Tania Arce Saavedra
Fotos: Nico Carrasco
20 millones de pesos se pagará a los docentes por acogerse a los planes de retiro voluntario propuestos por el ejecutivo. Así lo anunció hace poco más de una semana el presidente Sebastián Piñera por cadena nacional. A simple vista se ve una buena cifra, sobre todo pensando en que hace poco más de dos años, culminó otro plan de retiro voluntario, en el que los docentes recibieron alrededor de doce millones de pesos. Eso sí, las pensiones que estos docentes comenzaron a recibir son bastante por debajo del sueldo al que estaban acostumbrados. Sobre todo si se considera que sus fondos de pensiones eran bastante incrementados por el denominado “Bono de Reconocimiento” dinero que les era traspasado desde el antiguo sistema, para quienes cotizaban en una AFP. Sin embargo quienes pretendan jubilar en este periodo, son más jóvenes, y por lo mismo el fuerte de su ahorro se concentra en estas administradoras.
Pero, ¿Qué piensan los afectados con esta medida?. ¿Es realmente atractivo para ellos dejar de percibir un sueldo de alrededor de 600 mil pesos líquido a cambio de un bono equivalente a poco más de dos años y medio de sueldo?. El Rancagüino salió en busca de esas respuestas, consultando a quienes en los próximos tres años—periodo en que durará este plan— deberán decidir entre recibir dicho bono, o seguir trabajando, con lo que eso significa para una persona de más de 60 o 65 años.
Sara Gómez trabaja hace 38 años en la Escuela Laura Matus de la comuna de Doñihue. Tiene 60 años y seis meses, y aún no se jubila. Estaba esperando algún plan conveniente para ello y cree que ésta es la oportunidad. Al ser consultada si está o no de acuerdo con el nuevo plan de retiro propuesto por el ejecutivo, esta docente normalista dijo estarlo. “Lo único que deseo es retirarme. Ojala se promulgue pronto la ley para poder acogerme a ella” dijo la maestra. Tiene claro que su sueldo se reducirá en casi un 70 Por ciento, pero también dice estar cansada de este noble trabajo que le permitió educar a sus dos hijos. “Ellos ahora son profesionales. Yo me endeudé, trabajé mucho y luché por ellos. Ahora necesito descansar. Hoy es muy difícil ser profesora. Creo que es a los padres de hoy a quienes se les fue de las manos la formación de sus hijos y nosotros pagamos las consecuencias de ello” afirma.
Sin embargo la salida de esta profesora de Doñihue no ha sido fácil. Hace algunos años sufrió un serio accidente laboral que le dejó secuelas para el resto de su vida. “Es por eso que he debido estar con licencia este año, ya que para mi es muy complicado trabajar en el invierno”. Sara Gómez ad portas de dejar de ejercer la docencia vive otro problema. Por el hecho de no estar siempre trabajando, fue notificada en forma tardía que debía este año someterse a la evaluación docente. Cuenta que tampoco le informaron que podía apelar a esa medida y ahora enfrenta la problemática de ser catalogada de “insatisfactoria”. O sea la van a calificar sin rendir el examen, lo que le duele mucho a estas alturas de su carrera. “Yo he ejercido por 38 años como profesora, y de verdad creo que es muy injusto todo lo que está pasando con nosotros. Por eso, y aunque reciba mucho menos de lo que estoy acostumbrada a ganar, creo que es mejor colgar el delantal e irme a descansar” finalizó la docente, quien agregó que insistirá y tocará todas las puertas posibles, con el fin de que su larga carrera no termine con una mala nota.
En la Escuela Cardenal Raúl Silva Henríquez de Litueche hay tres docentes en edad de acogerse a jubilación. Se trata de Adelaida Vera, Miriam Acuña y Mónica Menares. El director de este establecimiento, Benito Farías, cuenta que la relación con estas tres educadoras es de toda una vida, y que es difícil asumir que tres colaboradoras dejarán las aulas prontamente. Dice que sus cargos debieran llamarse a concurso una vez se concrete su salida, “aunque no se descarta que tras el cierre o fusión de algunos colegios, quienes trabajan en ellos se trasladen al establecimiento”. Según Farías, eso va a depender de lo que diga el PADEM de esa comuna (Plan de Desarrollo Educacional Municipal).
Adelaida Vera, ya cumplió los 61 años. Espera trabajar hasta el 31 de julio de 2011, plazo en que puede acogerse al beneficio sin perder un porcentaje de su bono. “Trataré de trabajar lo más que se pueda antes de retirarme—dice— para luego hacer los trámites y poder optar a esta salida”. Tiene claro que mientras más se demoren en acogerse al plan, corren el riesgo de que el bono ofrecido por el Estado, sea castigado.
Miriam Acuña en tanto, manifiesta que lo único que desea es irse. “Y si puedo hacer los trámites antes de entrar a clases lo haré. Estoy cansada, muy cansada”. Señala que su mayor anhelo es no regresar en marzo de 2011 a trabajar.
Mónica menares es la más reacia a irse de las tres. Actualmente tiene a cargo un séptimo básico y su deseo es despedirlo el próximo año, cuando se vayan del colegio.
Dice que tratará de alargar los máximo su estadía en el centro educacional, ya que le encantaría poder llegar hasta el final con sus alumnos. Para eso va a comenzar a hacer los trámites en una fecha cercana al 31 de julio, y así poder extender su paso por el la Escuela Cardenal Raúl Silva Henríquez, para poder despedir a sus queridos estudiantes. “Estaría dispuesta hasta a perder un porcentaje a cambio de terminar el año” afirma la docente.
Está claro que las tres profesoras de Litueche están dispuestas —al igual que Sara Gómez— a colgar el delantal. Sin embargo solo una de ellas lo hace porque está cansada y solo desea cambiar el pizarrón por el descanso y talvez la vida en familia. Las dos restantes, lo hacen porque no tienen otra opción, y ven este como el único camino para retirarse con un incentivo que les permitirá al menos aminorar el hecho de que recibirán pensiones muy por debajo de los que actualmente reciben de sueldo. Las tres piensan que “las pensiones no son buenas” y eso las complica.
El estado invertirá 18 mil millones de pesos en el retiro de los docentes eso si, una vez sea aprobada la ley que se envió al congreso para esto. Entre los profesores hay temor ante esta medida, pues se les ha insistido en que quienes no se acojan simplemente van a ver mermado su bono, no sabiendo si va a haber otra oportunidad similar.