la PSU y las vacantes en universidades estatales es de 50 mil aproximadamente”, añade.
En este caso, indica que hay otras alternativas como las entidades privadas que son una buena opción. “Si bien tienen una exigencia menor en relación al puntaje, eso no quiere decir que sean de menor calidad, especialmente pensando que al interior de estas casas de estudios tendrán una preparación similar”, dice.
Al igual que el área de asesores vocacionales de Cepech, recomienda dejar un tiempo antes de la prueba para descongestionarse, especialmente teniendo en cuenta que el descanso y la tranquilidad pueden influir en su desempeño. Distraerse les ayudará a estar más serenos.
Cómo enfrentar la ansiedad
El psicólogo Patricio Campos, explica que los síntomas más frecuentes son de carácter ansioso, que se traducen en problemas para conciliar el sueño, somatizaciones como cefaleas y colon irritable, a lo que se suman cambios en el estado anímico, entre otros malestares.
Es así como, “establecer rutinas claras que se traducen en horarios estables de estudios, esparcimientos, comidas y para dormir se pueden transformar en factores importantísimos para reducir el estrés y la incertidumbre”, dice.
Por otra parte, Campos aclara que hacer una reflexión consigo mismo y con la familia es primordial, puesto que permite ajustar las expectativas a la realidad de cada estudiante. Claramente, un alumno que ha tenido un buen desempeño académico durante su vida escolar, lo más factible es que obtenga buenos resultados, por el contrario, quien no estudió difícilmente podrá remontar en las últimas semanas.
Otro punto que genera mucha ansiedad en los jóvenes “es el miedo al fracaso, ya sea en la PSU propiamente tal, o en la carrera elegida. Al respecto, el rol de los padres es fundamental, en la medida de conversar y analizar abiertamente sobre las posibilidades económicas de la familia para enfrentar el costo de la educación superior, a la vez de estudiar todas las posibles fuentes de financiamiento y ayuda a las que la familia podría acceder”, finaliza. Ciertamente, la PSU (Prueba de Selección Universitaria) es el método que tiene el sistema chileno para ingresar a la educación superior, sin embargo, no tener un buen desempeño al rendirla no significa que todo está perdido. Tomarse un año sabático con el objetivo de elegir bien la carrera y prepararse con más tranquilidad también es una alternativa válida que puedes tener presente.
• Realizar una estrategia personal de estudio, considerando la carrera que deseo estudiar, las ponderaciones de ingreso, mis resultados y mi estilo personal de estudio (horarios, ritmos, habilidades, prácticas, etc.)
• Priorizar los temas de estudio conforme a la estrategia personal definida.
• Fijar, en forma realista, un horario de trabajo diario con objetivos semanales.
• Planificar los horarios de estudio en bloques horarios, ojalá uno matinal y otro en la tarde, no mayores a 3 horas con un descanso intermedio.
• Realizar un estudio activo, analizando los errores y buscando las causas de éstos.
• Ejercitar, ejercitar y ejercitar, tomándose los tiempos para así estar familiarizado con los tiempos en el momento de rendir la PSU.
• Cuidarse: mantener una vida saludable, sin trasnochar, ni exponerse a situaciones de riesgo innecesario (cuidarse de accidentes deportivos, de resfríos u otras enfermedades).
• Tener varios planes de acción según los diversos posibles resultados para así contar con un amplio repertorio de estrategias de acción (Plan A, Plan B, Plan C, Plan D…).
• Planificar actividades reconfortantes (vacaciones por ejemplo) para después de la PSU y las postulaciones, con el fin de descansar y relajarse de toda la presión vivida, a la vez de prepararse para un año lleno de nuevos desafíos.
Fechas importantes:
• Jueves 2 de diciembre: Publicación Locales de Rendición.
• Domingo 12 de diciembre: Reconocimiento de Salas.
• Lunes 13 de diciembre: PSU Lenguaje y Comunicación y Ciencias.
• Martes 14 de diciembre: PSU Matemática e Historia y Ciencias Sociales.
• Domingo 2 de enero (24:00 hrs.): Publicación Resultados PSU.
• Lunes 3 a miércoles 5 de enero: Postulaciones Universidades Consejo de Rectores.
• Miércoles 13 de enero (24:00 hrs.) Publicación de resultados de Postulaciones.
Fuente: DEMRE.
