Ayer sábado el Cuerpo de Bomberos de Pichilemu cumplió 65 años de vida institucional, entregando un servicio de excelencia a los cerca de 14 mil 500 habitantes de la ciudad.
En esta ocasión las actividades comenzaron el pasado miércoles en el Cuartel General, con juegos, como la Brisca, Ping-Pong y Pool, entre otros.
A las 20:00 horas del día siguiente, siguieron las actividades deportivas con un partido de fútbol desarrollado entre los voluntarios de las dos Compañías de Bomberos de la ciudad: Pichilemu y Cáhuil.
A las 19:30 horas del viernes , el Cuerpo de Bomberos en su totalidad se congregó en el frontis del Cuartel General, para realizar la tradicional romería hasta el Cementerio Parroquial, donde se recordó a los voluntarios que han fallecido durante estos 65 años.
Posteriormente, ese mismo día, se realizó las elecciones del Directorio General y de los oficiales de la Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Pichilemu.
Finalmente ayer pasadas las 20 horas, se llevó a cabo una misa de acción de gracias y petición por el eterno descanso de los voluntarios que han fallecido, para después realizar una cena donde se haría entrega de premios a la constancia y los años de servicio a los voluntarios que corresponda.
También se contempló un reconocimiento a los voluntarios más destacados del año, el cual ha estado marcado por las labores de ayuda prestadas tras el terremoto y posterior tsunami ocurrido el 27 de febrero pasado, donde las bomberas y bomberos de Pichilemu prestaron un excelente servicio de emergencia pese a ser una de las zonas más devastadas del país.
Por último se entregó un galardón a los voluntarios Domingo Vargas Vargas y Enrique Vargas Carreño, ambos por haber obtenido su calidad de Bombero Insigne de parte de la Junta Nacional de Bomberos de Chile por sus 50 años de servicio.
Fue un 4 de diciembre de 1945, cuando se dio inicio a una de las instituciones más emblemáticas de la ciudad, el Cuerpo de Bomberos de Pichilemu, el cual durante estos 65 años ha prestado un servicio profesional de emergencia puesto a prueba los siete días de la semana, los 365 días del año.
Bomberos de Pichilemu y el terremoto:
Eran las 03:38 horas del 27 de febrero de este 2010. Chile sufría un devastador terremoto, el quinto más grande de la historia mundial. Era verano aún y miles de personas se encontraban apostadas en las playas y balnearios del país. Se temía lo peor: un tsunami. En Pichilemu, el principal balneario de la región, había un claro plan de contingencia. Sin embargo la poca información que llegaba desde medios AM internacionales, era que no había alarma de tsunami, provocando la confusión de todos. A los pocos minutos del sismo de 8.8 grados cientos de autos y miles de personas trataban de llegar lo más rápido posible al conocido “Cerro La Cruz”.
El tsunami llegó. Y no fue solo uno, sino varias olas de gran altura, que arrasaron con todo a su paso. En algunas localidades de nuestro país, como por ejemplo Constitución, la cifra de muertos fue enorme, y aún nueve meses después, no se han rescatado todos los cuerpos desde el furioso océano.
Sin embargo Pichilemu es uno de los lugares donde no hubo absolutamente ningún muerto en las playas propiamente tal, a causa del maremoto. “A pesar de que había miles de personas ese fin de semana y sobre todo, jóvenes apostados en la arena a esa hora disfrutando de la noche veraniega” dice una fuente del lugar. Sólo en el sector de Tanumé a unos 15 minutos al norte del balneario se produjo una de las más terribles tragedias: los dos hermanitos que fueron arrancados de los brazos de su madre. Y en Punta de Lobos, el alguero que tampoco alcanzó a escapar.
Ahora bien, fueron justamente los Bomberos de Pichilemu, quienes evitaron una tragedia mayor. A los pocos minutos del movimiento telúrico, los voluntarios salieron a las calles a evacuar a la población. Sacaron a un centenar de adultos mayores del internado, lugar que fue arrasado por el maremoto. Lograron que cientos de jóvenes que se encontraban en estado de ebriedad en la playa y las discotecas subieran a lugares seguros, y no permitieron que nadie bajara, “ni siquiera a buscar a sus amigos o familiares. Para eso estaban ellos” dice una ex autoridad.
Tras el terremoto de febrero, quedó de manifiesto una vez más la entrega y la valentía de una de las instituciones más creíbles de nuestro país. Bomberos de Pichilemu también es parte de ella, y es por eso que una vez más es un agrado poder saludarles y felicitarles en su aniversario.