Por: Alvaro Rivera E.
Fotos: Marco Lara
Giovanni Palombi, a primera vista, se ve como un hombre tranquilo. Tranquilidad que le entrega su tarea: colaborar para que padres que no pueden tener hijos, puedan cumplir el sueño de ser papás. En los países industrializados, como en Europa, de cada 100 matrimonios, 33 son estériles. “En Italia tenemos 12 mil solicitudes al año, y logramos responder a 4 mil”, dijo Palombi.
El presidente de la fundación italiana «Famiglie adottive pro I.C.Y.C.», visitó Chile y la región, para presentar el libro escrito por Marcello Rocchi «Simplemente Marcelo». Rocchi vivió en el centro infantil quintano, y en la actualidad está en Italia, a punto de titularse como periodista.
Palombi realizó la introducción del libro en ambas versiones, y conversó con El Rancagüino. Él es padre adoptivo de dos niños. Su experiencia, y lo importante que ha sido en su vida la figura del padre Alceste Piergiovanni, pionero en las adopciones entre niños chilenos y matrimonios italianos, en la siguiente entrevista.
“Cuando vengo a Chile, visito a la familia de origen de mis hijos. Vengo, además, a hacer una reunión con el directorio de la Fundación ICYC. Me reúno además con el Sename. Siempre me gusta encontrarme con otras realidades, que giran en el mundo de la adopción”, explicó Palombi.
¿Cuál es el motivo de su visita a Chile?
-“Mi visita a Chile es una costumbre. Volver al país donde adopté a dos niños chilenos. Y la siento como mi segunda patria, porque mi familia es mitad chilena y mitad italiana. Y también vengo a visitar a la persona que después de mi mujer y el encuentro con mis hijos, es la más importante de mi vida, y que lo venía a visitar cuando estaba vivo y ahora que no, con mayor razón, que es el Padre Alceste Piergiovanni. Esta persona ha cambiado la vida de tantas familias italianas, logrando la adopción de más de mil 200 niños chilenos. Y han sido 900 familias italianas que han encontrado su felicidad, en este hogar de menores, que ahora se llama Villa Padre Alceste Piergiovanni”.
El hecho de ser padre adoptivo, ¿cómo le cambio la vida?
-“Cuando una pareja no tiene hijos -son frases hechas, pero es verdad-, es como un árbol sin frutos. Después de tantos años de vida en común, de matrimonio, uno se ama con su mujer, trabaja, viaja, pero finalmente es la continuación de la vida. Y un hijo es un hijo”.
La obra que realizó el Padre Alceste Piergiovanni, ¿debería ser una de las preocupaciones de la Iglesia Católica en el mundo? ¿Sabiendo que últimamente está tan cuestionada?
-“Hasta el año 2000, la Iglesia no hablaba nunca de los niños abandonados. Ese año, el Padre Alceste Piergiovanni habló en una entrevista para la Radio Vaticana. Y ese día, en dicha entrevista que a los pocos minutos la iban a escuchar en todo el mundo, el padre se lamentó de esto, diciendo que la persona más importante, que su jefe el Papa, no gastaba ni siquiera una palabra para referirse a los niños que hacían su vida en estas instituciones. Yo no sé la causa de lo que ocurrió fue esta entrevista, pero nosotros tenemos cada año un congreso, donde nos juntamos 900 familias que han adoptado niños en Chile. Me llamaron dos canales de televisión italiana, la RAI 2 Y RAI 3, y de Chile me visitó el Canal 13, y el Padre se quedó en la ciudad de Toscana durante cinco días, que fue la ciudad donde hicimos el congreso. Radios nacionales también se presentaron en esta ciudad, para tener la exclusividad. Y ese año, se produjo ese cambio de ley: para adoptar un niño, había que hacerlo a través de una institución autorizada. Yo no sé si fue esta entrevista que dio impulso a este gran movimiento, pero yo creo que el Padre dio una gran ayuda a esto.
¿Él fue pionero?
-“Yo, de tantos años que lo conocí, puedo decir que al menos en Chile, fue un pionero de la adopción”.
La adopción
¿Cómo son los primeros meses de los niños que viajan a Italia?
