• O’Higgins no pudo superar en Rancagua a Everton en El Teniente. El empate sin goles, sumado a los resultados de sus rivales directos para evitar la promoción, tienen cada día más lejos al “Capo de Provincia” de seguir en la máxima categoría del fútbol chileno.
Por: Alexis Apablaza Campos – Joshua Mattass
Era el partido que no se podía perder. El único de los encuentros que se podría calificar como “ganable” de lo que resta del campeonato. Los próximos rivales del “Capo de Provincia” incluyen a Unión Española y Colo Colo, que podría estar presionado por un resultado en la cita ante el cuadro rancagüino.
Las ausencias hicieron creer que el partido sería más complicado de lo acostumbrado. El lesionado Acevedo fue reemplazado por Benjamín Vidal. Quien no desentonó. Los primeros minutos fueron de “pierna fuerte”, lo que mantuvo ocupado al árbitro Eduardo Gamboa.
A los 4’ Adrián Rojas se ganó la primera amarilla en una dura entrada a Enzo Gutiérrez. La celeste dominaba en los primeros minutos, sin embargo, como tantas veces, su dominio se quedaba en el buen trato del balón. La primera llegada del “Capo de Provincia” fue obra del retornado Gonzalo Ludueña con un tiro libre que no pasó la barrera.
A los 9’ Von Schwedler ya tenía amarilla por una entrada a Lucas Ojeda, luego, a los 12’, el argentino se ganaría la propia.
Llegando a los 20 minutos del partido la actividad ocurrió prácticamente en el centro de la cancha, salvo una llegada de Hugo Díaz que Iván “Pupi” Vásquez intervino en el segundo palo.
Tras el mal desempeño de Roberto González el partido anterior, el uruguayo Elduayen tomó la responsabilidad en Rancagua. El “meta”, se mostró seguro en los cruces y cortó cualquier opción por altura en el área. Sebatián Pérez, en la vereda de enfrente, tampoco tuvo muchos sobresaltos y también se adueñó del área.
A los 33’ el “Capo” le jugaría en contra la fortuna. Tras conectar un cabezazo que Pérez contuvo con gran reacción, en el rebote pudo estar la apertura de la cuenta, pero Cristián Oviedo en la línea ahogó el grito de gol.
O’Higgins daba la sensación de “encontrarle la vuelta” a la defensa evertoniana, sin embargo los viñamarinos con poco generaban mucho peligro. Un centro de Cortés requirió la rápida estirada de Elduayen. En el centro aparecía Von Schwedler, quien chocó con la contención del “Vikingo”.
El descanso llegó cuando las ideas escaseaban. Marco Antonio Figueroa estaba intranquilo por la fragilidad del dominio que proponía el “fantasma”. En el segundo tiempo sólo O’Higgins haría cambios. Ludueña, recién recuperado de una lesión, abandonó la cancha para el ingreso de Leonardo Saavedra.
A pesar del empujón inicial, fue Everton quien golpeó con fuerza en el reinicio del fútbol. A los 50’ Von Schwedler quedó en inmejorable posición para convertir, sin embargo Elduayen logró evitarlo.
El partido entró en un pozo. Salvo un agarrón entre Von Schwedler y Gutiérrez el partido transitaba lentamente. El equipo de Marco Antonio Figueroa demoró en asimilar la disposición para enfrentar la segunda parte.
A los 62’ Aros mandó un centro que cruzó el área evertoniana. Ningún “celeste” parecía encontrar la fórmula para abrir el marcador y eso provocó la rabia de Figueroa, quien sacó a Saavedra para hacer ingresar a Braulio Baeza. A penas 15 minutos le duró la paciencia al “fantasma”.
Ohiggins presionó como acostumbra, se adueñó del balón y buscó la aparición de Gamarra en el área rival. El paraguayo se ganó una tarjeta amarrilla por tomar un balón con la mano.
El técnico de Everton, Diego Osella, veía como su equipo perdía “aire”. A los 62’ Cristián Pizarro había ingresado por Phillip Araos y luego a los 76’ Gabriel Cárcamo reemplazó a César Cortés. El ex técnico de San Luis acertó con los cambios, puesto que O’Higgins sería incapaz de resolver el “puzzle” propuesto por los visitantes.
La expulsión de Diego Olate, a los 83’ terminó de matar el partido. El ex Colo Colo recibió la segunda amarilla por una fea entrada a Saavedra. Para la estadística quedó el ingreso de Villaseca y la amarilla a Cortés por reclamar demasiado.
El panorama para O’Higgins se ve negro. La derrota, sumado al triunfo de Cobreloa ante Unión Española deja al elenco de Rancagua a un puesto de la liguilla para el descenso, con tan sólo un punto de diferencia con Santiago Morning, último clasificado para aquella instancia.