Tania Arce Saavedra
A las cuatro de la tarde de ayer viernes, partió rumbo a La Habana el avión cubano que llevó de vuelta a la Brigada Médica “Henry Reeve”, y que con sus dos hospitales de campaña entregaron atención en las ciudades de Chillán y Rancagua. Esto, tras el terremoto de febrero pasado. Sin embargo, de acuerdo a las últimas informaciones, cuatro miembros de esta comitiva médica habrían abandonado la delegación, para quedarse en el país. Así fue informado por el canciller chileno, Alfredo Moreno. Dos de ellos pertenecerían al Hospital que se instaló en el complejo Patricio Mekis en marzo pasado.
La historia se remonta precisamente al mes de marzo, fecha en que esta brigada de voluntarios se instaló en la Capital Regional, con el propósito de brindar ayuda a los habitantes de Rancagua y sus alrededores, producto de la emergencia vivida tras el sismo de 8.8 grados. Su especial trato con la gente, la alegría de sus integrantes y la dedicación a su trabajo, hicieron que estos profesionales de la salud se ganaran el cariño de todos los rancagüinos. Es por eso que durante los últimos días de su estadía en Chile, fueron múltiples los homenajes que se hicieron en su honor. La fiesta de mayor asistencia ocurrió el pasado sábado en el gimnasio Hermógenes Lizana. Es así como partieron, dejando un gran recuerdo y también un vació en el sector norte de esta ciudad.
Pero la historia no terminó ahí. Los cubanos comenzaron a ganar las portadas de todos los informativos durante la tarde de ayer. Y no por su partida, la que ya estaba asumida, sino más bien porque algo predecible, pero impensado, había sucedido: cuatro de ellos —incluidos dos de los que participaron en Rancagua— habrían desertado.
Se trata de Joel Hernández, traumatólogo, y Orlando Campusano, licenciado en enfermería. Ambos se encontraban apostados en la Capital Regional, y simplemente no abordaron el avión. En tanto, el tercer médico fue identificado como Argelio Santana, existiendo un cuarto, del que aún se desconoce su nombre. La decisión de no regresar fue informada por correo electrónico al resto de la delegación.
El ministro de Relaciones Exteriores chileno indicó que los cuatro médicos “no han solicitado asilo o protección, sino que simplemente han optado por quedarse y tratar de trabajar acá en Chile”. En tanto la embajadora cubana en Chile, Ileana Díaz-Argüelles, restó importancia al tema destacando que “lo importante es que la mayoría sí regresa.”
Acá en Rancagua fue el Director del Servicio de Salud O´Higgins Claudio Caro, uno de los que más contacto tuvo con ellos. En este sentido, el galeno declinó opinar sobre lo sucedido con los presuntos “desertores”, señalando que “nosotros estamos muy agradecidos por lo que hicieron los médicos cubanos en la región. Pero sobre este tema a quien le compete dar una opinión es a la cancillería”. Así zanjó las dudas el director de salud.
Hasta el momento ninguno de los médicos ha solicitado asilo en el país, a pesar de que varias organizaciones les han ofrecido asistencia.