-“El Padre siempre le daba mucha importancia a esos dos meses, en que el matrimonio se debe quedar aquí, mientras se realizan todos los trámites de adopción. En estos dos meses, se echan las bases para construir la futura familia. El niño es preparado previamente para la adopción. Antes de ser adoptado, conoce a sus futuros padres por cámara web, por el teléfono, por distintos medios modernos. Y cuando llegan sus papás acá, ya los conocen en alguna medida. Estando en su ambiente, el niño logra madurar aún más la idea de la adopción. Y cuando llega a Italia, no hay grandes cambios, aunque es verdad que existen diferencias culturales, pero somos latinos. Yo creo que no hay un gran problema. Muchas veces cuando llegan, ya hablan algunas palabras en italiano. Y tienen la cabeza no como la mía, que hace tantos años que visito este bello país, pero aún no puedo hablar el español. Ellos son como esponja. Empiezan a percibir palabras nuevas, y las adoptan a su vocabulario”.
Otro de los motivos de su viaje al país, fue presentar el libro escrito por uno de los niños que salió del hogar de Quinta de Tilcoco, Marcello Rocchi, titulado «Simplemente Marcelo»…
-“Él es un muchacho muy sensible. Fue adoptado muy chiquito. El 2004 vinimos a Quinta de Tilcoco, a trasladar los restos del Padre Alceste, y cuando entró a Quinta, encontró la persona que lo cuidó cuando era niño, que lo había tenido en los brazos. Y el quedó muy impresionado, aún cuando no tenía mucha memoria. Pero volver a ver ese lugar, él sabia que era parte de su historia personal. Estando junto a los otros muchachos, que habían venido a buscar sus orígenes acá, el sintió de inmediato que sus orígenes estaban en esa institución. Y volviendo a Italia, me dijo que tenía intenciones de escribir un libro. Le dije que lo hiciera, que nosotros lo íbamos a ayudar a editarlo, para poder publicarlo. Y en todo ese periodo, él comenzó a poner en su justo lugar cada una de las piezas de su vida. Y un muy buen trabajo lo hizo la familia, que la preparó el Padre Alceste, porque cada año que él iba a Italia en los veranos, él estudiaba a las personas que consideraba importantes, y posibles padres adoptivos. Y entre lo que la familia le contaba, y lo que él les contaba a las familias en este periodo en que permanecía en Italia, él empezó a formar este puzzle, que es su vida. Yo creo que él sacó dentro sí, todo lo que estos años tenía adentro. Y luego en este congreso que tenemos una vez al año, el empezó a hablar con los chicos y chicas que habían sido adoptados, y como tenía mucha personalidad, fue elegido el representante de ellos. Y logró cerrar un circulo, ese agujero negro que todo los niños adoptados tienen”.
¿Marcello es un ejemplo para el resto de los niños?
-“Más que eso. Para nuestros chicos, es un estimulo para que ellos no puedan abatirse. Pese a que ellos están en Italia, saben que su tierra es Chile. La fuerza que tienen ustedes, el pueblo chileno. El no dejarse vencer, y buscar cada uno sus orígenes, porque es justo que así sea”.
Se dice que los niños adoptados nacen dos veces. ¿Es correcta esta sentencia?
-“Nuestros hijos tienen unas potencialidades enormes. Necesitan como todos los niños, ser estimulados. Y hemos visto resultados muy buenos, como Marcello. Él logró obtener un título. Otros chicos adoptados estudian, por ejemplo, ingeniería especial. Son niños como todos, que tienen necesidades, que se les refuerza el autoestima y por tener cerca un papá y una mamá, como es justo que todos los hijos tengan”.
¿Cómo vive su señora, siendo madre adoptiva?
-“Ella es una mamá. Adoptiva o no, siempre. El padre la llamaba “la gallina”, porque siempre estaba con los hijos, debajo de las alas. La mujer nace como mamá. Es la naturaleza”.
¿La adopción sigue siendo una alternativa positiva?
-“Creo que sí. Adoptar es la forma más noble de amar más noble que existe en la tierra. Y voy a usar una frase del Padre Alceste: se adopta un niño, se abren los brazos para acogerlo, y tienes que decirle: vas a ser mi hijo de aquí hasta la muerte. El Padre decía, además, que cada vez más corazones impávidos deberían regalar parte de su tiempo a una obra tan importante como son los niños. Él nos solicitó que no se perdiera esta obra. Y esto nos ha traído mucha felicidad. Por eso, no podemos permitir que esta obra se pierda. Por esto la unión entre esta asociación de familias que han adoptado niños en Quinta de Tilcoco, el directorio de la Fundación ICYC que está compuesto por personas competentes. Juntos tenemos que hacer que esta obra perdure”.
Más información en el sitio web www.adozionefamiglieicyc.org