– Las obras contemplan que en 30 días corridos, la infraestructura dañada con el sismo de febrero sea desmantelada. Actualmente, la Corporación Municipal de Rancagua está trabajando en un proyecto de reconstrucción, el que debería estar terminado en marzo de 2012.
Por: Tania Arce Saavedra
Fotos: Marco Lara
Avanzadas se encuentran ya las obras de demolición del liceo Oscar Castro, el que resultó seriamente dañado tras el terremoto de febrero pasado. El trabajo lo está realizando la empresa Socohed, y debiera —en un plazo no superior a 30 días corridos— demoler los sectores que sufrieron mayor destrucción tras el gran sismo. De acuerdo a lo informado por Leonardo Fuentes, administrador general de la Corporación Municipal de Rancagua, el proyecto contempla deshacer una importante fracción del edificio antiguo, y también parte del nuevo. “Se trata del frontón de la nueva construcción”, dijo Fuentes. También será sacado el antiguo gimnasio y los pabellones del sector central. “Además de todo lo que da al sector Almarza, incluyendo el antiguo casino”, señaló. “La idea es comenzar lo antes posible con las nuevas obras, y para eso ya hemos presentado el ante proyecto”, argumentó el directivo. Afirmó además que a las obras de desmantelación, se sumará un importante reforzamiento de algunos pilares del sector nuevo, los que no fueron tan dañados según el informe de los ingenieros estructurales.
Pero a la demolición del emblemático establecimiento, se sumará la reconstrucción del mismo, que según todos los planes, debería estar terminada en marzo de 2012. Se trata de una infraestructura 12.199 metros cuadrados con una inversión de 4 mil millones de pesos. Esto, incluyendo los patios y lugares de esparcimiento.
El Liceo Oscar Castro del Bicentenario contará con tres edificios de tres pisos cada uno, además de un anfiteatro y el gimnasio de calle O´Carrol. Eso si, este cambiará el sentido de su ubicación, “para alinearse con la forma que tiene la nueva edificación”, señaló Fuentes. Además, contará con estacionamientos subterráneos y lugares de esparcimiento para los alumnos y alumnas. Según lo señalado desde la Corporación, la inversión solo contempla la obra, ya que se mantendrá gran parte del mobiliario antiguo. Aunque adelantó que están aprobados 240 millones de pesos por su calidad de Liceo Bicentenario, los que irán en directo beneficio de la implementación para los séptimos básicos.
Una vez terminada la obra, el liceo Oscar Castro volverá a ocupar la manzana que comprende las calles Almarza, Zañartu, O´Carrol y Germán Riesco. Seguirá trabajando en jornada doble, y no jornada completa como se había previsto antes de la controvertida ampliación. Se espera que las actividades comiencen en marzo de 2012.
María Luisa Bombal, otro liceo emblemático
Está claro que jamás se pensó que un terremoto haría tal daño a dos de los establecimientos más emblemáticos de Rancagua. Al liceo Oscar Castro se suma el que fuera por casi un siglo el legendario “Liceo de Niñas”, hoy colegio mixto. En su ubicación de la plaza vio pasar decenas de generaciones, las que forman hoy parte de la sociedad rancagüina. Actualmente el establecimiento funciona en el sector norte de la ciudad, y según lo señalado por Leonardo Fuentes, este volverá a funcionar en la plaza, “aunque no se descarta que vuelva a ser un colegio exclusivo para mujeres”.
Contó que en este liceo se está postulando a la ley de donaciones para poder ser reparado, y “así lograr tenerlo en funcionamiento el 2012”, dijo el administrador de la Corporación, no descartando que en este sentido además se amplíe una nueva oferta educacional para Rancagua. “En Rancagua tenemos una carencia enorme de un liceo para mujeres, ya que no hay donde dar continuidad a las niñas que provienen de dos de los importantes establecimientos educacionales. Es por eso que no descartamos volver a la plaza con el liceo que nunca debió dejar de ser de niñas”, enfatizó Leonardo Fuentes.
Es por eso que para su restauración se está postulando a la ley de donaciones, lo que permitirá que a la brevedad vuelva a funcionar el mítico liceo de la plaza de Rancagua.
Licenciaturas 2010
Si hay un tema sensible tanto para alumnos, así como para profesores y apoderados de ambos establecimientos, es lo relativo a las ceremonias de egreso de los cuartos medios. En el caso del Liceo Oscar Castro, hubo un compromiso de parte del alcalde Eduardo Soto, con el centro de alumnos del establecimiento. En este caso la ceremonia se hará en el patio del edificio de calle Almarza. Para esto, según relató Leonardo Fuentes, ya se han dado instrucciones a la empresa encargada de la demolición del establecimiento. “Arreglaremos todo con carpas y dejaremos el lugar óptimo para ese importante día— dijo Fuentes—. La idea es que los jóvenes se sientan cómodos y en casa”.
En este sentido Sebastián Silva, presidente del Centro de Alumnos del Liceo Oscar Castro, señaló que esto se debe a una petición hecha tanto a la Corporación, así como al alcalde Eduardo Soto. “Hicimos protestas simbólicas enmarcadas en las actividades de aniversario, y tuvimos una respuesta positiva de parte de las autoridades. Hasta el momento sabemos que las licenciaturas van allá”. El joven se mostró agradecido de las autoridades por el apoyo brindado en este sentido.
En el Liceo María Luisa Bombal también hubo un cambio de planes en cuanto al lugar de las licenciaturas para los cuartos medios. Según una fuente cercana al establecimiento, los alumnos y alumnas habrían manifestado que no “se sentían cómodos” de ser estas en el colegio Manso de Velasco—lugar donde actualmente funciona el establecimiento— por lo que frente a la gestión del Centro de Alumnos del liceo María Luisa Bombal ante la Corporación Municipal, la entidad administradora habría arrendado las dependencias del Club Ansco de Rancagua. “Nosotros queremos que tengan una hermosa fiesta y por eso accedimos a su solicitud y ya tenemos todo planificado para el próximo 15 de diciembre” dijo Leonardo Fuentes refiriéndose a las licenciaturas del liceo María Luisa Bombal.
Está claro que el terremoto de febrero está lejos de quedar atrás. Son demasiados e impensables los daños colaterales que esta tragedia dejó en las zonas afectadas. Aún no se cumple un año de ello, y cuando el 2010 ya casi llega a su fin, múltiples acontecimientos normales de esta época nos recuerdan lo sucedido esa fatídica madrugada del 27 de febrero.