Alejandra Conejera
Fotos: Gentileza Servicio de Salud O’Higgins
En horas de la tarde del sábado, en las dependencias del Gimnasio Hermógenes Lizana, se llevó a cabo una masiva despedida al equipo de médicos cubanos “Henry Reeve” que desde el 4 de marzo prestaron ayuda en la región. Durante el acto de despedida esta brigada integrada por 37 trabajadores de la salud se mostraron agradecidos, debido al cariño que recibieron de la comunidad rancagüina.
En la oportunidad estuvo presente la gobernadora de Cachapoal, Marie Jeanne Lyon; el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto; el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo; el jefe del grupo médico internacionalista, Juan Carlos Andux; el director de la Brigada Médico Cubana en Rancagua, Carlos Pérez; el seremi de Salud, Francisco Daniel’s;, entre otras autoridades.
También en este acto oficial de despedida, la Municipalidad de Rancagua en manos del alcalde Eduardo Soto, entregó las llaves de la ciudad a los miembros de este equipo de salud, recibiéndolas el director del Hospital Cubano en Rancagua. En este sentido, el edil de la ciudad agradeció su trabajo ya que “ellos se ganaron el corazón de los rancagüinos, no solamente por haber estado atendiendo a tantas personas, sino por la forma de hacerlo; nos han dado una muestra de solidaridad que supera barreras ideológicas y distancia. El cariño de la ciudad ha estado presente en una serie de encuentros que durante estos mesen nacieron espontáneos para agradecer lo que han hecho por la ciudad, por la región y el país”, dijo el alcalde.
Quien también se sumó a las palabras de agradecimiento fue el director del Servicio de Salud O’Higgins, Dr. Claudio Caro que se refirió a la entrega total de la Brigada Henry Reeve señalando que cuando conocieron al personal de la brigada les llamó la atención “la buena relación que existía con las unidades, con la gente, lo que siempre va a dar buenos frutos. Cuando tenemos un objetivo en común -que en este caso eran los pacientes- aquí había una necesidad en salud de la gente que ustedes supieron responder. Por eso quiero agradecerles su labor, estoy muy contento con el trabajo que nos brindaron, se esforzaron y cumplieron cabalmente su misión”.
Por su parte, el director del Hospital Cubano en Rancagua, Dr. Carlos Pérez, en sus palabras de despedida dijo que “fue una experiencia muy enriquecedora, sobre todo por haber trabajado en un terremoto que es poco usual en Cuba, pero las brigadas médicas salen al exterior cuando ocurren estos desastres. Fue interesante haber compartido con todos los rancagüinos, los voluntarios y con todos los que nos ayudaron en esta tarea de dar salud a las personas que lo necesitaban”.
Al ser consultado por la imagen que se lleva de Rancagua y su gente, sostuvo que “todo fue magnífico, sobre todo por el calor humano de las personas que siempre fueron muy hospitalarias con nosotros. Hemos sentido además el trabajo en conjunto con los médicos de los diferentes hospitales, con una coordinación maravillosa. Aprendimos de todo el mundo y aportamos también a la región. Nos sentimos muy bien por ese intercambio mutuo que se ha producido”.
Luego del terremoto y posterior maremoto del 27 de febrero, estos profesionales de diversas especialidades, enfermeros y técnicos trajeron consigo su aprovisionamiento como tiendas de campaña, instrumental, equipos y medicamentos, para durante nueve meses entregar sus servicios profesionales de alto nivel, lejos de sus familias y de su patria. Es así como la Brigada Médica Cubana se comienza a despedir con una meta más que cumplida, donde prestaron un total de 50 mil atenciones y mil 600 cirugías.
Cabe destacar que la Brigada Henry Reeve es un contingente internacional de médicos especializados en situaciones de desastres y graves epidemias, y surgió como parte de la ayuda humanitaria que los médicos cubanos en representación del pueblo de Cuba le ofrecían al pueblo de los Estados Unidos tras el paso del huracán Katrina por el Sur de ese país.